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Modigliani: los colores de un cuarteto de cámara

Amaury Coeytaux y Laurent Marfaing son dos de los integrantes de la agrupación francesa, una de las invitadas de lujo al Cartagena XVI Festival de Música.

Pedro Mendoza C
07 de enero de 2022 - 01:30 a. m.
Modigliani: los colores de un cuarteto de cámara
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Caminan tranquilos, han dejado sus instrumentos para venir al Claustro de La Merced en el Centro amurallado en Cartagena. Son Amaury Coeytaux, quien toca un violín Guadagnini de 1773 y su compañero Laurent Marfaing, el orgulloso poseedor de una viola Luigi Mariani de 1660.

Los dos pertenecen al cuarteto de cuerdas francés Modigliani, considerado uno de los mejores del mundo en su formato. Su sede está en París y constantemente son invitados a los mejores escenarios del planeta. Es su primera vez en Cartagena participando en la edición XVI del Festival de Música, que este año se centra en el “Color del sonido”, con obras instrumentales de cámara del siglo XIX.

Cuatro estudiantes del Conservatorio Nacional de Música y Danza de París: Philippe Bernhard y Loïc Rio, en los violines; Laurent Marfaing, en la viola, y Francois Kieffer, con el violonchelo, crearon el cuarteto en 2003.

El grupo ha grabado ocho discos con el sello Mirare desde 2008. Su más reciente grabación está dedicada a los cuartetos de Schumann. En 2014, el colectivo se encargó de liderar los Rencontres Musicales d’Évian, uno de los principales eventos musicales de verano de Europa. En 2017, fue el primer cuarteto de cuerda que actuó en el Salón Principal de la Filarmónica de Hamburgo.

Sus vidas transcurren en giras en Estados Unidos, Suramérica, Japón y en la mayor parte de Europa. Sus integrantes han tocado con la Filarmónica de Colonia e interpretado partituras en escenarios como el Wigmore Hall, de Londres; el Auditorium du Musée du Louvre, de París; The Morgan Library & Museum, de Nueva York, y el Brussel Flagey, en Bélgica, entre otros emblemáticos lugares... y esta semana sus tarimas están en Cartagena.

Cartagena y la inspiración

El Claustro de La Merced tiene un gran patio central por donde caminan los músicos del cuarteto Guadagnini. En el centro un busto de Gabriel García Márquez guarda las cenizas del Nobel. Laurent Marfaing lo mira y le dice a El Espectador: “Es una de las cosas más impactantes que nos han pasado. Cuando uno llega y ve al Nobel, después de haberlo leído y de saber que es un escritor tan importante, uno empieza a ver a los personajes de su obra, el color y la libertad de un lugar donde transitó. Eso nos trae muchas imágenes”.

Nos sentamos en una esquina del patio. Amaury Coeytaux es generoso y cálido con sus palabras. Este violinista interpretó en vivo para Radio Francia la Sonata Ysaÿe cuando solo tenía once años. Luego de mucho tiempo y estudio, se convirtió en violín principal de la Orchestre d’Auvergne en 2008. En 2017, se unió al cuarteto Modigliani.

Laurent Marfaing, fundador del cuarteto, dice que Cartagena es maravillosa. Hablamos de la ciudad, cómo es ser profesor y, por supuesto, de la música que interpretan. Ante las preguntas formuladas, los músicos complementan sus respuestas; pareciera que siempre están conectados en el mismo movimiento y compás.

Es su primera vez en Cartagena. ¿Cómo se sienten en la ciudad?

Muy a gusto, todos nos decían que Cartagena es la ciudad más turística de Colombia y creo que es verdad, nos sentimos bienvenidos por la gente, siendo posible caminar por las hermosas calles donde todo es increíble.

Son un cuarteto de gente joven. ¿Por qué optar por la música de cámara en una época en que la gente escucha otros géneros?

“Creo que todos empezamos con diferente música. Yo empecé cuando era muy joven, tenía cuatro años y nunca me ha abandonado la pasión por la música clásica”, dice Amaury.

“Es muy personal. La belleza de la música clásica nos impactó desde la infancia. Es tan increíble, que no quieres dejarla y siempre seguir con ella”, complementa Laurent.

Cuando los artistas vienen a este Festival, cuidan mucho la voz por los cambios de temperatura. ¿Qué tanto influye el clima del Caribe en los instrumentos?

El clima no es el mejor, la humedad afecta los arcos y la madera. Debemos ajustar la manera de tocar el instrumento, lo que a veces está bien y a veces no. Es una lotería ver qué pasará con este nivel de humedad. Básicamente, estos instrumentos que estamos usando fueron creados en Italia de acuerdo con la humedad de allá, así que cuando vinimos a Cartagena, cambiamos las curvas y todo el instrumento en sí. Debemos encontrar el balance aquí.

Estamos en el sitio donde están las cenizas de García Márquez. ¿Qué saben del Nobel y la magia del Caribe?

Él es uno de los escritores más importantes en este país. Estaba viendo su busto y pensando en los personajes que encontramos en sus libros, tan divertidos y con tanta libertad en sus historias. Ves que vivía al lado del mar Caribe. Estoy seguro de que esto es parte de lo que él estaba proyectando y alimentando en su imaginación.

Ambos son profesores. ¿Cómo complementan la docencia con sus actividades en el cuarteto?

Es un gran privilegio enseñar a las generaciones más jóvenes lo que aprendimos en el pasado y tratamos de darles herramientas claves para que sean músicos excelentes, y el Conservatorio de París es un gran lugar para ello.

Por Pedro Mendoza C

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