Maluma: “Yo ya cambié el chip”
El artista paisa escogió el 21 de agosto para lanzar “Papi Juancho”, un álbum en el que le hace un homenaje al reguetón de barrio que tanto inspiró su carrera. Zion, Yandel, Darell, Ñejo, Dálmata, Jory Boy, Justin Quiles, Lenny Tavárez, Myke Towers, Randy y Yomo participan en el registro.
“Papi Juancho” es un disco de muy largo aliento, porque tiene 22 canciones nuevas. ¿En qué momento tomó la decisión de contrarrestar las indicaciones de la industria actual, que acostumbró a los artistas y al público a escuchar sencillos?
Este es un disco que hice para complacer a mis seguidores, a quienes, como yo, nos gusta el reguetón. Tenía más de cincuenta canciones grabadas… y no quería dejarlas ahí, así que decidí sacarlas sin pensar en la industria. Es un álbum que yo me sentía en la obligación de regalarme también, porque en él está mi esencia, la música con la que crecí y los artistas a los que invité son los que me influenciaron. Es un disco para agradecer.
Las primeras canciones de “Papi Juancho” fueron “A.D.M.V.” Y “Hawái”, dos de las más tranquilas y románticas. ¿Fue intencional esa selección, que muestra únicamente una de las atmósferas del disco?
Son canciones muy importantes para mí. Se alejan por completo de la esencia del disco, que es puro reguetón. Es la calle en la que me he divertido, como muchos jóvenes que hemos disfrutado en Envigado, Medellín… pero tampoco las quería dejar por fuera. Además, todo lo que ha pasado con ellas en radio y en plataformas es impresionante… así que son el bonus track de Papi Juancho. (Recordar: Maluma regresa a sus raíces musicales en “ADMV”).
En el álbum encontramos también una inclinación hacia los sonidos iniciales del reguetón. ¿Cómo fue esa mirada al pasado para usted?
¡Ufff, lo tenía claro! Tengo muchos recuerdos bonitos de cuando comenzaba mi carrera, de cómo me colaba a las fiestas de quince para ver al artista que estaba como show… casi siempre eran Ñejo y Dálmata… y yo solo trataba de acercarme. Un día le pedí a Ñejo su areta regalada como un amuleto de la suerte. En Papi Juancho invité a esos artistas que tienen esos sonidos que he disfrutado de su música como Zion, Randy, Yandel, Yomo, Lenny Tavárez, Justin Quiles, My Towers, Ñejo Flow, Dálmata, Jory Boy y Darell.
“Papi Juancho” también representa su exploración al trap, realizado en su voz o en la de algunos de sus invitados. ¿Cuál cree que es su aporte al trap?
Exploré hace mucho el trap cuando estaba en su furor, pero aquí tiene algo especial. Por ejemplo, en Medallo City, que es un trap con salsa, experimenté estos dos géneros musicales en una sola canción y todo lo que dice la letra son términos que utilizamos nosotros en Medellín, específicamente en Envigado; es puro barrio, mi barrio.
En canciones como “Luz verde”, “Cuidau”, “Booty” y “Madrid” se aclara que tienen contenidos explícito y referencias sexuales, pero temas como “Salida de escape” y “Vete, vete” también lo tienen y no se hace esa aclaración. ¿A qué se debe?
Mi trabajo es hacer la música, producirla; luego le paso al equipo todo el material y allí se encargan de entregarlo según los lineamientos de las plataformas. Por ahora les puedo decir que quienes gustan del reguetón se divertirán con las historias.
Al pensar este álbum, ¿de qué manera tuvo en cuenta al público al que le gusta escuchar historias y cuándo pensó en esos seguidores que prefieren el perreo intenso? ¿Cómo se plantea el equilibrio entre ambos ámbitos?
Todo lo que cuento en las canciones es lo que pasa en la calle, son conversaciones que tienen los jóvenes en fiestas. Por años, todos preferían decirlo en forma silenciosa y ahora con el reguetón o el perreo sólido, se canta en todos los niveles. Pienso siempre en mis seguidores, son ellos quienes escriben pidiéndolo a través de las redes. He recibido muchos mensajes y aquí los complacemos. Con este disco estoy trayendo la música que a mí me gusta. Hay un par de canciones, como “las más oscuras entre comillas”, que son mis favoritas, las que tienen el ritmo más heavy.
En “Medallo City”, canción en la que comparten protagonismo su voz y el piano, se le hace un homenaje a la jerga paisa. ¿Cómo le explica esas expresiones tan especiales al público que no tiene una relación directa con ese vocabulario?
