Tarifa dinámica, la polémica por los precios de las boletas para los conciertos
Para el concierto de Morat se aplicó el concepto de “tarifas dinámicas”. Usuarios se quejaron porque dicen que terminaron pagando más de lo que decía el anuncio oficial. TuBoleta explica qué fue lo que pudo haber pasado e indica que esta forma de vender boletas es parte de una dinámica de mercado.
Joseph Casañas Angulo
El pasado 17 de septiembre, y en menos de 24 horas, la banda bogotana Morat vendió la boletería que se dispuso para los conciertos que presentará en Bogotá el 6 y 7 de julio de 2024. “En un hito sin precedentes en la historia de la música colombiana, el icónico grupo bogotano ha dejado una marca imborrable al agotar todas las entradas para sus conciertos en el estadio El Campín”, anunció en un comunicado Universal Music Group, en el que de paso informó que el grupo también se presentará en Medellín el año que viene.
Para Juan Pablo Villamil, Simón Vargas Morales, Martín Vargas Morales y Juan Pablo Isaza, integrantes de la agrupación, serán conciertos históricos. Será su primera vez en un gran escenario en su ciudad natal y la primera vez en solitario en Medellín. En diciembre de 2022 hicieron dos conciertos, igual con boletería agotada, pero aquella vez se presentaron con Juanes.
Le invitamos a leer: El día que mataron a Mario Duarte y la sombra de Nicolás Mora
El “fenómeno Morat” es sobresaliente. Alejandro Fernández, Paulina Rubio, Sebastián Yatra, Tini, Aitana, Andrés Cepeda y Santiago Cruz son apenas algunos de los artistas que han trabajado musicalmente con los bogotanos.
La conversación en esta oportunidad se generó por inconformidades en los precios de las entradas que denunciaron algunos usuarios en redes sociales. Las entradas para los conciertos oscilaban entre $127.000, la más económica, para la localidad de oriental norte baja, y $633.000, la más costosa, para gramilla VIP.
Sin embargo, para la segunda fecha del concierto se reportaron discrepancias entre los precios que anunció TuBoleta con el costo final que pagaron los usuarios. Pongamos un ejemplo, que fue el caso que se viralizó y que generó la controversia. “Me cobraron las entradas en $633.700 y en el cartel oficial dice $564.000. Necesito una explicación”, trinó una seguidora de la banda bogotana. “Cuando entré a la plataforma la boleta que quería comprar estaba en $346.000, pero terminé pagando más de $400.000”, le dijo a El Espectador otro seguidor de la agrupación.
Según Alberto Marchena, quien durante años se desempeñó como mánager de artistas y fue director de las principales emisoras musicales del país, como Los 40 Principales y Radioacktiva, con Morat se aplicó por primera vez en la historia de los conciertos en Colombia el concepto de tarifa dinámica.
“Después de pandemia vienen ocurriendo dos fenómenos particulares en la industria de los conciertos: los precios de las entradas aumentaron y se empezó a aplicar la tarifa dinámica. En Estados Unidos, la primera vez que lo experimenté fue para el concierto de The Springs. La boleta que quería costaba US$150, pero terminé pagando más de US$200.
Esto generó un escándalo gigante, porque los fanáticos se quejaron porque boletas de US$600 de repente se empezaron a vender a US$1.000, lo que generó un sinsabor porque mucha gente de la clase trabajadora estadounidense se siente representada por esta banda y los precios no tenían nada que ver con lo que podía pagar la gente”.
Pero, ¿qué es eso de la tarifa dinámica? Andrea Valencia, vicepresidenta ejecutiva de TBL Live, empresa promotora del concierto, explica que ese concepto no es nuevo. “Existe desde hace muchos años, no solo en el mercado del entretenimiento. Comenzó a aplicarse en los años en las aerolíneas. Es una práctica natural de oferta y demanda que se aplica para cualquier servicio o producto. En la industria del entretenimiento en Colombia ha existido toda la vida. Lo que pasa es que aquí no la llamábamos tarifas dinámicas, sino etapas de venta. Hay eventos que han tenido hasta tres y cuatro etapas de venta, y el día del evento, en la taquilla, es la última etapa. Y ese día el precio de la boleta es más costoso”.
En entrevista para El Espectador, Jorge Ríos, gerente de TuBoleta, afirma que esa dinámica de mercado “garantiza la sostenibilidad de las industrias. De la industria aeronáutica, de la industria de hotelería, del turismo, los alimentos y del entretenimiento.
