Orquesta Sinfónica de Chapinero, sátira musical afinada
El proyecto integrado por Karl Troller, Juan Pablo Cuevas y Eduardo Arias lanza dos álbumes, “Copy/Paste Vol. 1” y “Bogotá, ciudad abierta”, con los que desarrolla su visión particular de la realidad. Lea aquí intimidades de su proceso creativo.
Eduardo Arias
A pesar de lo que insinúa su nombre, la Orquesta Sinfónica de Chapinero (OSCH) no es una orquesta. Es un grupo musical virtual, que si acaso fue sinfónico en su primer álbum (Gaitanista!, 1990) y más exactamente en el tema Revolution number 9 de abril, en el que echó mano de fragmentos orquestales de Mahler, Ricardo Strauss y Béla Bartók, como base de un collage sonoro construido en varias capas. En los dos más recientes trabajos, que se lanzaron a comienzos de diciembre, no existe ningún rastro de algo que se asemeje a una orquesta sinfónica. Pero así quedó establecido el nombre de este proyecto. Copy/Paste Vol. 1 y Bogotá, ciudad abierta —estos son los nombres de estas nuevas producciones— son muy diferentes.
Copy/Paste Vol. 1 es un collage sonoro en el cual se combinaron fragmentos muy breves de canciones de artistas reconocidos (los Beatles, Queen, José Luis Perales, The Police, Roberto Goyeneche, Locomia, Kraftwerk y Nino Bravo, entre muchos otros), que están conectados por tener algo en común. Por ejemplo, en el tema Dogos conviven Dogs, de Pink Floyd, y El baile del perrito, de Wilfrido Vargas, con Black Dog, de Led Zeppelin, y los primeros compases de El baile de los que sobran, de Los Prisioneros, en los que se escuchan ladridos de perros.
La idea de hacer estos collages se le ocurrió a Karl Troller, y durante varios años entre él y yo (Eduardo Arias) le dimos vueltas al asunto, hicimos un listado de posibles temas e incluso intentamos realizar algunos collages que no pasaron de ser simples ejercicios caseros de copiar y pegar.
Sin embargo, el proyecto se concretó entre 2013 y 2014, gracias a los buenos oficios de Juan Pablo Cuevas, quien, al frente de su computador y sus programas de edición de música, no solamente unió canciones y voces, sino que también logró en algunos casos mezclarlos uno sobre otro, jugar con armonías y melodías, para que los contrastes y las sorpresas no fueran únicamente la conjunción de distintas canciones que hablaban de un mismo tema. En algunos de estos collages también aparecen voces de personajes de la vida política y de la farándula, así como locutores deportivos.
En 2014 quedaron listos cinco collages, así como el diseño de la portada de un hipotético CD, pero solo en este año se imprimió. Se completaron tres temas que estaban a medio terminar y Juan Pablo Cuevas hizo los ajustes finales, la mezcla y la producción. Este proyecto se asemeja a algunos cortes que se hicieron para el disco Gaitanista!, y de alguna manera son hijos directos de Revolution No. 9 de abril, en el sentido de que no intervienen instrumentos musicales ni voces proporcionadas por los integrantes de la OSCH, sino que todos los sonidos son extraídos de discos y pistas sonoras con discursos de políticos o periodistas sacadas de la radio y la televisión.
Bogotá, ciudad abierta es el resultado del proyecto Radio Chapinero, que forma parte del contenido de la página web Semana.com. Para este Facebook Live se realizaron a lo largo de 2018 algunos videos musicales relacionados con la actualidad nacional.
El proceso de creación de este material es mucho más rápido, ya que obedece a la lógica del periodismo más que de la producción musical. En la preparación de los programas Cuevas, Troller y yo definimos si alguna de las noticias da pie para realizar un video musical. Cuando se escoge el tema, en el fin de semana yo compongo o adapto la música y grabo todos los sonidos y ritmos con programas de edición (Reason o Live) y teclados.
Luego le envío las pistas de cada tema a Juan Pablo Cuevas. Entre Arias y Troller escribimos la letra definitiva, y el lunes, en el estudio de Juan Pablo Cuevas, los tres (o alguno de los tres) graban la parte vocal. Luego Juan Pablo agrega sonidos incidentales cuando el tema lo amerita, y se agregan las voces de los personajes involucrados en cada tema, que se bajan de la red.
Este proceso ha permitido que formen parte del elenco de este trabajo Álvaro Uribe Vélez y su interlocutor al que el senador le advierte que su teléfono está intervenido; Enrique Peñalosa, en varias de sus explicaciones de lo convenientes que son los buses y lo inconveniente que es un metro; Alejandro Ordóñez explicando que la quema de libros es un acto pedagógico; Gustavo Petro, defensor de su máquina tapahuecos, y el encargado de doblar al español de España apartes de la película Fahrenheit 451, de François Truffaut.
Este disco se asemeja más al segundo trabajo de la OSCH, Transite bajo su propio riesgo (MTM, 1999), el cual contó con la participación de Félix Riaño en la composición e interpretación de muchos temas y donde tanto Arias como Troller cantaron la mayoría de las canciones. También tiene varias piezas “tecno”, que ya se habían hecho sentir en su tercer álbum de 2001, Concierto para delinquir, en el cual yo ya empiezo a experimentar con teclados y sonidos electrónicos.
El resultado final han sido dos álbumes muy diferentes entre sí. Esta ha sido la característica de este proyecto de sátira musical, en el que conviven gran cantidad de géneros. Por la compra del CD Bogotá, ciudad abierta se podrán llevar gratis el CD Copy/Paste.