Medallo City es un trap con pequeños toques de salsa. Yo estoy seguro de que el 90 % de la gente no va a entender la letra, pero eso no importa. Yo quiero mostrar mi cultura y quiero que la gente vea de dónde soy yo, yo soy de Medallo City.
En “Aneledad” hace referencia a un encierro. ¿Se inspiró en este proceso de confinamiento actual provocado por la pandemia del COVID-19?
Sí, esta canción, así como la producción del disco, se hizo en la pandemia. Lo que estamos pasando parece una película de ciencia ficción, la verdad. Cuando uno sale y ve la gente con tapabocas o el estar con nuestros tiempos restringidos nos afecta como seres humanos, nos afecta en nuestras relaciones personales, familiares, de amigos… y así nacen también las canciones… son historias.
En “Viento” habla de la transformación en otras vidas y en la energía. ¿Cuál es su creencia al respecto?
Mis creencias siempre las digo a los cuatro vientos. Soy un alma libre, feliz y quiero que todos vivan así, soy idealista, lo sé… soy agradecido con Dios, el universo, cada uno puede darle el nombre que quiera. Para mí es Dios, y todos los días le doy gracias por ser quien soy y lo que tengo. Yo trato de devolver un poco ayudando a través de mi fundación.
A lo largo de “Papi Juancho” utiliza expresiones de grueso calibre. ¿Pensó en algún momento en reemplazarlas para hacerlas más radiables y comerciales?
A mí me gusta el reguetón calle y pa’ ser sincero yo tuve un tiempo en el que me salí mucho de lo que me gustaba a mí, quise complacer mucho a la gente. Igual siempre he hecho la música que me gusta, pero hay canciones ahí en el disco que son reguetón, perreo sólido, repito, con el que yo crecí, con el que hacía las parties con mis amigos y eso lo dejé de hacer en una época, porque me volví un artista más pop.
En el disco contó con la colaboración de otros artistas, más hombres que mujeres, ¿cómo los convenció de participar en este proceso tan especial para usted?
Cuando empecé mi carrera, quienes comenzaron con la onda del reguetón en su mayoría eran hombres y fueron ellos quienes me influenciaron. Así que tenía la base, la idea, y llamarlos a convencer fue fácil. Solo les dije que quería hacer música con ellos, les mandé las canciones y todos dijeron sí. ¡Y aquí estamos estrenando! No puedo estar más feliz con “Papi Juancho”, que es un disco de agradecimiento a ellos.
Este sería su quinto álbum de estudio después de “Magia”, “Pretty Boy, Dirty Boy”, “F.A.M.E.” y “11:11”. ¿Qué descubrió de usted mismo en este proceso de “Papi Juancho”?
La madurez mental que tengo ahora es otra. Además, yo tampoco soy un niño, aunque estoy muy joven, tengo 26 años. He pasado por diferentes etapas en mi carrera. Cuando comencé mi carrera tenía esas ganas de ser famoso, esas ganas de comprarle una casa a mi mamá, esas ganas de obtener cosas, dinero…. Ya hoy quiero dejar un mensaje de que los sueños se hacen realidad, tengo mi fundación, donde quiero ayudar y hacer felices a otras personas que lo necesitan. Ya cambié el chip, en mi cabeza soy otro ser humano más aterrizado.
¿Cómo fue para usted ultimar los detalles de este álbum en plena cuarentena?
Yo tenía mucha música grabada, tenía alrededor de cincuenta canciones y ya necesitaba que la gente pudiera disfrutar de mi música. No quiero guardarme nada. Fue un proyecto demasiado rápido, en cuatro meses yo ya tenía listo el álbum. Llegué a Miami y terminé de componer, pero todo nació en Medellín. En mi casa en Colombia, gracias a Dios, tengo mi estudio; entonces iba desde mi habitación a mi estudio y me encerraba ahí y hacía música y música, canción tras canción y cuando llegué a Miami me di cuenta de que tenía muchas canciones listas y que tenía que buscar una manera de sacarlas. Ahí fue donde dije: ¿por qué no hacer un álbum? ¡Vamos a hacerlo ya! Ahí llamé a todo mi equipo de trabajo y les dije que se organizaran, que íbamos a sacar un disco pronto, mínimo en dos meses, y todo el mundo empezó a correr. Hicimos las fotos, los videos y han sido meses de mucho trabajo, la verdad; ha sido muy intenso.
¿Cuál es su expectativa frente a la recepción del público?
Lo que más quiero es que lo disfruten como yo…
¿Cómo ha pensado en las versiones en vivo de estas canciones nuevas?