Las tiqueteras somos el último eslabón de una cadena de valor en los conciertos. De esa cadena forman parte artistas, mánager, promotores y quienes trabajan en producción. Nosotros somos el puente entre el artista y el cliente final, que es el público. Lo que hacemos es poner la infraestructura para que el cliente pueda acceder desde la comodidad de su hogar de forma segura y cómoda, y compre las boletas”.
Según explica Ríos, las tiqueteras, en este caso TuBoleta, lo que hacen es crear el parámetro de lo que cobra el artista y en ese mismo camino crear el escenario para evitar la reventa.
Alberto Marchena asegura que la tarifa dinámica no hace referencia frente a la reventa de las boletas en los conciertos. “De hecho, esa estrategia de mercado hace que los precios en reventa se disparen sin piedad y los fanáticos sigan siendo los más perjudicados”. Marchena hace una advertencia para el futuro: “Además de las tarifas dinámicas en Estados Unidos aparecieron plataformas en las que es legal revender boletas. Hay personas que compran las boletas sin siquiera conocer al artista, y cuando se acerca la fecha del concierto las revenden en la misma plataforma a precios desbordados.
Es una bomba de tiempo, y al paso que vamos ir a conciertos será un privilegio exclusivo de las élites”.
En medio de la polémica, Andrea Valencia, de TBL, comenta que para el caso del concierto de Morat, algunos usuarios pudieron haberse confundido. “Son dos cosas diferentes. Una cosa es la tarifa dinámica y otra cosa es la discrepancia que puede haber en el precio publicado y el que paga el consumidor final. Lo que puede estar pasando en este caso no es necesariamente algo con la tarifa dinámica, sino algo de confusión o desinformación al momento de hacer de la compra.
Cuando compra una boleta, muchas veces el promotor publica el precio de la boleta y luego a la etiqueta le agrega el costo por algún servicio opcional para el consumidor. Por ejemplo, en caso de que no pueda asistir al concierto por el que ya pagó, hay una asistencia que le garantiza la devolución de hasta el 90 % del valor de su compra. Ese es un servicio adicional que no está incluido en la compra de la boleta”.
Legalmente la aplicación de la tarifa dinámica no está prohibida. La ley exige que al público se le informe claramente por lo que está pagando. Y en el caso de Morat TuBoleta informó: “Los precios de las entradas pueden variar en cualquier momento, en función de la oferta y la demanda”.¿Qué vendrá para el futuro?
El pasado 17 de septiembre, y en menos de 24 horas, la banda bogotana Morat vendió la boletería que se dispuso para los conciertos que presentará en Bogotá el 6 y 7 de julio de 2024. “En un hito sin precedentes en la historia de la música colombiana, el icónico grupo bogotano ha dejado una marca imborrable al agotar todas las entradas para sus conciertos en el estadio El Campín”, anunció en un comunicado Universal Music Group, en el que de paso informó que el grupo también se presentará en Medellín el año que viene.
Para Juan Pablo Villamil, Simón Vargas Morales, Martín Vargas Morales y Juan Pablo Isaza, integrantes de la agrupación, serán conciertos históricos. Será su primera vez en un gran escenario en su ciudad natal y la primera vez en solitario en Medellín. En diciembre de 2022 hicieron dos conciertos, igual con boletería agotada, pero aquella vez se presentaron con Juanes.
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El “fenómeno Morat” es sobresaliente. Alejandro Fernández, Paulina Rubio, Sebastián Yatra, Tini, Aitana, Andrés Cepeda y Santiago Cruz son apenas algunos de los artistas que han trabajado musicalmente con los bogotanos.
La conversación en esta oportunidad se generó por inconformidades en los precios de las entradas que denunciaron algunos usuarios en redes sociales. Las entradas para los conciertos oscilaban entre $127.000, la más económica, para la localidad de oriental norte baja, y $633.000, la más costosa, para gramilla VIP.
Sin embargo, para la segunda fecha del concierto se reportaron discrepancias entre los precios que anunció TuBoleta con el costo final que pagaron los usuarios. Pongamos un ejemplo, que fue el caso que se viralizó y que generó la controversia. “Me cobraron las entradas en $633.700 y en el cartel oficial dice $564.000. Necesito una explicación”, trinó una seguidora de la banda bogotana. “Cuando entré a la plataforma la boleta que quería comprar estaba en $346.000, pero terminé pagando más de $400.000”, le dijo a El Espectador otro seguidor de la agrupación.
