Radio Swing: el Encanto de la hermandad de la voz
La historia de Radio Swing, grupo coral colombiano, y la experiencia de grabar con Disney y terminar cantando en la película Encanto.
José Luis Ramírez León, especial para El Espectador
La expectativa era grande. A pesar de llevar dieciocho años cantando, de hacer parte de una gran familia de amigos que gira alrededor de un grupo musical a capela, de su constancia y seriedad para los ensayos a muy tempranas horas de la mañana o tarde en la noche, incluidos fines de semana, la posibilidad de que Disney, ¡Disney!, los escogiera para hacer los coros de la película Encanto no sonaba fácil.
Se habían presentado a la audición en medio de la pandemia, sin tener la oportunidad de ensayar lo que hubieran querido, y Solo Etra, su director y eje central que le imprime la mística necesaria al grupo, los animó a poner la nota máxima de buena energía y profesionalismo. Funcionó. Los escogieron por encima de otro buen número de aspirantes en América Latina con la siguiente pregunta: ¿y Ustedes dónde habían estado todo este tiempo?
Habían comenzado a transitar este camino común en 1998, durante una gira del Coro de la Universidad de los Andes, que dirigía Amalia Samper, por Europa e Israel. De la amistad nació el proyecto de cantar música góspel, como la de los afroamericanos en las iglesias, y de grupos como The King Singers y Neri Per Caso. Los 16 integrantes iniciales provenían de distintas profesiones. Tuvieron un receso y el grupo vocal se revivió, asumiendo la dirección Solo, quien afirma que su instrumento era el propio grupo. Se había graduado con todos los honores como músico, en la universidad Sergio Arboleda, y música es lo que lleva en la sangre, dado que es hijo del icónico cantautor de música protesta Pablus Gallinazo.
(Le puede interesar: Las voces colombianas anónimas de la película “Encanto”)
De Radio Swing hacen parte Daniela Rodríguez, Carolina Ramírez, Margarita Redondo, Juan Carlos Lozano, Carlos Julio Herrera, Rodrigo Pardo y Solo Etra, quien fuera de director es compositor. Del grupo de amigos pasaron a ser muy pronto una familia sui generis, en la que salen y vuelven a regresar algunos de sus integrantes, dependiendo de sus propias actividades, y donde todos viven a una sus alegrías y tristezas. Su primer trabajo original es Luna Llena, una excelente canción, muy colombiana, con una letra, una armonía de voces y un video que demuestran la potencialidad del grupo.
La magia de Encanto
Juan Carlos Lozano, con más de diez años como locutor y actor para doblaje, cree mucho en la ley de la atracción. Buscó participar en el doblaje de la película Encanto, y la sorpresa vino cuando desde México le dijeron que más que su voz les interesaba el grupo en su conjunto. Le pasó de inmediato la voz a Solo, quien preguntó si les enviarían algo para preparar y les dijeron que no: “Fue algo complejo e insólito, sin preparar nada”, recuerda. La experiencia de varios años les permitió estar a la altura del reto. Nia, esposa de Solo, les había dicho que algún día cantarían para Disney y ellos lo negaban. Como hecho curioso, una de las imágenes mentales que han usado siempre es hablar de “sonido Disney”, para referirse a cierto tipo de magia, “como chispas en el aire, como si Campanita estuviera flotando por ahí”. Así que cuando llegaron a la audición les dieron una parte de la partitura, dos minutos para prepararla y a cantar. Sienten que en la película ellos son, como personaje, el pueblo. El nivel de exigencia fue muy grande y la toma tenía que ser perfecta.
Para Carolina Ramírez fue un gran reto y una tremenda experiencia. En la que no solo se tuvieron que cantar, sino acoplar, afinar y ejecutar bajo el concepto de lograr la perfección. No se dio cuenta de que al final fuera algo tan importante, hasta que la familia, los mismos amigos y la gente en general les ha hecho ver el orgullo de estar en una película de ese nivel. Solo leyó alguna vez una frase de Walt Disney: “los sueños se pueden hacer realidad si tienes el valor de perseguirlos” y siente que esa magia es la que los acompaña a ellos, al contar con voces privilegiadas, que a su vez son únicas e irrepetibles.
