Orlando Hurtado: “Delirio”, dos sueños y una voz
El caleño es cantante líder de la orquesta de Los Hermanos Lebrón y del show “Delirio”, y participó en el concurso “La Voz Colombia”. Ahora incursiona como solista con el tema “No hay remedio”.
Andrea Barraza Cabana*
Orlando Hurtado tiene dos sueños cumplidos. El primero de ellos es cantar con Los Hermanos Lebrón que, junto con El Gran Combo y La Sonora Ponceña, es la orquesta más sonada en las esquinas de Cali. El segundo es formar parte de Delirio, “el show de salsa más grande del mundo”. Para un salsero en Cali, llegar a este punto es graduarse de la universidad del género. Y ahora está comenzando su “posgrado”: ser solista.
Nacido en Cali, José Orlando Hurtado Hurtado viene de una familia del Pacífico caucano, tierra de arrullos, cantadoras, bambuco y currulao. Donde el mar y el viento forman parte de la banda sonora del ambiente. Virgilio Hurtado, su abuelo paterno, tocaba la marimba; Virgilio II, su papá, era un hombre musical, siempre que estaba en la casa, cuando su trabajo en el ferrocarril nacional se lo permitía. Inventaba canciones que le cantaba a su madre, María Hurtado, y ella le respondía igualmente con un soneto improvisado.
En este entorno se criaron 11 hermanos, todos con mucho talento musical, pero los únicos que tomaron este camino como opción de vida fueron Virgilio, quien también cantó con Los Hermanos Lebrón entre 2008 y 2016, y Orlando, que se formó como licenciado en música y ejerce como docente desde hace 25 años. Actualmente dicta clases en la institución universitaria Antonio José Camacho y en el Colegio Leonístico La Merced, en Cali.
Siguiendo el ejemplo de su hermano, desde muy joven se decantó por el canto. En el barrio San Carlos de Cali, donde creció, lo conocían porque cantaba en cuanto evento se presentaba.
Viaje por la escena salsera en Cali
A principios de los 90, cuando apenas era un muchacho flaco y alto, de no más de 19 años, fue parte de la orquesta de Wilson Saoko Manyoma, que por esos días se había retirado de Fruko y sus Tesos. Mudado a Cali, decidido a formar su orquesta, reunió a 12 muchachos con los que grabó Sabor en pasta, una producción de Discos Victoria, donde salieron temas como Falsaria, El carcelero, Regresa, entre otros.
La escena salsera en Cali a finales de los años 90 fue tan densa, que se llegaron a registrar hasta 80 agrupaciones de salsa. Orlando, joven y en la cresta de la ola local, dejó su huella en distintas agrupaciones:
Con la orquesta Ecue grabó el tema Tarde en mí, también el disco A conciencia, con la orquesta Antifaz (2002), donde se destacó Homenaje a Mulenze Orquesta; con la orquesta Sensación hizo El profesor (2006), una producción de 13 temas, con un remake del famoso Achili pu, de El Gran Combo de Puerto Rico. También grabó con la Orquesta Calle (2001) y con Armadilo Ibargüen (2007). Hasta que un amigo lo recomendó para la orquesta Bronko de Venezuela, del maestro Félix Zuares, Shakaito, donde estuvo por 12 años.
Ha tenido la oportunidad de cantar al lado de grandes instituciones de la salsa como Maelo Ruiz, Luisito Carrión, Cheo Feliciano y Tony Vega. Asimismo, formó parte de la orquesta La Fuga, Mambo Big Band de Bogotá, Cali Big Band de José Aguirre y Tributo A La Salsa Colombiana, de Alberto Barros, en diferentes montajes con la Filarmónica de Cali, y Los Guerreros de la Salsa en Miami.
Dos sueños cumplidos
En 2008, los caminos de la vida lo llevaron a Miami, Estados Unidos, a donde se mudó por un año para promocionar el disco El profesor, que grabó con el sello Changüí, y allí conectó con alguien que lo recomendó con Los Hermanos Lebrón. De vuelta en Colombia, casi que de forma fortuita, comenzó a hacer reemplazos para esa agrupación.
Para ese momento su hermano Virgilio llevaba un par de años cantando con la orquesta y ya habían grabado el disco Si me permites (2008). La primera vez que se trepó a un escenario a cantar con Los Hermanos Lebrón lo tiene clavado en su memoria como uno de los más emocionantes de su vida. Fue en un concierto en el Downtown Majestic de Bogotá, en julio de 2008, en conmemoración del aniversario número 40 de la orquesta.
