Pimpinela: 40 años del estilo “novela” en la balada latina
Los hermanos Lucía y Joaquín Galán, integrantes del exitoso dúo argentino, reconstruyen su historia artística y hablan de la gira por Colombia, en la que se presentarán en Bogotá, Medellín y Cali.
Giancarlo Calderón
Los hermanos Joaquín y Lucía Galán, nacidos en Buenos Aires (Argentina), más conocidos en el universo artístico como Pimpinela, se han convertido en unas leyendas de la música latinoamericana. Cuatro décadas de trayectoria profesional y más de 25 millones de discos vendidos en todo el mundo, por los que han recibido más de 95 discos de oro, platino y diamante, ratifican su éxito. En ese tiempo han consolidado un estilo característico que incluye, tanto en sus canciones como en sus presentaciones, una importante carga dramática.
En entrevista con El Espectador, los músicos contaron, entre otras cosas, que están “felices festejando estos 40 años de carrera musical. Además, están muy contentos de recorrer escenarios de muchos países. A Colombia, por ejemplo, la hemos recorrido muchísimas veces en todo este tiempo, por eso nos complace festejarlo con su público, ofreciendo estos tres conciertos y presentando todas las canciones que la gente quiere escuchar de nosotros: Olvídame y pega la vuelta, Dímelo delante de ella, El amor no se puede olvidar, Hermanos y Valiente, entre otras; o las más recientes: Traición y Cuando lo veo. Realmente estamos felices de estar nuevamente con nuestro público colombiano”.
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El encuentro al que se refiere Lucía Galán es el que tendrán los cantantes argentinos el 28, 29 y 30 de abril en Bogotá, Medellín y Cali, respectivamente. Con respecto al repertorio que tienen pensado presentar, Joaquín Galán, en tono desenfadado, dijo que “no ha sido fácil hacer la lista: ahí también nos peleamos, pero obviamente van a estar todas las canciones que representan momentos importantes de nuestra carrera”.
El amor, y más el amor romántico, es la sustancia primordial de lo que se conoce como el género balada. Es también, por supuesto, el hilo conductor temático en la historia musical de Pimpinela. Sin embargo, ha sido el opuesto a este, el desamor, el que ha marcado su estilo y su esencia artística, porque son las relaciones conflictivas y los desencuentros de pareja los que ocupan gran parte de su propuesta musical. Tal vez allí radica el éxito contundente que han tenido durante todos estos años, pues si existe algo genuinamente humano, con lo que en algún momento la mayoría de las personas se han identificado, y que además trasciende edades, géneros e idiomas, entre otros, es el conflicto amoroso.
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Al respecto, apuntó Joaquín Galán: “Olvídame y pega la vuelta fue, como decimos siempre, la punta del iceberg de ese estilo, que es el resultado del teatro que aprendía Lucía de adolescente en el colegio y de mi búsqueda de componer: de ahí surgió esa canción que representa nuestro ‘estilo novela’ y que ha sido el sustento de nuestra música durante todo este tiempo”.
Asimismo, en alusión a la génesis de Pimpinela, el cantautor comentó que “cantábamos los fines de semana y empecé a componer; entonces salió Olvídame y pega la vuelta. Recuerdo que un día, cuando Lucía volvió del colegio, le dije canta este pedacito, tú dices: ‘¿Quién es?’, y yo digo: ‘Soy yo’...Y pues ella, que venía de su clase de teatro, empezó a hacer ademanes como en sus ejercicios de improvisación y nos empezamos a morir de risa con eso, nos pareció genial, distinto, y con nuestro profesor de teatro de esa época iniciamos el proceso.
(Además: Jorge Drexler presenta su esperado álbum “Tinta y Tiempo”)
Luego compuse otras más, y después empezamos a hacer la puesta en escena. Digamos que aún no éramos Pimpinela, pero ya teníamos seis o siete canciones, y ahí fue que le dijimos a nuestra madre: ‘encontramos algo que nos divierte y vamos a probar’”. Y probaron, claro, y durante 40 años les ha salido bien.
Son las letras singulares de sus canciones, llenas de pasión por el oficio de componer y narrar vivencias propias y ajenas, y sus respectivas puestas en escena, donde se encuentra condensada la magia que durante cuatro décadas ha conectado la música de Pimpinela con el público de varias generaciones. Acerca del proceso creativo que hay detrás de estas historias, Joaquín Galán apuntó: “Componer para mí siempre ha sido una necesidad.
(También: Andrés Cepeda lanza “Lo que había olvidado”, una balada dedicada a Elisa Restrepo)
Desde chico fui muy observador, es mi manera de expresarme, pues no soy muy conversador, soy más de observar las cosas. Luego vinieron los momentos de soledad, donde empezaron a surgir esas canciones”.
