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El videoclip de “El Corrido del León”, del grupo identificado como Mariachi Bravo, deja ver al corpulento y barbudo capo de Los Choneros con sombrero y leyendo un libro en el pabellón de una cárcel de la ciudad portuaria de Guayaquil. ciudad que está bajo su control.
“Fito”, quien según el entonces candidato presidencial centrista Fernando Villavicencio lo amenazó antes de ser asesinado en agosto, días antes de los comicios, aparece además en el sitio saludando y riendo con cuatro personas, y acariciando un gallo de pelea.
El video fue difundido en YouTube a través de la cuenta JF Music Entertainment, de Los Choneros, el Grupo de Delincuencia Organizada (GDO) -como lo denominan las autoridades- que tiene un pie de fuerza de al menos 8.000 hombres, según expertos.
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Tuvo unas 5.000 visualizaciones en la primera hora de estreno. “Es el jefe y patrón, señores, es Adolfo Macías Villamar”, dice el narcocorrido, que también incluye a su hija Queen Michelle y cuyo video fue grabado en un espacio que se asemeja a un bar y en un área campestre entre caballos finos.
“En sus venas corre sangre buena, corazón de hijo, hermano y papá, por su gente amor de a de veras, si es de dar, la mano la da. Por usted yo me sacó el sombrero, él es ‘Fito’, él es mi papá”, canta Queen Michelle.
Tras el magnicidio de Villavicencio por parte de un sicario colombiano, registrado al salir de un mitin en el norte de Quito el 9 de agosto, Macías fue trasladado de la cárcel donde mantiene control a otra vecina de máxima seguridad en medio de un operativo en el que participaron unos 4.000 militares y policías.
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Pero el jefe narco, de 43 años, fue regresado al reclusorio del que había sido trasladado hace casi un mes por orden judicial, aduciendo que su vida corre peligro fuera del mismo.
Los Choneros es una organización aliada a carteles mexicanos y colombianos y compite con otra docena de bandas por el negocio del narcotráfico, cuya violencia dentro de los reclusorios deja más de 430 presos muertos en enfrentamientos entre sí desde febrero de 2021, decenas de ellos desmembrados e incinerados.
La guerra entre los grupos narcos también ha derivado en que los homicidios se cuadripliquen entre 2018 y 2022, trepando al récord de 26 por cada 100.000 habitantes.
Esa tasa será de hasta 40 este año en un país con una población de 18,3 millones personas y que se ha horrorizado con cuerpos decapitados en las calles y colgados de puentes.