Wow. ¡Ya quiero estar cantando en vivo! Estoy trabajando en el diseño del nuevo show. Soy perfeccionista, cuido muchos detalles, me acompaño de un gran equipo y sale mejor de lo que lo sueño.
“Papi Juancho” es un disco de muy largo aliento, porque tiene 22 canciones nuevas. ¿En qué momento tomó la decisión de contrarrestar las indicaciones de la industria actual, que acostumbró a los artistas y al público a escuchar sencillos?
Este es un disco que hice para complacer a mis seguidores, a quienes, como yo, nos gusta el reguetón. Tenía más de cincuenta canciones grabadas… y no quería dejarlas ahí, así que decidí sacarlas sin pensar en la industria. Es un álbum que yo me sentía en la obligación de regalarme también, porque en él está mi esencia, la música con la que crecí y los artistas a los que invité son los que me influenciaron. Es un disco para agradecer.
Las primeras canciones de “Papi Juancho” fueron “A.D.M.V.” Y “Hawái”, dos de las más tranquilas y románticas. ¿Fue intencional esa selección, que muestra únicamente una de las atmósferas del disco?
Son canciones muy importantes para mí. Se alejan por completo de la esencia del disco, que es puro reguetón. Es la calle en la que me he divertido, como muchos jóvenes que hemos disfrutado en Envigado, Medellín… pero tampoco las quería dejar por fuera. Además, todo lo que ha pasado con ellas en radio y en plataformas es impresionante… así que son el bonus track de Papi Juancho. (Recordar: Maluma regresa a sus raíces musicales en “ADMV”).
En el álbum encontramos también una inclinación hacia los sonidos iniciales del reguetón. ¿Cómo fue esa mirada al pasado para usted?
¡Ufff, lo tenía claro! Tengo muchos recuerdos bonitos de cuando comenzaba mi carrera, de cómo me colaba a las fiestas de quince para ver al artista que estaba como show… casi siempre eran Ñejo y Dálmata… y yo solo trataba de acercarme. Un día le pedí a Ñejo su areta regalada como un amuleto de la suerte. En Papi Juancho invité a esos artistas que tienen esos sonidos que he disfrutado de su música como Zion, Randy, Yandel, Yomo, Lenny Tavárez, Justin Quiles, My Towers, Ñejo Flow, Dálmata, Jory Boy y Darell.
“Papi Juancho” también representa su exploración al trap, realizado en su voz o en la de algunos de sus invitados. ¿Cuál cree que es su aporte al trap?
Exploré hace mucho el trap cuando estaba en su furor, pero aquí tiene algo especial. Por ejemplo, en Medallo City, que es un trap con salsa, experimenté estos dos géneros musicales en una sola canción y todo lo que dice la letra son términos que utilizamos nosotros en Medellín, específicamente en Envigado; es puro barrio, mi barrio.
En canciones como “Luz verde”, “Cuidau”, “Booty” y “Madrid” se aclara que tienen contenidos explícito y referencias sexuales, pero temas como “Salida de escape” y “Vete, vete” también lo tienen y no se hace esa aclaración. ¿A qué se debe?
Mi trabajo es hacer la música, producirla; luego le paso al equipo todo el material y allí se encargan de entregarlo según los lineamientos de las plataformas. Por ahora les puedo decir que quienes gustan del reguetón se divertirán con las historias.
Al pensar este álbum, ¿de qué manera tuvo en cuenta al público al que le gusta escuchar historias y cuándo pensó en esos seguidores que prefieren el perreo intenso? ¿Cómo se plantea el equilibrio entre ambos ámbitos?
Todo lo que cuento en las canciones es lo que pasa en la calle, son conversaciones que tienen los jóvenes en fiestas. Por años, todos preferían decirlo en forma silenciosa y ahora con el reguetón o el perreo sólido, se canta en todos los niveles. Pienso siempre en mis seguidores, son ellos quienes escriben pidiéndolo a través de las redes. He recibido muchos mensajes y aquí los complacemos. Con este disco estoy trayendo la música que a mí me gusta. Hay un par de canciones, como “las más oscuras entre comillas”, que son mis favoritas, las que tienen el ritmo más heavy.
En “Medallo City”, canción en la que comparten protagonismo su voz y el piano, se le hace un homenaje a la jerga paisa. ¿Cómo le explica esas expresiones tan especiales al público que no tiene una relación directa con ese vocabulario?
Medallo City es un trap con pequeños toques de salsa. Yo estoy seguro de que el 90 % de la gente no va a entender la letra, pero eso no importa. Yo quiero mostrar mi cultura y quiero que la gente vea de dónde soy yo, yo soy de Medallo City.
