Músicos protestan porque sus canciones son utilizadas como una forma de tortura
Los grupos Nine Inch Nails, AC/DC, Queen y Pantera se quejaron ante el gobierno estadounidense tras enterarse que los guardias en prisiones de Irak, Guantánamo y otras cárceles torturaban a los detenidos colocándoles su música a todo volumen.
AP
La música se llegaba a convertir en cacofonía por el volumen de los altoparlantes que resonaban a través de las rejas de metal en una pequeña celda de una prisión de Irak, mientras el rock desenfrenado del grupo Nine Inch Nails martilleaba al preso número 200343 como una cachiporra sonora.
"Manchas como la sangre en tus dientes", cantaba Trent Reznor en medio del rugido de las cuerdas distorsionadas de su guitarra. "Muerde. Mastica", exclamaba.
La agresión auditiva continuaba por días, que se convertían en semanas y hasta meses en el centro de detención militar estadounidense en Irak. Por veinte horas al día resonaba la música ensordecedora de AC/DC, Queen, Pantera, convertida en arma de tortura. El preso, el contratista militar Donald Vance, de Chicago, le dijo a The Associated Press que después de un tiempo deseaba suicidarse.
Esa táctica ha sido usada comúnmente por los militares en la guerra que libra Estados Unidos contra el terrorismo, valiéndose de música a muy alto volumen contra centenares de detenidos en Irak, Afganistán y Guantánamo.
El teniente general Ricardo Sánchez, quien en esa época era el comandante militar estadounidense en Irak, autorizó la práctica el 14 de septiembre del 2003, "a fin de crear temor, desorientar... y prolongar el impacto de la captura".
Pero ahora no son sólo los detenidos los que se quejan. Los músicos se han unido a fin de demandar a los militares estadounidenses para que dejen de valerse de sus canciones como si fueran armas.
Una campaña que se inicia este miércoles ha unido a algunos grupos, entre ellos Massive Attack y a músicos como Tom Morello, quien ha tocado con los grupos Rage Against the Machine y Audioslave, y ahora actúa como solista en una gira.
La campaña consiste en guardar minutos de silencio durante conciertos y festivales, dijo Chloe Davies del grupo legal británico Reprieve, que representa a decenas de detenidos en Guantánamo y organiza la campaña.
Por lo menos Vance, quien afirma haber sido apresado por informar sobre la venta ilegal de armas, estaba acostumbrado a la música rock.
Para muchos detenidos que crecieron en Afganistán, donde la música estaba prohibida durante el régimen Talibán, los interrogatorios a los que fueron sometidos por las fuerzas estadounidenses eran su primera experiencia a los ritmos estruendosos, tocados a todo volumen.
Pero no toda la música usada para torturar es rock. Christopher Cerf, quien compone música para Sesame Street, dijo que le horrorizó enterarse que las canciones infantiles eran usadas en los interrogatorios.
Vance dijo que la táctica puede volver loca a una persona inocente. Fue puesto en libertad después de 97 días. Dos años después dice: "Mantengo mi casa muy silenciosa".
La música se llegaba a convertir en cacofonía por el volumen de los altoparlantes que resonaban a través de las rejas de metal en una pequeña celda de una prisión de Irak, mientras el rock desenfrenado del grupo Nine Inch Nails martilleaba al preso número 200343 como una cachiporra sonora.
"Manchas como la sangre en tus dientes", cantaba Trent Reznor en medio del rugido de las cuerdas distorsionadas de su guitarra. "Muerde. Mastica", exclamaba.
La agresión auditiva continuaba por días, que se convertían en semanas y hasta meses en el centro de detención militar estadounidense en Irak. Por veinte horas al día resonaba la música ensordecedora de AC/DC, Queen, Pantera, convertida en arma de tortura. El preso, el contratista militar Donald Vance, de Chicago, le dijo a The Associated Press que después de un tiempo deseaba suicidarse.
Esa táctica ha sido usada comúnmente por los militares en la guerra que libra Estados Unidos contra el terrorismo, valiéndose de música a muy alto volumen contra centenares de detenidos en Irak, Afganistán y Guantánamo.
El teniente general Ricardo Sánchez, quien en esa época era el comandante militar estadounidense en Irak, autorizó la práctica el 14 de septiembre del 2003, "a fin de crear temor, desorientar... y prolongar el impacto de la captura".
Pero ahora no son sólo los detenidos los que se quejan. Los músicos se han unido a fin de demandar a los militares estadounidenses para que dejen de valerse de sus canciones como si fueran armas.
Una campaña que se inicia este miércoles ha unido a algunos grupos, entre ellos Massive Attack y a músicos como Tom Morello, quien ha tocado con los grupos Rage Against the Machine y Audioslave, y ahora actúa como solista en una gira.
La campaña consiste en guardar minutos de silencio durante conciertos y festivales, dijo Chloe Davies del grupo legal británico Reprieve, que representa a decenas de detenidos en Guantánamo y organiza la campaña.
Por lo menos Vance, quien afirma haber sido apresado por informar sobre la venta ilegal de armas, estaba acostumbrado a la música rock.
Para muchos detenidos que crecieron en Afganistán, donde la música estaba prohibida durante el régimen Talibán, los interrogatorios a los que fueron sometidos por las fuerzas estadounidenses eran su primera experiencia a los ritmos estruendosos, tocados a todo volumen.
Pero no toda la música usada para torturar es rock. Christopher Cerf, quien compone música para Sesame Street, dijo que le horrorizó enterarse que las canciones infantiles eran usadas en los interrogatorios.
Vance dijo que la táctica puede volver loca a una persona inocente. Fue puesto en libertad después de 97 días. Dos años después dice: "Mantengo mi casa muy silenciosa".