¿Por qué Juanes en Rock al Parque?
La figura del cantante colombiano Juan Esteban Aristizábal ha trascendido varias generaciones. En un mundo cada vez más competitivo e hiperconsumista, continuar vigente es toda una osadía. Si estuvo este año en el festival mexicano Vive Latino y el chileno Lollapalooza, ¿por qué no puede presentarse en Bogotá?
Omar Vásquez / Idartes
Juanes se presentará en la edición 25 del Festival Rock al Parque y su elección ha causado polémica entre los cibernautas por haber extendido sus sonidos hasta lo urbano. La fusión con Lalo Ebratt en su reciente canción La Plata hizo que muchos lo asocien con el reggaetón. Hecho que significa desconocer las búsquedas y evolución del paisa. (Le recomendamos leer: Idartes revela los primeros 30 invitados a Rock al Parque 2019).
En 1988, con cabello largo y su acento marcado sonaba con Ekhymosis -una de las agrupaciones insignias del rock colombiano-. Allí empezó a abrirse paso en la escena musical. Con cinco álbumes y con influencia de agrupaciones como Sepultura y Slayer mostró su lado más heavy metal.
Como él mismo lo reconoce, la rebeldía y el pasar de los años lo hicieron alejarse un poco de la música pesada y cruda. Su interés por no encasillarse lo llevó a abarcar más campos. La Tierra fue una de las canciones que le permitió esa exploración, allí la catapulta se accionó. Tanto así que hoy sigue siendo un himno. “Ama la tierra en que naciste. Ama tu hermano, ama tu raza, ama tu sangre y no la riegues por ahí”, coreaban millones de colombianos. Los sonidos raízales, la música latinoamericana y el eco de su país en sus letras y acordes lo llamaron a buscar un camino como solista.
Para el año 2000 el mundo supo que aquí ‘se habla español’. En una época sin redes sociales, influencers, ni plataformas de música como las conocemos hoy en día, el incipiente Juanes se convirtió en un monstruo de la música. 26 premios Grammy Latino -el cantante más galardonado de la historia-, dos premios Grammy Anglo, 11 MTV, 9 Premios Lo Nuestro, 12 Premios Nuestra Tierra, los máximos galardones posibles en Viña del Mar -antorcha de plata, gaviota de plata, y de oro simbólica- y muchos más, lo situaron junto a Shakira como los más exponentes más reconocidos en el mundo de Colombia, un país que para muchos no era más que sinónimo de violencia y conflicto.
La camisa negra, A Dios le pido, Fotografía, Es por ti, Para tu amor, Me Enamora y muchos más temas demostraron que el colombiano podía mezclar su rock con cumbia, reggae, hasta guasca y vallenato. Los más puritanos vieron esto como un desvío en el camino. Pero lo cierto es que durante años Juanes ha girado por todo el planeta y se ha posicionado como un líder indiscutible de la opinión pública, que ya no solo canta, sino que se manifiesta por la paz y las luchas de su natal Colombia.
Han pasado más de 25 años de carrera musical del antioqueño, con altibajos que reconoce como parte importante en el camino, con fracasos que han edificado su temple y lo han aterrizado en el mundo del espectáculo que en algún momento lo abrumó. Su madurez coincide con la de un festival que cada vez ha demostrado ser más incluyente; con nuevos sonidos, con presencia de más mujeres, incluso, el año pasado con la presentación de la primera trans en pisar un escenario del festival. (Puede ver: Este es el afiche de Rock al Parque 2019).
Al terminar la última edición, en agosto de 2018 en el Instituto Distrital de las Artes – Idartes, se empezó a preparar los 25 años de Rock al Parque con una lista de deseos con grandes artistas soñados para esta versión. En ese selecto grupo figuraba Juanes, un cantante que se hizo desde abajo, que comenzó su carrera como cualquier banda emergente de su generación. “Supe de él a comienzos de los años 90, lo conocí mientras pegaba afiches de uno de sus conciertos de Ekhymosis en las discotiendas del Centro de Bogotá. Desde ahí entablamos una buena relación”, dice Chucky García, curador y programador artístico del festival.
Y ciertamente resultaba extraño que un artista de la talla de Juanes este año figurara en los carteles del Festival Vive Latino y Lollapalooza y no en su par en Bogotá. Si México y Chile celebran el talento del colombiano “por qué un festival colombiano no podía hacer lo mismo. En ese orden de ideas viajé al Festival Vive Latino en México. Nos gusta ver bandas allí y ver cómo suenan en vivo, cómo reacciona la gente. Este año fuimos, y uno de los objetivos que teníamos era reunirnos con Juanes y expresarle nuestro deseo de que estuviera en Rock al Parque. Y él y su equipo tuvieron una consideración muy especial. Juanes es uno de los artistas más costosos, un artista top colombiano. Pero desde el primer momento se pusieron la camisa, la camisa negra para que esto fuera posible”, añade García.
Juanes llega en el momento más maduro de Rock al Parque. Su participación es un espaldarazo que va en la misma vía de la razón de ser del festival. Inclusión y el ADN latinoamericano que suenan mejor en las manos del cantante de Odio por amor.
Juanes no le está quitando cupos a ninguna banda internacional ni distrital. Además, Rock al Parque paga a todas las bandas distritales que participan. Tampoco son recursos que dependan de los asignados para invitados internacionales. Este año hay 30 cupos en juego para agrupaciones distritales que serán anunciadas después de que la convocatoria del Idartes cumpla sus fases.
“Son 10 millones de pesos para cada una de ellas. Quiero asegurarle al público que Juanes va a ir en un momento muy específico de la programación acompañado por artistas que tienen que ver mucho con música. Este cartel demuestra que el metal y el rock duro va a encontrar muchas opciones, que el rock se fortaleció. Este es un ejercicio de muchos meses para darle gusto a todos los ciudadanos de Bogotá. Este es un festival para que la gente sea feliz”, concluye Chucky.
