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Ovy On The Drums: el productor de moda que no sigue modas

Le gusta llevar la contraria a las tendencias y ahora es conocido como el Mejor productor de América Latina en el Hot 100 de la revista “Billboard”.

Alberto González Martínez*
13 de junio de 2022 - 02:00 a. m.
Ovy On The Drums está detrás de algunos éxitos de Karol G, Paulo Londra y Piso 21.  / Archivo particular
Ovy On The Drums está detrás de algunos éxitos de Karol G, Paulo Londra y Piso 21. / Archivo particular
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El éxito de Ovy On The Drums está en no producir lo mismo que los demás. Hace la tarea de escuchar las canciones más sonadas en el mundo para no replicarlas. No le gusta sumarse a una tendencia, sino explorar sonidos que no se hayan escuchado y fusionar melodías que no se hayan mezclado.

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“Hice un beat que todavía no lo he mostrado. Estaba en Bahamas haciendo música y cogí la cajita de los headphones, el sonido del cargador cuando uno conecta la laptop, también el sonido de cuando cae una cadena y uno mordiendo una papa frita. Grabé todos esos sonidos y es lo más raro que he hecho en la música”.

Tiene en su cabeza una caja de Pandora musical. Se sienta. Toca el piano. Cierra los ojos espera a que la música le fluya. Se para. Vuelve y se sienta. Se inspira. Toca nuevamente el piano. Lo que le gusta lo guarda. Luego lo sigue explorando. Puede cambiar de dinámica. No tiene un método definido para crear. La música simplemente le brota.

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No siempre le ha brotado. En su infancia no tenía interés por lo musical. Su abuelo, un músico de orquestas, le enseñó a tocar la flauta y otros instrumentos, pero no le interesaba. Su madre también estuvo ligada a este ámbito, haciendo coros en un grupo de salsa. Tampoco era una opción para él. El fútbol sí. Quiso ser futbolista de talla mundial. Era lo que respiraba en la Comuna 13 de Medellín. Su sueño era ser como los grandes de su ciudad. Estuvo en la categoría profesional del fútbol colombiano jugando para el equipo Águilas Doradas. Insistía e insistía para escalar. Luego desistió. Supo que su camino no estaba por ahí.

Ese era su único camino. No tenía muchas opciones. La música lo había perseguido desde la infancia, pero no le prestaba atención. Un primo lo llamó a que lo acompañara a una producción. Él, después de salir de clases, lo acompañó. En ese momento cobró sentido la música. La escuchó diferente.

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Ovy en las baterías

Aprendió a usar Fruity Loops, plataforma para mezclar, y desde entonces no la ha vuelto a cerrar. La explora todos los días como lo hacía en sus inicios. No recuerda el primer ritmo que hizo, pero asegura que no sirvió para nada. Siguió explorando y comenzó a crear algo nuevo.

“Yo hacía un ritmo, pero no sabía qué estaba haciendo, musicalmente hablando”.

Decidió estudiar una tecnología en Ingeniería Musical. No la terminó. Solo iba a las clases que tuvieran que ver netamente con la música. Las de cálculo, física y matemáticas no le gustaban. Reconoció cuál era el ritmo que estaba haciendo y al poco tiempo sacó “Salgamos”, su primer éxito, que fue grabado por Maluma, Andy Rivera y Kevin Roldán con Capital Music.

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“Llego al estudio por un amigo, Ronald el Kila. Él siempre ha creído en mí porque le gustaban mis ritmos. Me fui pa’ Capital a buscar oportunidades y en una de esas salió la de ‘Salgamos’. Eran mis inicios. Todo eso fue una escuela porque no sabía nada del negocio, ni siquiera que podía ganar regalías”.

Poco crédito le dieron. Pero iba aprendiendo. Se puso su nombre artístico, Ovy, por su segundo apellido, Oviedo, y el resto porque a un productor no le gusto una mezcla que le encargó. Solo le dejó las baterías. Lo comenzó a molestar con los drums y él, en vez de ofenderse, se puso Ovy Killing On The Drums.

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Ya hacía cosas en la música, pero aún le faltaba. Unos amigos sanandresanos le hicieron un encargo. Que le llevara a Karol G unos temas. Lo hizo y de paso le ofreció sus servicios como DJ. Lo llamó a los meses y él aprovechó de nuevo para mostrarle sus melodías. A ella le gustó y comenzaron a trabajar.

“Con Karol hemos tenido mucha química. Nos dimos cuenta de que juntos éramos un equipo ganador. Aprendí a descifrarla musicalmente y creamos un sonido y un estilo juntos. Y eso se ha visto en la música que hemos sacado hasta el último tema”.

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A Karol G no le gusta cómo sonaba el Killing y le dijo que se lo quitara, que Ovy On The Drums sonaba mejor. Lo comenzó a montar en las canciones que producía. Sin saber tocar batería, se convirtió en su sello. No se imaginó el impacto de esa frase.

Ovy en el estudio

Tampoco sabía que sus melodías terminarían creando la canción latina más premiada del mundo. Hizo la pista. Le pareció muy buena y la guardó. Se la mostró luego a Karol G. A ella no le pareció tanto. La volvió a guardar y meses después Karol le preguntó por ella. Montaron el resto de instrumentos y la letra. Así se creó “Tusa”.

Él busca sonidos que no hayan usado. “Tusa” comienza con violines y Ovy On The Drums dice que parecen de otra época. “Provenza” es el éxito actual. Exploró un nuevo género: el afrohouse. Tiene percusión afro, volvió a los violines, le metió electrónica y el beat urbano que más identifica la canción. Esas mezclas también son su sello.

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Ya había creado el sello Big Ligas. Le habían hablado de un músico argentino que hacía buena música. Era Paulo Londra. A Ovy le impresionó el nivel musical, pero no le gustó el estilo. Pensó que podrían hacer cosas juntos y Londra firmó con ellos. Crearon algunos éxitos y recorrieron varios países de América Latina.

Vinieron los problemas. Paulo Londra rompió la cláusula de un contrato que había firmado sin consentimiento, según ha dicho, que no le permitía hacer música con otras disqueras. El problema se fue a términos judiciales y en esas estuvieron un par de años. Ovy siguió haciendo música, pero Paulo no podía. Finalmente llegaron a un acuerdo.

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Antes de su rompimiento, estaban una noche estaban en Chile. La gente aclamaba a Ovy On The Drums. Él estaba emocionado y Londra lo invitó a la tarima. El público lo ovacionó más. Ese fue el punto de partida para que también comenzara a cantar. No estaba muy seguro. Se lanzó al agua y ha cantado al lado de otros artistas como Mike Towers. Sus canciones sobrepasan las 200 millones de reproducciones en Youtube.

Sin seguir a cabalidad los ritmos de moda, se ha convertido en tendencia. Él es uno de los productores más importantes de talla mundial. Fue elegido Mejor productor de los premios Nuestra Tierra. Ocupó el puesto número uno en el top latino de Billboard y número tres en el global. Dice que le hace falta un ganar un Grammy, pero que hay algo más importante.

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“Lo que más anhelo es dejar un legado en la música. Muchos seguidores me dicen que se han vuelto productores gracias a mí. Eso es lo que más me motiva a seguir trabajando en esto, porque estoy motivando y llevando un mensaje a muchas personas que quizás estén, como yo, al principio de una carrera y no saben qué quieren hacer con su vida”.

*De la Fundación Color de Colombia.

Por Alberto González Martínez*

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