Una de ellas, la última en ser lanzada al mercado y cuyo video ya cuenta con un poco menos de tres millones de visitas en Youtube, se titula Cuando lo veo. La producción audiovisual está protagonizada por Lucía Galán y el reconocido actor chileno Benjamín Vicuña. Sobre este corte y la realización que lo acompaña, la artista comentó: “Esta canción habla de la posibilidad de una mujer de volver a sentir cosas que antes no sentía, ya sea por rutina o por cansancio o porque pensaba que ya no gustaba más, o no podía seducir a nadie más. De golpe aparece un hombre maravilloso, interpretado por este actor divino (Benjamín Vicuña), y ella empieza a plantearse un montón de cosas”.
(Además: Kany García y Rozalén se unen en el sencillo “Justito a Tiempo”)
Heroína de la vida real
“Heroína solitaria” fue una de las canciones más exitosas de Pimpinela en los años 90. Cuenta la historia, claramente marcada por un tono melodramático, de una modesta y tímida secretaria que se enamora de su poderoso y atractivo jefe. En síntesis: un amor irrealizable; un callejón sin salida en el que se entretejen elementos dramáticos que acrecientan el conflicto entre estos dos personajes. Como condimento anecdótico, el video fue protagonizado por el desaparecido actor Christopher Reeve, célebre por interpretar a Superman, quien con su presencia aportó un halo de misterio y tensión (y un poco de humor, si se quiere), pues solo hasta el final se revela, en su totalidad, la identidad del amor secreto de esta mujer.
Treinta años después de ese triunfo, no solo musical sino también actoral (bien lo dice Joaquín Galán: “la parte histriónica es fundamental siempre en los videoclips y en los shows”), es la misma Lucía Galán la que reconoce que no es fácil alternar una profesión como la música, en muchos aspectos complicada, y la vida personal. A pesar de eso, reconoce que “permanece la esencia, el amor por la profesión, el agradecimiento de poder vivir de lo que hago. Como persona he ido cambiando, y también como profesional; todo lo que me ha tocado vivir en mi ámbito personal lo he incorporado a mi oficio y al revés: esta profesión me permitió regresar, me permitió saber elegir, me enseñó a cuidarme, a saber decir que no, a escuchar a mi cuerpo, me enseñó a crecer como persona”, concluyó Lucía Galán, el toque femenino en Pimpinela.
Los hermanos Joaquín y Lucía Galán, nacidos en Buenos Aires (Argentina), más conocidos en el universo artístico como Pimpinela, se han convertido en unas leyendas de la música latinoamericana. Cuatro décadas de trayectoria profesional y más de 25 millones de discos vendidos en todo el mundo, por los que han recibido más de 95 discos de oro, platino y diamante, ratifican su éxito. En ese tiempo han consolidado un estilo característico que incluye, tanto en sus canciones como en sus presentaciones, una importante carga dramática.
En entrevista con El Espectador, los músicos contaron, entre otras cosas, que están “felices festejando estos 40 años de carrera musical. Además, están muy contentos de recorrer escenarios de muchos países. A Colombia, por ejemplo, la hemos recorrido muchísimas veces en todo este tiempo, por eso nos complace festejarlo con su público, ofreciendo estos tres conciertos y presentando todas las canciones que la gente quiere escuchar de nosotros: Olvídame y pega la vuelta, Dímelo delante de ella, El amor no se puede olvidar, Hermanos y Valiente, entre otras; o las más recientes: Traición y Cuando lo veo. Realmente estamos felices de estar nuevamente con nuestro público colombiano”.
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El encuentro al que se refiere Lucía Galán es el que tendrán los cantantes argentinos el 28, 29 y 30 de abril en Bogotá, Medellín y Cali, respectivamente. Con respecto al repertorio que tienen pensado presentar, Joaquín Galán, en tono desenfadado, dijo que “no ha sido fácil hacer la lista: ahí también nos peleamos, pero obviamente van a estar todas las canciones que representan momentos importantes de nuestra carrera”.
El amor, y más el amor romántico, es la sustancia primordial de lo que se conoce como el género balada. Es también, por supuesto, el hilo conductor temático en la historia musical de Pimpinela. Sin embargo, ha sido el opuesto a este, el desamor, el que ha marcado su estilo y su esencia artística, porque son las relaciones conflictivas y los desencuentros de pareja los que ocupan gran parte de su propuesta musical. Tal vez allí radica el éxito contundente que han tenido durante todos estos años, pues si existe algo genuinamente humano, con lo que en algún momento la mayoría de las personas se han identificado, y que además trasciende edades, géneros e idiomas, entre otros, es el conflicto amoroso.
