Teto Ocampo no tuvo juguetes en la infancia. Nada de carritos o muñequitos de acción. Sus juguetes eran flautas, guitarras y cuatros.
Foto: Revista Cro
El primer disco que compró Teto Ocampo fue Zenyata Mondatta, del tercer álbum de The Police. Luego, un amigo le regaló un casete con otro clásico de la banda británica: Reggata de Blanc. El pequeño Ernesto de once años no paraba de bailar en su cuarto con ganas de romper el mundo y refundarlo todo.
Vaya paradoja. Sus padres nada tenían que ver con esos sonidos estridentes. El viejo, un abogado de profesión, pero melómano por convicción, escuchaba música clásica y sonidos de cuerda más cercanos al costumbrismo. La doña, nacida en...
Por Joseph Casañas Angulo
Comunicador social y periodista egresado de la Universidad Los Libertadores con diez años de experiencia en medios de comunicación.@joseph_casanasjcasanas@elespectador.com