Según Alberto Marchena, quien durante años se desempeñó como mánager de artistas y fue director de las principales emisoras musicales del país, como Los 40 Principales y Radioacktiva, con Morat se aplicó por primera vez en la historia de los conciertos en Colombia el concepto de tarifa dinámica.
“Después de pandemia vienen ocurriendo dos fenómenos particulares en la industria de los conciertos: los precios de las entradas aumentaron y se empezó a aplicar la tarifa dinámica. En Estados Unidos, la primera vez que lo experimenté fue para el concierto de The Springs. La boleta que quería costaba US$150, pero terminé pagando más de US$200.
Esto generó un escándalo gigante, porque los fanáticos se quejaron porque boletas de US$600 de repente se empezaron a vender a US$1.000, lo que generó un sinsabor porque mucha gente de la clase trabajadora estadounidense se siente representada por esta banda y los precios no tenían nada que ver con lo que podía pagar la gente”.
Pero, ¿qué es eso de la tarifa dinámica? Andrea Valencia, vicepresidenta ejecutiva de TBL Live, empresa promotora del concierto, explica que ese concepto no es nuevo. “Existe desde hace muchos años, no solo en el mercado del entretenimiento. Comenzó a aplicarse en los años en las aerolíneas. Es una práctica natural de oferta y demanda que se aplica para cualquier servicio o producto. En la industria del entretenimiento en Colombia ha existido toda la vida. Lo que pasa es que aquí no la llamábamos tarifas dinámicas, sino etapas de venta. Hay eventos que han tenido hasta tres y cuatro etapas de venta, y el día del evento, en la taquilla, es la última etapa. Y ese día el precio de la boleta es más costoso”.
En entrevista para El Espectador, Jorge Ríos, gerente de TuBoleta, afirma que esa dinámica de mercado “garantiza la sostenibilidad de las industrias. De la industria aeronáutica, de la industria de hotelería, del turismo, los alimentos y del entretenimiento.
Las tiqueteras somos el último eslabón de una cadena de valor en los conciertos. De esa cadena forman parte artistas, mánager, promotores y quienes trabajan en producción. Nosotros somos el puente entre el artista y el cliente final, que es el público. Lo que hacemos es poner la infraestructura para que el cliente pueda acceder desde la comodidad de su hogar de forma segura y cómoda, y compre las boletas”.
Según explica Ríos, las tiqueteras, en este caso TuBoleta, lo que hacen es crear el parámetro de lo que cobra el artista y en ese mismo camino crear el escenario para evitar la reventa.
Alberto Marchena asegura que la tarifa dinámica no hace referencia frente a la reventa de las boletas en los conciertos. “De hecho, esa estrategia de mercado hace que los precios en reventa se disparen sin piedad y los fanáticos sigan siendo los más perjudicados”. Marchena hace una advertencia para el futuro: “Además de las tarifas dinámicas en Estados Unidos aparecieron plataformas en las que es legal revender boletas. Hay personas que compran las boletas sin siquiera conocer al artista, y cuando se acerca la fecha del concierto las revenden en la misma plataforma a precios desbordados.
Es una bomba de tiempo, y al paso que vamos ir a conciertos será un privilegio exclusivo de las élites”.
En medio de la polémica, Andrea Valencia, de TBL, comenta que para el caso del concierto de Morat, algunos usuarios pudieron haberse confundido. “Son dos cosas diferentes. Una cosa es la tarifa dinámica y otra cosa es la discrepancia que puede haber en el precio publicado y el que paga el consumidor final. Lo que puede estar pasando en este caso no es necesariamente algo con la tarifa dinámica, sino algo de confusión o desinformación al momento de hacer de la compra.
Cuando compra una boleta, muchas veces el promotor publica el precio de la boleta y luego a la etiqueta le agrega el costo por algún servicio opcional para el consumidor. Por ejemplo, en caso de que no pueda asistir al concierto por el que ya pagó, hay una asistencia que le garantiza la devolución de hasta el 90 % del valor de su compra. Ese es un servicio adicional que no está incluido en la compra de la boleta”.
Legalmente la aplicación de la tarifa dinámica no está prohibida. La ley exige que al público se le informe claramente por lo que está pagando. Y en el caso de Morat TuBoleta informó: “Los precios de las entradas pueden variar en cualquier momento, en función de la oferta y la demanda”.¿Qué vendrá para el futuro?