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Suecia gana una final de Eurovisión que homenajeó a Ucrania

La cantante sueca Loreen, ganó por segunda vez después de 11 años con su sencillo “Tattoo”. Es la segunda artista que gana dos veces tras el irlandés Johnny Logan en la década de 1980.

Sylvain Peuchmaurd y Anna Cuenca
14 de mayo de 2023 - 04:03 p. m.
-FOTODELDÍA- LIVERPOOL (REINO UNIDO), 13/05/2023.- La representante de Suecia, Loreen, posa después de ganar la 67 edición del Festival de Eurovisión en la noche del 13 de mayo de 2023 en el M&S Bank Arena de Liverpool (Reino Unido). EFE/ Adam Vaughan
-FOTODELDÍA- LIVERPOOL (REINO UNIDO), 13/05/2023.- La representante de Suecia, Loreen, posa después de ganar la 67 edición del Festival de Eurovisión en la noche del 13 de mayo de 2023 en el M&S Bank Arena de Liverpool (Reino Unido). EFE/ Adam Vaughan
Foto: EFE - ADAM VAUGHAN
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La cantante sueca Loreen ganó con “Tattoo” la 67ª edición del festival de Eurovisión, celebrada el sábado en Liverpool y concebida como un homenaje a Ucrania, país vencedor el año pasado que no pudo acoger el concurso debido a la guerra.

Loreen, que ya se había alzado con la victoria en 2012, es la segunda artista que gana dos veces tras el irlandés Johnny Logan en la década de 1980.

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“Ahora mismo todo me parece surrealista, me siento abrumada, esto es tan hermoso”, afirmó la cantante de 39 años, nacida en Suecia de padres bereberes marroquíes, tras recibir el premio en forma de micrófono de cristal.

Con “Tattoo”, un himno pop sobre el amor incondicional, quería representar a la Suecia actual, multicultural e inclusiva.

“Esta canción tiene ciertos valores (...) es una actuación constructiva, sobre la esperanza, sobre el amor propio, sobre la fuerza. Son cosas en las que creo y supongo que les gustaron a la gente”, declaró en rueda de prensa.

Esta victoria es la séptima para Suecia desde que se creó el festival de Eurovisión en 1956. Como consecuencia, el país acogerá la edición de 2024, 50 años después de que los legendarios ABBA se coronasen como sus primeros ganadores.

Homenaje a Ucrania

Los cantantes de los 26 países finalistas tuvieron tres minutos cada uno para convencer al jurado y al público internacional, con la novedad de que este año pudieron votar telespectadores de todo el mundo, pese a que sus países no participasen en la competición.

El rapero finlandés Käärijä, que no dejó a nadie indiferente con su frenético “Cha Cha Cha” y su particular estilo, cóctel de brillantes colores y aires punk, quedó segundo.

El tercer puesto fue para la joven israelí Noa Kirel con el enérgico “Unicorn”.

La española Blanca Paloma y su nana “Eaea”, mezcla de música flamenca y ritmos electrónicos, quedaron en 17ª posición.

El grupo ucraniano Kalush Orchestra abrió el espectáculo con una versión extendida de “Stefania”, la mezcla de hip-hop y música tradicional que en 2022 les llevó a la victoria.

En esta ocasión contaron con el acompañamiento en el escenario de decenas de tamborileros vestidos de soldados y la aparición de la princesa de Gales, Catalina, tocando el piano en una grabación de vídeo.

Ucrania fue la gran protagonista del espectáculo, celebrado bajo el lema “Unidos por la música” sobre un escenario totalmente compuesto de luces led en el M&S Arena de Liverpool.

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Este año el país estuvo representado por el dúo electrónico Tvorchi con la canción “Heart of Steel” (“Corazón de acero”), inspirada en la resistencia durante el largo asedio a la acería Azovstal de Mariúpol por las fuerzas invasoras rusas.

Minutos después de su actuación, Tvorchi publicó en Instagram que Ternopil, su ciudad natal, había sido atacada.

Ternopil “fue bombardeada por Rusia mientras cantábamos en el escenario de Eurovisión sobre nuestros fuertes corazones, la indomabilidad y la voluntad”, escribieron. “Europa, unida contra el mal por la paz”.

La guerra de fondo

Habitualmente, el país ganador acoge el concurso del año siguiente.

Sin embargo, la 67ª edición del festival no pudo celebrarse en Kiev debido a la invasión rusa, y el Reino Unido, que quedó segundo, tomó el relevo.

Entre un público vestido con lentejuelas, profusamente maquillado y armado con banderines, pulseras luminosas y muchas ganas de divertirse, Vasylyna Kindrat, una ucraniana de 25 años que tuvo que huir de su país en diciembre, afirmó que esperaba la victoria.

Pero “no en Eurovisión, sino en la guerra”, dijo, asegurando que los colores azul y amarillo de Ucrania desplegados por todo Liverpool la hicieron “sentir como en casa”.

La guerra estuvo de fondo en muchas de las canciones.

El extravagante y bigotudo grupo croata Let 3 subió al escenario con “Mama ŠČ!”, un tema corrosivo que arremete de forma poco disimulada contra el presidente ruso Vladímir Putin.

Desplegando dos enormes misiles, sus componentes se despojaron de sus ridículos uniformes militares para acabar tocando en ropa interior.

Vestidas de rosa y con larguísimas trenzas, las seis intérpretes checas de “Vesna” cantaron en ucraniano una parte de su canción “My Sister’s Crown” (la corona de mi hermana).

“Mi hermana no se quedará arrinconada, tampoco te escuchará”, cantaron, “estamos con vosotros en nuestro corazón”.

Por Sylvain Peuchmaurd

Por Anna Cuenca

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