Una luna llena de voces
El proceso para llegar a una pieza original como Luna Llena tiene dos etapas: componer la canción y hacer los arreglos para que suene al estilo de Radio Swing, que tenga su sello. Eso se logra a través de un proceso de composición que es casi de alfarería. Solo Etra siente que el no compone, esculpe. Que es un proceso dispendioso donde hay que darle muchas vueltas a las cosas, hasta que se llega a donde es. En este proceso alocado le sucede como en Avatar: se mete en la piel de cada uno de ellos y siente cómo va a sonar cada voz. Luego, cuando siente que está listo, suelta al bebe y entre todos terminan de ponerle la magia. Componer, montar y ensayar.
(También puede leer: Los animales y plantas colombianos que inspiraron “Encanto”, de Disney)
Para Daniela Rodríguez la palabra que los define como grupo es: “exploración”. No se quedan con el sonido de antes, sino que siempre van evolucionando. Cuando Solo propone un nuevo estilo o género, este suena diferente. Cada uno de ellos aporta su sello personal al sonido colectivo lo que le impregna una riqueza fabulosa. Considera que son una radio en la medida en la que interpretan muy diferentes ritmos. Además, los integrantes del grupo sienten que todo lo que allí aprenden lo transmiten después a sus alumnos, pues son profesores de canto.
Dado que ya tenían versiones de Queen, Michael Jackson, los Beatles, así como algunos temas colombianos, decidieron que querían algo muy colombiano. Luna Llena nació entonces luego de una experiencia personal de Solo y Nía en el Parque Tayrona, y como un aporte a la música en el mundo. El escribió la canción, hizo el arreglo para el grupo y dado que habían ganado la convocatoria de Colombia al Parque, donde estarían con bandas que ellos admiraban y que eran referente en Colombia, allí hicieron su estreno. Allí está Margarita Redondo, de Barranquilla, que hace esa voz que es como un lamento, es decir el canto inicial de las Cantadoras. Luego vino la realización de un videoclip, igual de mágico que la letra y las voces. Infortunadamente salió en los días previos al inicio de la pandemia y se perdió su efecto en el público.
Hacia futuro, el reto es el de lanzar dos o tres sencillos al año y un álbum para 2023. Cada uno irá con su respectivo videoclip, como artistas independientes. Han descubierto el potencial viral de lo que hacen y desarrollan estrategias en redes sociales para que llegue cada vez a más personas. Es el gran reto de Radio Swing, esta mágica hermandad de la voz que está destinada, dada su calidad, para muy grandes cosas.
La expectativa era grande. A pesar de llevar dieciocho años cantando, de hacer parte de una gran familia de amigos que gira alrededor de un grupo musical a capela, de su constancia y seriedad para los ensayos a muy tempranas horas de la mañana o tarde en la noche, incluidos fines de semana, la posibilidad de que Disney, ¡Disney!, los escogiera para hacer los coros de la película Encanto no sonaba fácil.
Se habían presentado a la audición en medio de la pandemia, sin tener la oportunidad de ensayar lo que hubieran querido, y Solo Etra, su director y eje central que le imprime la mística necesaria al grupo, los animó a poner la nota máxima de buena energía y profesionalismo. Funcionó. Los escogieron por encima de otro buen número de aspirantes en América Latina con la siguiente pregunta: ¿y Ustedes dónde habían estado todo este tiempo?
Habían comenzado a transitar este camino común en 1998, durante una gira del Coro de la Universidad de los Andes, que dirigía Amalia Samper, por Europa e Israel. De la amistad nació el proyecto de cantar música góspel, como la de los afroamericanos en las iglesias, y de grupos como The King Singers y Neri Per Caso. Los 16 integrantes iniciales provenían de distintas profesiones. Tuvieron un receso y el grupo vocal se revivió, asumiendo la dirección Solo, quien afirma que su instrumento era el propio grupo. Se había graduado con todos los honores como músico, en la universidad Sergio Arboleda, y música es lo que lleva en la sangre, dado que es hijo del icónico cantautor de música protesta Pablus Gallinazo.
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De Radio Swing hacen parte Daniela Rodríguez, Carolina Ramírez, Margarita Redondo, Juan Carlos Lozano, Carlos Julio Herrera, Rodrigo Pardo y Solo Etra, quien fuera de director es compositor. Del grupo de amigos pasaron a ser muy pronto una familia sui generis, en la que salen y vuelven a regresar algunos de sus integrantes, dependiendo de sus propias actividades, y donde todos viven a una sus alegrías y tristezas. Su primer trabajo original es Luna Llena, una excelente canción, muy colombiana, con una letra, una armonía de voces y un video que demuestran la potencialidad del grupo.