Luego de que su hermano se retirara de la orquesta, Orlando tomó su lugar y los acompaña como su vocalista principal desde 2016.
La agrupación, originaria de Puerto Rico y conformada en Nueva York, fue cocreadora del funky blues a finales de la década de 1960. Hace 18 años se radicó en Cali, la Capital mundial de la salsa. A pesar de que dos de los cuatro hermanos han fallecido, Pablo Lebrón en 2010 y Frankie en 2020, el colectivo sigue presente y vigente en la escena salsera nacional.
Su segundo sueño cumplido fue ser parte de los 300 artistas que conforman Delirio, un show que combina circo, orquesta en vivo y bailarines de salsa. Orlando Hurtado tiene una característica especial que lo hace resaltar entre los otros cantantes: es sonero, es decir, que puede improvisar con mucha facilidad, lo que fue un plus a la hora de audicionar para este espectáculo.
Dice que esta cualidad la aprendió de ver a sus padres, que se inventaban canciones mutuamente. Sin embargo, en el Pacífico caucano esto es una virtud que se hereda de las cantadoras, como un don y que Orlando Hurtado ha sabido utilizar a su favor.
La Voz de Orlando Hurtado
En 2014, Hurtado tuvo la oportunidad de concursar en el formato de televisión La Voz Colombia, al lado del entrenador Ricardo Montaner. De esta experiencia dice que creció mucho como artista; sin embargo, lo mejor que obtuvo fue el reconocimiento en su ciudad como uno de los mejores cantantes locales.
Recuerda una ocasión en que estaba como espectador en un concierto de Alejandro Sanz, en Manizales, cuando alguien lo reconoció desde una tribuna y empezó a gritar su nombre. Fue cuestión de minutos que el público coreara su nombre. Dice que fue el momento más emocionante de su vida, y fue definitivamente gracias al programa concurso de Caracol Televisión.
“No hay remedio”
Recientemente lanzó No hay remedio, una composición del poeta de Buenaventura Hugo Tovar, que ya suma más de 500 mil vistas en Youtube. La letra es una crítica a aquellos que quieren arreglar la vida de los demás cuando la suya no es perfecta. Es el primer sencillo de un disco que saldrá a finales de año, de la mano del sello discográfico Cuaryen.
Se espera una producción variada, con salsa para el bailador e invitados sorpresas. Y como dice Orlando Hurtado, “tienen que comprarse dos pares de zapatos, porque uno solo no les va a alcanzar”.
* De la Fundación Color de Colombia.
Orlando Hurtado tiene dos sueños cumplidos. El primero de ellos es cantar con Los Hermanos Lebrón que, junto con El Gran Combo y La Sonora Ponceña, es la orquesta más sonada en las esquinas de Cali. El segundo es formar parte de Delirio, “el show de salsa más grande del mundo”. Para un salsero en Cali, llegar a este punto es graduarse de la universidad del género. Y ahora está comenzando su “posgrado”: ser solista.
Nacido en Cali, José Orlando Hurtado Hurtado viene de una familia del Pacífico caucano, tierra de arrullos, cantadoras, bambuco y currulao. Donde el mar y el viento forman parte de la banda sonora del ambiente. Virgilio Hurtado, su abuelo paterno, tocaba la marimba; Virgilio II, su papá, era un hombre musical, siempre que estaba en la casa, cuando su trabajo en el ferrocarril nacional se lo permitía. Inventaba canciones que le cantaba a su madre, María Hurtado, y ella le respondía igualmente con un soneto improvisado.
En este entorno se criaron 11 hermanos, todos con mucho talento musical, pero los únicos que tomaron este camino como opción de vida fueron Virgilio, quien también cantó con Los Hermanos Lebrón entre 2008 y 2016, y Orlando, que se formó como licenciado en música y ejerce como docente desde hace 25 años. Actualmente dicta clases en la institución universitaria Antonio José Camacho y en el Colegio Leonístico La Merced, en Cali.
Siguiendo el ejemplo de su hermano, desde muy joven se decantó por el canto. En el barrio San Carlos de Cali, donde creció, lo conocían porque cantaba en cuanto evento se presentaba.
Viaje por la escena salsera en Cali
A principios de los 90, cuando apenas era un muchacho flaco y alto, de no más de 19 años, fue parte de la orquesta de Wilson Saoko Manyoma, que por esos días se había retirado de Fruko y sus Tesos. Mudado a Cali, decidido a formar su orquesta, reunió a 12 muchachos con los que grabó Sabor en pasta, una producción de Discos Victoria, donde salieron temas como Falsaria, El carcelero, Regresa, entre otros.
