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Teto Ocampo, el músico que llora la Sierra

Un cáncer terminó este miércoles con los días de un guitarrista fundamental en la historia de la música de Colombia. A mediados de los 90, cuando estaba en la cresta de la ola junto a Carlos Vives y los “Clásicos de la Provincia”, Ocampo decidió rebobinar y empezar de cero. En la cosmogonía indígena encontró su lugar en el mundo y desde allí un asiento en la inmortalidad.

Joseph Casañas Angulo
28 de septiembre de 2023 - 12:00 a. m.
Teto Ocampo no tuvo juguetes en la infancia. Nada de carritos o muñequitos de acción. Sus juguetes eran flautas, guitarras y cuatros.
Teto Ocampo no tuvo juguetes en la infancia. Nada de carritos o muñequitos de acción. Sus juguetes eran flautas, guitarras y cuatros.
Foto: Revista Cro

El primer disco que compró Teto Ocampo fue Zenyata Mondatta, del tercer álbum de The Police. Luego, un amigo le regaló un casete con otro clásico de la banda británica: Reggata de Blanc. El pequeño Ernesto de once años no paraba de bailar en su cuarto con ganas de romper el mundo y refundarlo todo.

Joseph Casañas Angulo

Por Joseph Casañas Angulo

Comunicador social y periodista egresado de la Universidad Los Libertadores con diez años de experiencia en medios de comunicación.@joseph_casanasjcasanas@elespectador.com

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Clara(kua1q)28 de septiembre de 2023 - 03:22 p. m.
Qué esenciales esas frases de Teto Ocampo, un verdadero artista comprometido que no le jugó a la banalidad del mercado y del consumo. Su espíritu ahora es libre. Gracias por compartir sus palabras y su música.
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