Rubén Blades: "El hecho de que uno sea artista no lo excluye de su responsabilidad cívica"
A dos meses de cumplir 70 años, el cantante panameño Rubén Blades actúa en una serie televisiva, escribe dos libros y tiene tiempo de pensar en una nueva forma de administración pública para su país.
EFE
La política es un tema del que Rubén habla con la misma pasión con la que habla sobre música, o acerca de su amistad con el Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
"El argumento de la política, es un argumento que le debe interesar a todo aquel que viva en cualquier sociedad organizada", respondió Blades a la primera pregunta que le formularon sobre la participación política en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. (Le puede interesar: Rubén Blades se despide de la salsa y piensa en candidatura presidencial)
El salsero dispuso de dos horas en la reunión con medios de comunicación, en la que le preguntaron por sus recientes trabajos, su forma de escribir, le presentaron un tesis de grado en la que él es el protagonista. También habló de Donald Trump y de la selección de Panamá en Rusia.
"Todo el mundo tiene una responsabilidad cívica porque todo el mundo es ciudadano y todos tenemos que participar, de una forma o de otra", explicó en una referencia indirecta a México que el 1 de julio celebrará elecciones, entre ellas, la de presidente.
"El hecho de que uno sea músico o artista no lo excluye de su responsabilidad cívica, sería como decir: usted es artista entonces usted no vota y desde ese punto de vista todos tenemos una responsabilidad cívica y eso no es hacer política, eso es hacer país", apuntó. (Le puede interesar: Rubén Blades asegura que no ha visto el documental sobre su vida)
Bajo esa mirada, Blades consideró importante que todos los ciudadanos participen "en la decisión sobre en qué dirección va ir la administración de nuestro sueños y de nuestras posibilidades".
Contó que le molesta mucho que le digan que no hay posibilidad de cambio, porque no es así y no es cierto, según él, y consideró que en un país del tamaño de México seguramente debe haber "dificultades".
"En Ciudad de México y su zona metropolitana hay 25 millones y Panamá (el país) tiene cuatro millones, es decir, seis veces nuestra población. Imagínense si el alcalde de Ciudad de Panamá está agobiado", soltó con ironía.
Blades consideró necesaria la formulación de un nuevo paradigma de la administración pública, y en eso trabajamos en Panamá con otros compañeros, argumentó.
"Nos preguntamos cuál es la alternativa. Yo creo en una constitución, no en una reforma con parches, una constitución que indique una nueva dirección nacional y que se fundamente en la realidad del siglo XXI y la realidad y posibilidades de cada país", explicó.
Señaló que ese nuevo paradigma debe impedir la impunidad "y tendrá un efecto general sobre temas como la educación y la salud, entre muchos otros, y que indicará como vamos a administrar esto de forma más racional y con mayor justicia".
Luego habló del disco en vivo de jazz con Wynton Marsalis y de la placa de su alter ego, Medoro Madera "el álbum más bailable que yo jamás no haya grabado" en el que imposta la voz.
Además de un álbum de boleros con Editus de Costa Rica, otro con el trompetista Gazú, de la Sonora Ponceña y la segunda parte del "Salsa Big Band", con Roberto Delgado, con el que anda en gira y que le llevará a Europa, Sudamérica y Estados Unidos en los próximos meses.
También trabaja en un libro de poemas, uno acerca de las motivaciones de sus canciones y protagoniza el documental "Yo no me llamó Rubén Blades", que facturó su compatriota Abner Benaim. (Le puede interesar: Rubén Blades presentó su documental)
La política es un tema del que Rubén habla con la misma pasión con la que habla sobre música, o acerca de su amistad con el Nobel colombiano Gabriel García Márquez.
"El argumento de la política, es un argumento que le debe interesar a todo aquel que viva en cualquier sociedad organizada", respondió Blades a la primera pregunta que le formularon sobre la participación política en una conferencia de prensa en la Ciudad de México. (Le puede interesar: Rubén Blades se despide de la salsa y piensa en candidatura presidencial)
El salsero dispuso de dos horas en la reunión con medios de comunicación, en la que le preguntaron por sus recientes trabajos, su forma de escribir, le presentaron un tesis de grado en la que él es el protagonista. También habló de Donald Trump y de la selección de Panamá en Rusia.
"Todo el mundo tiene una responsabilidad cívica porque todo el mundo es ciudadano y todos tenemos que participar, de una forma o de otra", explicó en una referencia indirecta a México que el 1 de julio celebrará elecciones, entre ellas, la de presidente.
"El hecho de que uno sea músico o artista no lo excluye de su responsabilidad cívica, sería como decir: usted es artista entonces usted no vota y desde ese punto de vista todos tenemos una responsabilidad cívica y eso no es hacer política, eso es hacer país", apuntó. (Le puede interesar: Rubén Blades asegura que no ha visto el documental sobre su vida)
Bajo esa mirada, Blades consideró importante que todos los ciudadanos participen "en la decisión sobre en qué dirección va ir la administración de nuestro sueños y de nuestras posibilidades".
Contó que le molesta mucho que le digan que no hay posibilidad de cambio, porque no es así y no es cierto, según él, y consideró que en un país del tamaño de México seguramente debe haber "dificultades".
"En Ciudad de México y su zona metropolitana hay 25 millones y Panamá (el país) tiene cuatro millones, es decir, seis veces nuestra población. Imagínense si el alcalde de Ciudad de Panamá está agobiado", soltó con ironía.
Blades consideró necesaria la formulación de un nuevo paradigma de la administración pública, y en eso trabajamos en Panamá con otros compañeros, argumentó.
"Nos preguntamos cuál es la alternativa. Yo creo en una constitución, no en una reforma con parches, una constitución que indique una nueva dirección nacional y que se fundamente en la realidad del siglo XXI y la realidad y posibilidades de cada país", explicó.
Señaló que ese nuevo paradigma debe impedir la impunidad "y tendrá un efecto general sobre temas como la educación y la salud, entre muchos otros, y que indicará como vamos a administrar esto de forma más racional y con mayor justicia".
Luego habló del disco en vivo de jazz con Wynton Marsalis y de la placa de su alter ego, Medoro Madera "el álbum más bailable que yo jamás no haya grabado" en el que imposta la voz.
Además de un álbum de boleros con Editus de Costa Rica, otro con el trompetista Gazú, de la Sonora Ponceña y la segunda parte del "Salsa Big Band", con Roberto Delgado, con el que anda en gira y que le llevará a Europa, Sudamérica y Estados Unidos en los próximos meses.
También trabaja en un libro de poemas, uno acerca de las motivaciones de sus canciones y protagoniza el documental "Yo no me llamó Rubén Blades", que facturó su compatriota Abner Benaim. (Le puede interesar: Rubén Blades presentó su documental)