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Ovy On The Drums va por todo

Después de consolidar su carrera como productor del género urbano con “Tusa”, el éxito superviral que hizo para Karol G y Nicki Minaj, Ovy On The Drums se lanza como cantante.

Sara Kapkin
22 de julio de 2020 - 02:00 a. m.
Ovy On The Drums ha sido productor de éxitos de Karol G, Anuel AA, Paulo Londra y Piso 21.
Ovy On The Drums ha sido productor de éxitos de Karol G, Anuel AA, Paulo Londra y Piso 21.
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“La música siempre nos sorprende a todos. Un día simplemente soñábamos con que alguien grabara con Nicky Minaj, con Beyoncé, con Madonna, y ya hoy en día… ya es fácil”, dice Ovy On The Drums, uno de los productores más exitosos, aunque una de las caras menos reconocidas del reguetón. (Lea: “Tusa”, la nueva canción de Karol G y Nicki Minaj)

Ovy es el creador detrás de hits como Tusa, de Karol G con Nicky Minaj —que además es la primera colaboración femenina en la historia en debutar como número 1 de la lista Latin Billboard de Hot Latin Songs—; Cuando te besé, de Becky G con Paulo Londra; Te vi, de Piso 21 con Micro TDH, y Ahora me llama, de Karol G con Bad Bunny, entre otras colaboraciones que incluyen a Anuel AA, Tekashi 69, Miky Woodz, Kendo Kaponi y Beéle.

Es, además, el productor de cabecera de Karol G, pues ha trabajado con ella desde el principio de su carrera y ha participado en cada uno de sus discos. También produjo Home Run, el álbum multiplatino del artista argentino Paulo Londra, bajo su propio sello, Big Ligas. Y hace poco presentó un remix de The Other Side, la canción de SZA y Justin Timberlake que hace parte de la banda sonora de la película animada Trolls World Tour. (Lea también: Piso 21: juntos, pero a la distancia)

Ovy no para. No ha parado desde el día que le instalaron en su computador, más por descarte que otra cosa, un programa de producción musical. “Ese día llegó un amigo a enseñarle a hacer música a mi primo, le instaló el programa a él y de pasó me lo instaló a mí. De ahí fue que yo empecé todos los días a aprender a manejarlo”. Cada día, desde entonces, dice él, hace algo, un ritmo, una melodía, una letra.

Antes de eso sabía poco o nada de música. Y mucho menos de lo que iba a ser su vida. Había estado en clases de piano, más por decisión de su mamá que por gusto suyo. Ahí se aprendió un par de temas, el cumpleaños, el Himno a la alegría y uno que otro villancico, que aprovechaba para tocar en las reuniones familiares. Su relación con la música no pasaba de ahí, o de jugar con sus primos haciendo videos disfrazados con gafas, gorras y chaquetas bailando e imitando los videos de reguetón.

Era más un juego que una ilusión. Quería ser futbolista, era lo que más le gustaba y lo único que se le ocurría. “Yo nunca tuve claro qué quería estudiar o qué quería hacer en mi vida, y siempre tuve esa preocupación. Lo único que hacía era jugar fútbol y estar en el colegio. Quería llegar a ser un jugador profesional, siempre lo tuve en mi mente, pero la verdad fue bien difícil, yo estaba como que… no sabía qué hacer y la música llegó en el momento más crítico y fue lo mejor que me pasó”. (Lea también: Diez canciones para recordar al reguetonero cubano El Dany)

Con esa idea fija en la cabeza, de hacer y hacer y producir y producir, Ovy On The Drums decidió que, además de productor y compositor, quiere ser cantante. Ya no va a estar más detrás de las canciones ni de los escenarios, o no solo ahí. Ahora pasa al frente, quiere estar en tarima, quiere interpretar lo que escribe, quiere más y sabe que puede. Lo ha visto en sus referentes, en Pharrell Williams o en Dr. Dre.

Pero la apuesta lo deja con un pie en la línea de partida. El año pasado, por ejemplo, hizo la canción más importante de su carrera como productor hasta la fecha: Tusa, y lanzó su primera colaboración como solista, La La, con Mike Bahía.

Está en un punto de mucha tensión y poca certeza. Es como correr dos veces la misma carrera, aunque nada garantiza un resultado parecido. Entonces, mientras hace ritmos para Anuel AA, le pide otros a Tainy y a Sky, para sus propias canciones.

“Mira cómo es la vida, yo como productor a un artista le encuentro su parte comercial y saco lo mejor de él, pero ya yo cantando… me cuesta, y me ha costado, la verdad. Como cantante estoy empezando desde cero, entonces tengo que buscar por cielo y tierra cómo voy a sonar mejor, y buscar siempre la variedad. Quiero también sonar diferente. Quiero que cuando Ovy On The Drums cante, el ritmo no se lo haga Ovy On The Drums”, dice.

Aunque es imposible negar que en esta carrera que empieza sí tiene algo de ventaja, pues no solo está rodeado por algunos de los mayores exponentes del reguetón de la actualidad, sino que sabe a la perfección cómo funciona ese negocio. Una ventaja envidiable para cualquiera que sueña con ser artista. (Además: El Gran Festival La Kalle anuncia edición virtual)

“Estoy trabajando sencillo por sencillo, aprendiendo. Yo tengo muy claro mi estilo y lo que quiero hacer. Me atrevería a decir que estaré más enfocado en el pop urbano. Estoy buscando el color y el flow que quiero mostrar. Voy por un muy buen camino, pero todavía no he logrado lo que quiero realmente”, dice Ovy.

Por ahora tiene tres colaboraciones sonando —La La, con Mike Bahía; Te sigo buscando, con Mau y Ricky, y Ya no me llames, con Tini— y está trabajando en la cuarta a la vez que produce el próximo disco de Karol G. Parar no es una opción, pues el reguetón y todos sus derivados urbanos parecen no tener limite.

“Lo único que sé como productor es que lo que uno no puede hacer es parar de crear. Como industria, hacia dónde vamos… la verdad que no me sorprendería que el día de mañana el reguetón sea el género principal en China, qué se yo. Siempre nos sorprende la música”, concluye Ovy On The Drums.

Por Sara Kapkin

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