En “Aneledad” hace referencia a un encierro. ¿Se inspiró en este proceso de confinamiento actual provocado por la pandemia del COVID-19?
Sí, esta canción, así como la producción del disco, se hizo en la pandemia. Lo que estamos pasando parece una película de ciencia ficción, la verdad. Cuando uno sale y ve la gente con tapabocas o el estar con nuestros tiempos restringidos nos afecta como seres humanos, nos afecta en nuestras relaciones personales, familiares, de amigos… y así nacen también las canciones… son historias.
En “Viento” habla de la transformación en otras vidas y en la energía. ¿Cuál es su creencia al respecto?
Mis creencias siempre las digo a los cuatro vientos. Soy un alma libre, feliz y quiero que todos vivan así, soy idealista, lo sé… soy agradecido con Dios, el universo, cada uno puede darle el nombre que quiera. Para mí es Dios, y todos los días le doy gracias por ser quien soy y lo que tengo. Yo trato de devolver un poco ayudando a través de mi fundación.
A lo largo de “Papi Juancho” utiliza expresiones de grueso calibre. ¿Pensó en algún momento en reemplazarlas para hacerlas más radiables y comerciales?
A mí me gusta el reguetón calle y pa’ ser sincero yo tuve un tiempo en el que me salí mucho de lo que me gustaba a mí, quise complacer mucho a la gente. Igual siempre he hecho la música que me gusta, pero hay canciones ahí en el disco que son reguetón, perreo sólido, repito, con el que yo crecí, con el que hacía las parties con mis amigos y eso lo dejé de hacer en una época, porque me volví un artista más pop.
En el disco contó con la colaboración de otros artistas, más hombres que mujeres, ¿cómo los convenció de participar en este proceso tan especial para usted?
Cuando empecé mi carrera, quienes comenzaron con la onda del reguetón en su mayoría eran hombres y fueron ellos quienes me influenciaron. Así que tenía la base, la idea, y llamarlos a convencer fue fácil. Solo les dije que quería hacer música con ellos, les mandé las canciones y todos dijeron sí. ¡Y aquí estamos estrenando! No puedo estar más feliz con “Papi Juancho”, que es un disco de agradecimiento a ellos.
Este sería su quinto álbum de estudio después de “Magia”, “Pretty Boy, Dirty Boy”, “F.A.M.E.” y “11:11”. ¿Qué descubrió de usted mismo en este proceso de “Papi Juancho”?
La madurez mental que tengo ahora es otra. Además, yo tampoco soy un niño, aunque estoy muy joven, tengo 26 años. He pasado por diferentes etapas en mi carrera. Cuando comencé mi carrera tenía esas ganas de ser famoso, esas ganas de comprarle una casa a mi mamá, esas ganas de obtener cosas, dinero…. Ya hoy quiero dejar un mensaje de que los sueños se hacen realidad, tengo mi fundación, donde quiero ayudar y hacer felices a otras personas que lo necesitan. Ya cambié el chip, en mi cabeza soy otro ser humano más aterrizado.
¿Cómo fue para usted ultimar los detalles de este álbum en plena cuarentena?
Yo tenía mucha música grabada, tenía alrededor de cincuenta canciones y ya necesitaba que la gente pudiera disfrutar de mi música. No quiero guardarme nada. Fue un proyecto demasiado rápido, en cuatro meses yo ya tenía listo el álbum. Llegué a Miami y terminé de componer, pero todo nació en Medellín. En mi casa en Colombia, gracias a Dios, tengo mi estudio; entonces iba desde mi habitación a mi estudio y me encerraba ahí y hacía música y música, canción tras canción y cuando llegué a Miami me di cuenta de que tenía muchas canciones listas y que tenía que buscar una manera de sacarlas. Ahí fue donde dije: ¿por qué no hacer un álbum? ¡Vamos a hacerlo ya! Ahí llamé a todo mi equipo de trabajo y les dije que se organizaran, que íbamos a sacar un disco pronto, mínimo en dos meses, y todo el mundo empezó a correr. Hicimos las fotos, los videos y han sido meses de mucho trabajo, la verdad; ha sido muy intenso.
¿Cuál es su expectativa frente a la recepción del público?
Lo que más quiero es que lo disfruten como yo…
¿Cómo ha pensado en las versiones en vivo de estas canciones nuevas?
Wow. ¡Ya quiero estar cantando en vivo! Estoy trabajando en el diseño del nuevo show. Soy perfeccionista, cuido muchos detalles, me acompaño de un gran equipo y sale mejor de lo que lo sueño.