Los discos se pueden conseguir en Tango Discos, El Tornamesa y RPM Records. Siga a la Orquesta Sinfónica de Chapinero en @radiochapinero o en www.ariasytroller.com.
A pesar de lo que insinúa su nombre, la Orquesta Sinfónica de Chapinero (OSCH) no es una orquesta. Es un grupo musical virtual, que si acaso fue sinfónico en su primer álbum (Gaitanista!, 1990) y más exactamente en el tema Revolution number 9 de abril, en el que echó mano de fragmentos orquestales de Mahler, Ricardo Strauss y Béla Bartók, como base de un collage sonoro construido en varias capas. En los dos más recientes trabajos, que se lanzaron a comienzos de diciembre, no existe ningún rastro de algo que se asemeje a una orquesta sinfónica. Pero así quedó establecido el nombre de este proyecto. Copy/Paste Vol. 1 y Bogotá, ciudad abierta —estos son los nombres de estas nuevas producciones— son muy diferentes.
Copy/Paste Vol. 1 es un collage sonoro en el cual se combinaron fragmentos muy breves de canciones de artistas reconocidos (los Beatles, Queen, José Luis Perales, The Police, Roberto Goyeneche, Locomia, Kraftwerk y Nino Bravo, entre muchos otros), que están conectados por tener algo en común. Por ejemplo, en el tema Dogos conviven Dogs, de Pink Floyd, y El baile del perrito, de Wilfrido Vargas, con Black Dog, de Led Zeppelin, y los primeros compases de El baile de los que sobran, de Los Prisioneros, en los que se escuchan ladridos de perros.
La idea de hacer estos collages se le ocurrió a Karl Troller, y durante varios años entre él y yo (Eduardo Arias) le dimos vueltas al asunto, hicimos un listado de posibles temas e incluso intentamos realizar algunos collages que no pasaron de ser simples ejercicios caseros de copiar y pegar.
Sin embargo, el proyecto se concretó entre 2013 y 2014, gracias a los buenos oficios de Juan Pablo Cuevas, quien, al frente de su computador y sus programas de edición de música, no solamente unió canciones y voces, sino que también logró en algunos casos mezclarlos uno sobre otro, jugar con armonías y melodías, para que los contrastes y las sorpresas no fueran únicamente la conjunción de distintas canciones que hablaban de un mismo tema. En algunos de estos collages también aparecen voces de personajes de la vida política y de la farándula, así como locutores deportivos.
En 2014 quedaron listos cinco collages, así como el diseño de la portada de un hipotético CD, pero solo en este año se imprimió. Se completaron tres temas que estaban a medio terminar y Juan Pablo Cuevas hizo los ajustes finales, la mezcla y la producción. Este proyecto se asemeja a algunos cortes que se hicieron para el disco Gaitanista!, y de alguna manera son hijos directos de Revolution No. 9 de abril, en el sentido de que no intervienen instrumentos musicales ni voces proporcionadas por los integrantes de la OSCH, sino que todos los sonidos son extraídos de discos y pistas sonoras con discursos de políticos o periodistas sacadas de la radio y la televisión.
Bogotá, ciudad abierta es el resultado del proyecto Radio Chapinero, que forma parte del contenido de la página web Semana.com. Para este Facebook Live se realizaron a lo largo de 2018 algunos videos musicales relacionados con la actualidad nacional.
El proceso de creación de este material es mucho más rápido, ya que obedece a la lógica del periodismo más que de la producción musical. En la preparación de los programas Cuevas, Troller y yo definimos si alguna de las noticias da pie para realizar un video musical. Cuando se escoge el tema, en el fin de semana yo compongo o adapto la música y grabo todos los sonidos y ritmos con programas de edición (Reason o Live) y teclados.
Luego le envío las pistas de cada tema a Juan Pablo Cuevas. Entre Arias y Troller escribimos la letra definitiva, y el lunes, en el estudio de Juan Pablo Cuevas, los tres (o alguno de los tres) graban la parte vocal. Luego Juan Pablo agrega sonidos incidentales cuando el tema lo amerita, y se agregan las voces de los personajes involucrados en cada tema, que se bajan de la red.
Este proceso ha permitido que formen parte del elenco de este trabajo Álvaro Uribe Vélez y su interlocutor al que el senador le advierte que su teléfono está intervenido; Enrique Peñalosa, en varias de sus explicaciones de lo convenientes que son los buses y lo inconveniente que es un metro; Alejandro Ordóñez explicando que la quema de libros es un acto pedagógico; Gustavo Petro, defensor de su máquina tapahuecos, y el encargado de doblar al español de España apartes de la película Fahrenheit 451, de François Truffaut.
Este disco se asemeja más al segundo trabajo de la OSCH, Transite bajo su propio riesgo (MTM, 1999), el cual contó con la participación de Félix Riaño en la composición e interpretación de muchos temas y donde tanto Arias como Troller cantaron la mayoría de las canciones. También tiene varias piezas “tecno”, que ya se habían hecho sentir en su tercer álbum de 2001, Concierto para delinquir, en el cual yo ya empiezo a experimentar con teclados y sonidos electrónicos.
El resultado final han sido dos álbumes muy diferentes entre sí. Esta ha sido la característica de este proyecto de sátira musical, en el que conviven gran cantidad de géneros. Por la compra del CD Bogotá, ciudad abierta se podrán llevar gratis el CD Copy/Paste.
Los discos se pueden conseguir en Tango Discos, El Tornamesa y RPM Records. Siga a la Orquesta Sinfónica de Chapinero en @radiochapinero o en www.ariasytroller.com.