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Sara Rhenals nació en Bogotá y a los pocos años se fue a vivir a Santa Marta con su familia. Su tío estaba aprendiendo a tocar el acordeón. Ella lo vio y se enamoró a primera vista del instrumento. Se enamoró de las notas sentidas que emanaba. No solo quería escuchar sus melodías, sino también interpretarlas. Desde hace cuatro años comenzó la tarea.
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“Desde que llegamos a Santa Marta a ella le llamó la atención la melodía del acordeón y me decía que quería uno. Uno la piensa porque un acordeón no es cualquier regalito y qué tal que no le guste, pero gracias a Dios consiguió un buen profesor, Victor Naín. Él me dijo que Sara tenía Madera pa’ eso y mira ya somos reinas vallenatas”, relata su madre María del Carmen Escobar.
No había ganado ningún concurso. Lo más cerca que estuvo de la victoria fue el año pasado. Ocupó el segundo puesto en la categoría Reina Menor del Festival de la Leyenda Vallenata. Después quedó tercera en Nocaima (Cundinamarca) y en el Festival femenino Evafe también fue finalista. El objetivo de este año era el primer puesto.
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“Este año le tocó bastante pesado porque volvió al colegio. Le tocó sacrificar muchas cosas, salidas con amigos, paseos con las familia, le tocó decirle “chao” y dedicarse a prepararse todo el tiempo”, asegura su madre.
Se preparó con su profesor, vio más videos de los que vio el año pasado. Pasó más tiempo con el acordeón. Ese instrumento que dejó de ser su amor a primera vista para convertirse en su compañero permanente. Viajó con él a Valledupar con la corona en la mente. Ahora la tiene en su cabeza.
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“En el momento que me llamaron y me dijeron que había pasado a la final me sentí muy feliz porque el solo hecho de pisar esta tarima aquí en el Parque de la Leyenda es un logro grandísimo. Comencé a preparar las canciones y luego llegué aquí con toda la seguridad”, cuenta Sara Rhenals.
En la tarima
Desde que Sara se montó a la tarima y tocó la primera canción se ganó al público. Abrió con la canción “Salvadora” de Rafael Escalona y desde ese momento parecía la ganadora. Dice que este año vino más segura que el anterior. Se le notó. Los trece años de vida parecían de experiencia.
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Siguió con La gira de “Juan Manuel Mueges” y el son “Levánte María” de ‘Pacho’ Rada con las que seguía conquistando al público y al jurado de la noche. Tenía a su familia entre los asistes que desde ahí le enviaban fuerza.
Cada vez se tomaba más confianza y cerró con una canción de su propia autoría. La pulla “Las mando a callar”. La compuso precisamente para concursar en festivales, para cerrarles la boca a sus contrincantes. Al que no pudo callar fue al público que la aplaudía con euforia.
*De la Fundación Color de Colombia