La escena salsera en Cali a finales de los años 90 fue tan densa, que se llegaron a registrar hasta 80 agrupaciones de salsa. Orlando, joven y en la cresta de la ola local, dejó su huella en distintas agrupaciones:
Con la orquesta Ecue grabó el tema Tarde en mí, también el disco A conciencia, con la orquesta Antifaz (2002), donde se destacó Homenaje a Mulenze Orquesta; con la orquesta Sensación hizo El profesor (2006), una producción de 13 temas, con un remake del famoso Achili pu, de El Gran Combo de Puerto Rico. También grabó con la Orquesta Calle (2001) y con Armadilo Ibargüen (2007). Hasta que un amigo lo recomendó para la orquesta Bronko de Venezuela, del maestro Félix Zuares, Shakaito, donde estuvo por 12 años.
Ha tenido la oportunidad de cantar al lado de grandes instituciones de la salsa como Maelo Ruiz, Luisito Carrión, Cheo Feliciano y Tony Vega. Asimismo, formó parte de la orquesta La Fuga, Mambo Big Band de Bogotá, Cali Big Band de José Aguirre y Tributo A La Salsa Colombiana, de Alberto Barros, en diferentes montajes con la Filarmónica de Cali, y Los Guerreros de la Salsa en Miami.
Dos sueños cumplidos
En 2008, los caminos de la vida lo llevaron a Miami, Estados Unidos, a donde se mudó por un año para promocionar el disco El profesor, que grabó con el sello Changüí, y allí conectó con alguien que lo recomendó con Los Hermanos Lebrón. De vuelta en Colombia, casi que de forma fortuita, comenzó a hacer reemplazos para esa agrupación.
Para ese momento su hermano Virgilio llevaba un par de años cantando con la orquesta y ya habían grabado el disco Si me permites (2008). La primera vez que se trepó a un escenario a cantar con Los Hermanos Lebrón lo tiene clavado en su memoria como uno de los más emocionantes de su vida. Fue en un concierto en el Downtown Majestic de Bogotá, en julio de 2008, en conmemoración del aniversario número 40 de la orquesta.
Luego de que su hermano se retirara de la orquesta, Orlando tomó su lugar y los acompaña como su vocalista principal desde 2016.
La agrupación, originaria de Puerto Rico y conformada en Nueva York, fue cocreadora del funky blues a finales de la década de 1960. Hace 18 años se radicó en Cali, la Capital mundial de la salsa. A pesar de que dos de los cuatro hermanos han fallecido, Pablo Lebrón en 2010 y Frankie en 2020, el colectivo sigue presente y vigente en la escena salsera nacional.
Su segundo sueño cumplido fue ser parte de los 300 artistas que conforman Delirio, un show que combina circo, orquesta en vivo y bailarines de salsa. Orlando Hurtado tiene una característica especial que lo hace resaltar entre los otros cantantes: es sonero, es decir, que puede improvisar con mucha facilidad, lo que fue un plus a la hora de audicionar para este espectáculo.
Dice que esta cualidad la aprendió de ver a sus padres, que se inventaban canciones mutuamente. Sin embargo, en el Pacífico caucano esto es una virtud que se hereda de las cantadoras, como un don y que Orlando Hurtado ha sabido utilizar a su favor.
La Voz de Orlando Hurtado
En 2014, Hurtado tuvo la oportunidad de concursar en el formato de televisión La Voz Colombia, al lado del entrenador Ricardo Montaner. De esta experiencia dice que creció mucho como artista; sin embargo, lo mejor que obtuvo fue el reconocimiento en su ciudad como uno de los mejores cantantes locales.
Recuerda una ocasión en que estaba como espectador en un concierto de Alejandro Sanz, en Manizales, cuando alguien lo reconoció desde una tribuna y empezó a gritar su nombre. Fue cuestión de minutos que el público coreara su nombre. Dice que fue el momento más emocionante de su vida, y fue definitivamente gracias al programa concurso de Caracol Televisión.
“No hay remedio”
Recientemente lanzó No hay remedio, una composición del poeta de Buenaventura Hugo Tovar, que ya suma más de 500 mil vistas en Youtube. La letra es una crítica a aquellos que quieren arreglar la vida de los demás cuando la suya no es perfecta. Es el primer sencillo de un disco que saldrá a finales de año, de la mano del sello discográfico Cuaryen.
Se espera una producción variada, con salsa para el bailador e invitados sorpresas. Y como dice Orlando Hurtado, “tienen que comprarse dos pares de zapatos, porque uno solo no les va a alcanzar”.
* De la Fundación Color de Colombia.