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Al respecto, apuntó Joaquín Galán: “Olvídame y pega la vuelta fue, como decimos siempre, la punta del iceberg de ese estilo, que es el resultado del teatro que aprendía Lucía de adolescente en el colegio y de mi búsqueda de componer: de ahí surgió esa canción que representa nuestro ‘estilo novela’ y que ha sido el sustento de nuestra música durante todo este tiempo”.
Asimismo, en alusión a la génesis de Pimpinela, el cantautor comentó que “cantábamos los fines de semana y empecé a componer; entonces salió Olvídame y pega la vuelta. Recuerdo que un día, cuando Lucía volvió del colegio, le dije canta este pedacito, tú dices: ‘¿Quién es?’, y yo digo: ‘Soy yo’...Y pues ella, que venía de su clase de teatro, empezó a hacer ademanes como en sus ejercicios de improvisación y nos empezamos a morir de risa con eso, nos pareció genial, distinto, y con nuestro profesor de teatro de esa época iniciamos el proceso.
(Además: Jorge Drexler presenta su esperado álbum “Tinta y Tiempo”)
Luego compuse otras más, y después empezamos a hacer la puesta en escena. Digamos que aún no éramos Pimpinela, pero ya teníamos seis o siete canciones, y ahí fue que le dijimos a nuestra madre: ‘encontramos algo que nos divierte y vamos a probar’”. Y probaron, claro, y durante 40 años les ha salido bien.
Son las letras singulares de sus canciones, llenas de pasión por el oficio de componer y narrar vivencias propias y ajenas, y sus respectivas puestas en escena, donde se encuentra condensada la magia que durante cuatro décadas ha conectado la música de Pimpinela con el público de varias generaciones. Acerca del proceso creativo que hay detrás de estas historias, Joaquín Galán apuntó: “Componer para mí siempre ha sido una necesidad.
(También: Andrés Cepeda lanza “Lo que había olvidado”, una balada dedicada a Elisa Restrepo)
Desde chico fui muy observador, es mi manera de expresarme, pues no soy muy conversador, soy más de observar las cosas. Luego vinieron los momentos de soledad, donde empezaron a surgir esas canciones”.
Una de ellas, la última en ser lanzada al mercado y cuyo video ya cuenta con un poco menos de tres millones de visitas en Youtube, se titula Cuando lo veo. La producción audiovisual está protagonizada por Lucía Galán y el reconocido actor chileno Benjamín Vicuña. Sobre este corte y la realización que lo acompaña, la artista comentó: “Esta canción habla de la posibilidad de una mujer de volver a sentir cosas que antes no sentía, ya sea por rutina o por cansancio o porque pensaba que ya no gustaba más, o no podía seducir a nadie más. De golpe aparece un hombre maravilloso, interpretado por este actor divino (Benjamín Vicuña), y ella empieza a plantearse un montón de cosas”.
(Además: Kany García y Rozalén se unen en el sencillo “Justito a Tiempo”)
Heroína de la vida real
“Heroína solitaria” fue una de las canciones más exitosas de Pimpinela en los años 90. Cuenta la historia, claramente marcada por un tono melodramático, de una modesta y tímida secretaria que se enamora de su poderoso y atractivo jefe. En síntesis: un amor irrealizable; un callejón sin salida en el que se entretejen elementos dramáticos que acrecientan el conflicto entre estos dos personajes. Como condimento anecdótico, el video fue protagonizado por el desaparecido actor Christopher Reeve, célebre por interpretar a Superman, quien con su presencia aportó un halo de misterio y tensión (y un poco de humor, si se quiere), pues solo hasta el final se revela, en su totalidad, la identidad del amor secreto de esta mujer.
Treinta años después de ese triunfo, no solo musical sino también actoral (bien lo dice Joaquín Galán: “la parte histriónica es fundamental siempre en los videoclips y en los shows”), es la misma Lucía Galán la que reconoce que no es fácil alternar una profesión como la música, en muchos aspectos complicada, y la vida personal. A pesar de eso, reconoce que “permanece la esencia, el amor por la profesión, el agradecimiento de poder vivir de lo que hago. Como persona he ido cambiando, y también como profesional; todo lo que me ha tocado vivir en mi ámbito personal lo he incorporado a mi oficio y al revés: esta profesión me permitió regresar, me permitió saber elegir, me enseñó a cuidarme, a saber decir que no, a escuchar a mi cuerpo, me enseñó a crecer como persona”, concluyó Lucía Galán, el toque femenino en Pimpinela.