Juanes se presentará en la edición 25 del Festival Rock al Parque y su elección ha causado polémica entre los cibernautas por haber extendido sus sonidos hasta lo urbano. La fusión con Lalo Ebratt en su reciente canción La Plata hizo que muchos lo asocien con el reggaetón. Hecho que significa desconocer las búsquedas y evolución del paisa. (Le recomendamos leer: Idartes revela los primeros 30 invitados a Rock al Parque 2019).
En 1988, con cabello largo y su acento marcado sonaba con Ekhymosis -una de las agrupaciones insignias del rock colombiano-. Allí empezó a abrirse paso en la escena musical. Con cinco álbumes y con influencia de agrupaciones como Sepultura y Slayer mostró su lado más heavy metal.
Como él mismo lo reconoce, la rebeldía y el pasar de los años lo hicieron alejarse un poco de la música pesada y cruda. Su interés por no encasillarse lo llevó a abarcar más campos. La Tierra fue una de las canciones que le permitió esa exploración, allí la catapulta se accionó. Tanto así que hoy sigue siendo un himno. “Ama la tierra en que naciste. Ama tu hermano, ama tu raza, ama tu sangre y no la riegues por ahí”, coreaban millones de colombianos. Los sonidos raízales, la música latinoamericana y el eco de su país en sus letras y acordes lo llamaron a buscar un camino como solista.
Para el año 2000 el mundo supo que aquí ‘se habla español’. En una época sin redes sociales, influencers, ni plataformas de música como las conocemos hoy en día, el incipiente Juanes se convirtió en un monstruo de la música. 26 premios Grammy Latino -el cantante más galardonado de la historia-, dos premios Grammy Anglo, 11 MTV, 9 Premios Lo Nuestro, 12 Premios Nuestra Tierra, los máximos galardones posibles en Viña del Mar -antorcha de plata, gaviota de plata, y de oro simbólica- y muchos más, lo situaron junto a Shakira como los más exponentes más reconocidos en el mundo de Colombia, un país que para muchos no era más que sinónimo de violencia y conflicto.
La camisa negra, A Dios le pido, Fotografía, Es por ti, Para tu amor, Me Enamora y muchos más temas demostraron que el colombiano podía mezclar su rock con cumbia, reggae, hasta guasca y vallenato. Los más puritanos vieron esto como un desvío en el camino. Pero lo cierto es que durante años Juanes ha girado por todo el planeta y se ha posicionado como un líder indiscutible de la opinión pública, que ya no solo canta, sino que se manifiesta por la paz y las luchas de su natal Colombia.
Han pasado más de 25 años de carrera musical del antioqueño, con altibajos que reconoce como parte importante en el camino, con fracasos que han edificado su temple y lo han aterrizado en el mundo del espectáculo que en algún momento lo abrumó. Su madurez coincide con la de un festival que cada vez ha demostrado ser más incluyente; con nuevos sonidos, con presencia de más mujeres, incluso, el año pasado con la presentación de la primera trans en pisar un escenario del festival. (Puede ver: Este es el afiche de Rock al Parque 2019).
Al terminar la última edición, en agosto de 2018 en el Instituto Distrital de las Artes – Idartes, se empezó a preparar los 25 años de Rock al Parque con una lista de deseos con grandes artistas soñados para esta versión. En ese selecto grupo figuraba Juanes, un cantante que se hizo desde abajo, que comenzó su carrera como cualquier banda emergente de su generación. “Supe de él a comienzos de los años 90, lo conocí mientras pegaba afiches de uno de sus conciertos de Ekhymosis en las discotiendas del Centro de Bogotá. Desde ahí entablamos una buena relación”, dice Chucky García, curador y programador artístico del festival.
Y ciertamente resultaba extraño que un artista de la talla de Juanes este año figurara en los carteles del Festival Vive Latino y Lollapalooza y no en su par en Bogotá. Si México y Chile celebran el talento del colombiano “por qué un festival colombiano no podía hacer lo mismo. En ese orden de ideas viajé al Festival Vive Latino en México. Nos gusta ver bandas allí y ver cómo suenan en vivo, cómo reacciona la gente. Este año fuimos, y uno de los objetivos que teníamos era reunirnos con Juanes y expresarle nuestro deseo de que estuviera en Rock al Parque. Y él y su equipo tuvieron una consideración muy especial. Juanes es uno de los artistas más costosos, un artista top colombiano. Pero desde el primer momento se pusieron la camisa, la camisa negra para que esto fuera posible”, añade García.
Juanes llega en el momento más maduro de Rock al Parque. Su participación es un espaldarazo que va en la misma vía de la razón de ser del festival. Inclusión y el ADN latinoamericano que suenan mejor en las manos del cantante de Odio por amor.
Juanes no le está quitando cupos a ninguna banda internacional ni distrital. Además, Rock al Parque paga a todas las bandas distritales que participan. Tampoco son recursos que dependan de los asignados para invitados internacionales. Este año hay 30 cupos en juego para agrupaciones distritales que serán anunciadas después de que la convocatoria del Idartes cumpla sus fases.
“Son 10 millones de pesos para cada una de ellas. Quiero asegurarle al público que Juanes va a ir en un momento muy específico de la programación acompañado por artistas que tienen que ver mucho con música. Este cartel demuestra que el metal y el rock duro va a encontrar muchas opciones, que el rock se fortaleció. Este es un ejercicio de muchos meses para darle gusto a todos los ciudadanos de Bogotá. Este es un festival para que la gente sea feliz”, concluye Chucky.