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Sabina y Páez compartieron este honor de la Academia Latina de la Grabación junto a otros nombres en mayúsculas de la música hispana y latina como el brasileño Martinho da Vila, el mexicano Emmanuel, los estadounidenses Sheila E. y Pete Escovedo, la dominicana Milly Quezada y el puertorriqueño Gilberto Santa Rosa.
Este emotivo evento, que se celebró un día antes de la gala de los Latin Grammy, tuvo un sabor especial para Sabina y Páez por su turbulenta -y luego cordialmente resuelta- historia en común.
En 1998 editaron “Enemigos íntimos”, un disco a cuatro manos que, desde su título, dejaba el claro el clima de enfrentamiento, bronca y tensión en el que se produjo el álbum.
La amistad y colaboración entre el español y el argentino saltó en mil pedazos y ambos se cruzaron duros ataques en la esfera pública hasta que en 2007 hicieron por fin las paces.
Lejos de aquellos años de discusiones, los dos ensalzaron hoy su amistad pero no renunciaron a su particular sentido del humor.
“Ahora le tiraré algunos dardos”, dijo a Efe un divertido Páez al asegurar que Sabina y él no saben “vivir de otra manera”.
Sin embargo, fue Sabina el que golpeó con ironía en su discurso de agradecimiento.
“Les juro por mi santa madre, y que Fito se rompa una pierna si miento, que nunca había estado en una auditorio con tal cantidad de talento junta”, afirmó.
En tono menos jocoso, Sabina señaló a Efe en la alfombra roja que estaba “especialmente” feliz por obtener esta distinción honorífica junto a Páez.
“Hacía mucho que no le veía. Me lo encontré en el avión viniendo de Miami y fue una alegría muy grande”, apuntó.
TRIBUTO DE LOS COLEGAS
Tanto Páez como Sabina subrayaron el orgullo que supone conseguir un premio a toda una trayectoria y que entregan los colegas de la industria musical en el marco de los Latin Grammy.
Es como si te mandaran al cementerio casi...”, bromeó el autor de “Mariposa tecknicolor” en la antesala del evento.
“No, se recibe con alegría y con gratitud. Es hermoso estar en esta situación y un gran privilegio. Espero que no se arrepientan antes de dármelo”, añadió con una sonrisa.
Por su parte, Sabina tiró de su habitual sarcasmo y actitud canalla y sostuvo sobre el escenario que estaba encantado de que este homenaje fuera en Las Vegas (EE.UU.).
“Por algo la llaman la ciudad del pecado y yo he sido un poco adicto a pecar. Es la ciudad que nunca duerme y yo sigo aún muy despierto. Lo único que no voy a cumplir de los eslóganes maravillosos de esta ciudad es lo de ‘lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas’, ya que yo este premio se lo voy a enseñar a todo el mundo”, afirmó entre risas.
Sabina se acordó asimismo de los profesionales de la música que se han quedado “mudos” y sin trabajo por culpa de la pandemia.
“Este premio también va dedicado para los que están detrás del escenario y sus familias”, indicó.
El acto rindió además tributo al exitoso baladista Emmanuel, a la figura de la samba y la música popular brasileira (MPB) Martinho da Vila, a la estrella del merengue Milly Quezada, al excepcional salsero Gilberto Santa Rosa, y a los influyentes percusionistas Pete Escovedo (del grupo Azteca) y su hija Sheila E. (colaboradora de Prince en “Purple Rain”, 1984).
En declaraciones a Efe, Gilberto Santa Rosa dijo estar todavía “incrédulo” y lo comparó con “jugar en las grandes ligas”, mientras que Milly Quezada se mostró “bendecida” por “representar” en los Latin Grammy al merengue y a los dominicanos.
“Este premio significa que tus colegas descubrieron algo en ti, significa que tu música dejó algo en su corazón, su inteligencia y su camino. Y aquí estamos recibiendo esto con mucho orgullo y satisfacción porque fueron muchos años sudando. Es un premio muy sudado y muy trabajado”, detalló Emmanuel.
Al homenaje a estas leyendas asistieron numerosas estrellas de la música como Carlos Vives, Paty Cantú, Jorge Drexler, Pepe Aguilar, Pedro Capó o Leiva.
En el evento también se reconoció las trayectorias del productor y compositor mexicano Guillermo “Memo” Acosta y del acordeonista colombiano Egidio Cuadrado, que recibieron el Premio del Consejo Directivo.
Según la descripción de los Latin Grammy difundida en un comunicado, el Premio del Consejo Directivo se entrega “a personas que han realizado aportes significativos a la música latina durante su carrera, pero no necesariamente en la forma de interpretaciones”.