La magia de Encanto
Juan Carlos Lozano, con más de diez años como locutor y actor para doblaje, cree mucho en la ley de la atracción. Buscó participar en el doblaje de la película Encanto, y la sorpresa vino cuando desde México le dijeron que más que su voz les interesaba el grupo en su conjunto. Le pasó de inmediato la voz a Solo, quien preguntó si les enviarían algo para preparar y les dijeron que no: “Fue algo complejo e insólito, sin preparar nada”, recuerda. La experiencia de varios años les permitió estar a la altura del reto. Nia, esposa de Solo, les había dicho que algún día cantarían para Disney y ellos lo negaban. Como hecho curioso, una de las imágenes mentales que han usado siempre es hablar de “sonido Disney”, para referirse a cierto tipo de magia, “como chispas en el aire, como si Campanita estuviera flotando por ahí”. Así que cuando llegaron a la audición les dieron una parte de la partitura, dos minutos para prepararla y a cantar. Sienten que en la película ellos son, como personaje, el pueblo. El nivel de exigencia fue muy grande y la toma tenía que ser perfecta.
Para Carolina Ramírez fue un gran reto y una tremenda experiencia. En la que no solo se tuvieron que cantar, sino acoplar, afinar y ejecutar bajo el concepto de lograr la perfección. No se dio cuenta de que al final fuera algo tan importante, hasta que la familia, los mismos amigos y la gente en general les ha hecho ver el orgullo de estar en una película de ese nivel. Solo leyó alguna vez una frase de Walt Disney: “los sueños se pueden hacer realidad si tienes el valor de perseguirlos” y siente que esa magia es la que los acompaña a ellos, al contar con voces privilegiadas, que a su vez son únicas e irrepetibles.
Una luna llena de voces
El proceso para llegar a una pieza original como Luna Llena tiene dos etapas: componer la canción y hacer los arreglos para que suene al estilo de Radio Swing, que tenga su sello. Eso se logra a través de un proceso de composición que es casi de alfarería. Solo Etra siente que el no compone, esculpe. Que es un proceso dispendioso donde hay que darle muchas vueltas a las cosas, hasta que se llega a donde es. En este proceso alocado le sucede como en Avatar: se mete en la piel de cada uno de ellos y siente cómo va a sonar cada voz. Luego, cuando siente que está listo, suelta al bebe y entre todos terminan de ponerle la magia. Componer, montar y ensayar.
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Para Daniela Rodríguez la palabra que los define como grupo es: “exploración”. No se quedan con el sonido de antes, sino que siempre van evolucionando. Cuando Solo propone un nuevo estilo o género, este suena diferente. Cada uno de ellos aporta su sello personal al sonido colectivo lo que le impregna una riqueza fabulosa. Considera que son una radio en la medida en la que interpretan muy diferentes ritmos. Además, los integrantes del grupo sienten que todo lo que allí aprenden lo transmiten después a sus alumnos, pues son profesores de canto.
Dado que ya tenían versiones de Queen, Michael Jackson, los Beatles, así como algunos temas colombianos, decidieron que querían algo muy colombiano. Luna Llena nació entonces luego de una experiencia personal de Solo y Nía en el Parque Tayrona, y como un aporte a la música en el mundo. El escribió la canción, hizo el arreglo para el grupo y dado que habían ganado la convocatoria de Colombia al Parque, donde estarían con bandas que ellos admiraban y que eran referente en Colombia, allí hicieron su estreno. Allí está Margarita Redondo, de Barranquilla, que hace esa voz que es como un lamento, es decir el canto inicial de las Cantadoras. Luego vino la realización de un videoclip, igual de mágico que la letra y las voces. Infortunadamente salió en los días previos al inicio de la pandemia y se perdió su efecto en el público.
Hacia futuro, el reto es el de lanzar dos o tres sencillos al año y un álbum para 2023. Cada uno irá con su respectivo videoclip, como artistas independientes. Han descubierto el potencial viral de lo que hacen y desarrollan estrategias en redes sociales para que llegue cada vez a más personas. Es el gran reto de Radio Swing, esta mágica hermandad de la voz que está destinada, dada su calidad, para muy grandes cosas.