U2 y "The Joshua Tree" 30 años después
Para el grupo irlandés el mundo vuelve a ser un lugar extraño y de futuro incierto, por lo que ve oportuna una gira mundial para celebrar este aniversario en 2017.
Javier Aja / Efe
La búsqueda de la espiritualidad y las raíces en un mundo turbulento inspiró al grupo irlandés U2 para crear uno de los álbumes más importantes de la historia de la música, "The Joshua Tree", un trabajo cuyas influencias siguen extendiéndose 30 años después. (Leer U2 anuncia una gira por el 30 aniversario de "The Joshua Tree").
El quinto disco del cuarteto formado por Bono (Paul Hewson), The Edge (David Evans), Larry Mullen y Adam Clayton salió al mercado el 9 de marzo de 1987 con el objetivo no solo de superar el éxito cosechado tres años antes con "The Unforgetable Fire", sino de llevar a unos veinteañeros dublineses a lo más alto del panorama del pop y el rock mundial.
Tres décadas después, el mundo vuelve a ser un lugar extraño y de futuro incierto en el que, no obstante, entre sus certezas figura que U2 se ha convertido, como quería desde "The Joshua Tree", en una de las bandas más grandes de todos los tiempos.
En la era de dirigentes populistas y autoritarios, de conflictos armados que toman el relevo de los padecidos en el Ulster o en Latinoamérica en los años 80, parece adecuado, además, que U2 cierre ahora el círculo comenzado con este legendario álbum con una oportuna gira mundial para celebrar este aniversario en 2017.
Volverán a sonar en los próximos meses en grandes estadios los acordes del tema "With or Without You", primer sencillo del grupo, o de la pegadiza "I Still Haven't Found What I'm Looking For", de la que Bono sospechaba que iba a ser un bombazo antes incluso de acabarla.
"I Still Haven't Found What I'm Looking For" fue el segundo "single" de la banda y alcanzó el número uno en Estados Unidos al poco de pisar la calle, después de tomar forma definitiva en el álbum producido por Daniel Lanois y Brian Eno, habituales colaboradores de U2.
Para algunos expertos de cortas vistas, U2 intentó con "The Joshua Tree" vender su alma al diablo para poder entrar en el mercado estadounidense y en el lucrativo circuito de la música comercial, incluyendo canciones perfectamente empaquetadas, guiños a la cultura americana y sencillos atractivos para las emisoras de radiofórmula.
"Esto no es así en absoluto por dos motivos", escribió el fallecido Bill Graham en la primera crítica del álbum en "Hot Press", en la que solo falló a la hora de predecir la magnitud del éxito comercial que cosechó en todo el mundo, hasta vender más de 25 millones de copias.
"Primero -adivinó Graham-, porque Bono nunca ha cantado con semejante precisión emocional, y, segundo, porque este es un álbum muy engañoso, que nada en lo convencional y, al mismo tiempo, rechaza sus valores más repulsivos".
De hecho, sus temas impregnados de blues, folk, pop, soul y gospel están acompañados por textos que retratan a "Las dos Américas" -uno de los títulos que contempló la banda para el disco- y la amargura de aquellos que vieron pasar de largo el sueño del país del dólar.
Bono tampoco se olvidó de los americanos del centro y sur del continente.
Los bombardeos estadounidenses durante la guerra civil en El Salvador le llevó a escribir "Bullet The Blue Sky" y reflejó la represión en Chile en "Mothers of the Disappeared" ("Las madres de los desaparecidos"), un sobrecogedor tema que reflexiona sobre los horrores provocados por la dictadura del general Augusto Pinochet, apoyada por Washington.
Tres décadas después, "las canciones nos parecen relevantes y proféticas de los tiempos que vivimos", aseguró el carismático vocalista al anunciar el pasado enero el Tour 2017.
En último término, "The Joshua Tree" es un álbum de "gran generosidad moral" y "lleno de cualidades tan humanas como la duda y la ansiedad", aporta Stokes en su libro "U2: Las historias detrás de cada canción",
Por esos motivos, dice, su legado es "poderoso, duradero y, finalmente, afirmativo", como la banda sonora de la historia de amor de una pareja nacida en el barrio dublinés de Fairview o en el "Clarence Hotel" de U2.
La búsqueda de la espiritualidad y las raíces en un mundo turbulento inspiró al grupo irlandés U2 para crear uno de los álbumes más importantes de la historia de la música, "The Joshua Tree", un trabajo cuyas influencias siguen extendiéndose 30 años después. (Leer U2 anuncia una gira por el 30 aniversario de "The Joshua Tree").
El quinto disco del cuarteto formado por Bono (Paul Hewson), The Edge (David Evans), Larry Mullen y Adam Clayton salió al mercado el 9 de marzo de 1987 con el objetivo no solo de superar el éxito cosechado tres años antes con "The Unforgetable Fire", sino de llevar a unos veinteañeros dublineses a lo más alto del panorama del pop y el rock mundial.
Tres décadas después, el mundo vuelve a ser un lugar extraño y de futuro incierto en el que, no obstante, entre sus certezas figura que U2 se ha convertido, como quería desde "The Joshua Tree", en una de las bandas más grandes de todos los tiempos.
En la era de dirigentes populistas y autoritarios, de conflictos armados que toman el relevo de los padecidos en el Ulster o en Latinoamérica en los años 80, parece adecuado, además, que U2 cierre ahora el círculo comenzado con este legendario álbum con una oportuna gira mundial para celebrar este aniversario en 2017.
Volverán a sonar en los próximos meses en grandes estadios los acordes del tema "With or Without You", primer sencillo del grupo, o de la pegadiza "I Still Haven't Found What I'm Looking For", de la que Bono sospechaba que iba a ser un bombazo antes incluso de acabarla.
"I Still Haven't Found What I'm Looking For" fue el segundo "single" de la banda y alcanzó el número uno en Estados Unidos al poco de pisar la calle, después de tomar forma definitiva en el álbum producido por Daniel Lanois y Brian Eno, habituales colaboradores de U2.
Para algunos expertos de cortas vistas, U2 intentó con "The Joshua Tree" vender su alma al diablo para poder entrar en el mercado estadounidense y en el lucrativo circuito de la música comercial, incluyendo canciones perfectamente empaquetadas, guiños a la cultura americana y sencillos atractivos para las emisoras de radiofórmula.
"Esto no es así en absoluto por dos motivos", escribió el fallecido Bill Graham en la primera crítica del álbum en "Hot Press", en la que solo falló a la hora de predecir la magnitud del éxito comercial que cosechó en todo el mundo, hasta vender más de 25 millones de copias.
"Primero -adivinó Graham-, porque Bono nunca ha cantado con semejante precisión emocional, y, segundo, porque este es un álbum muy engañoso, que nada en lo convencional y, al mismo tiempo, rechaza sus valores más repulsivos".
De hecho, sus temas impregnados de blues, folk, pop, soul y gospel están acompañados por textos que retratan a "Las dos Américas" -uno de los títulos que contempló la banda para el disco- y la amargura de aquellos que vieron pasar de largo el sueño del país del dólar.
Bono tampoco se olvidó de los americanos del centro y sur del continente.
Los bombardeos estadounidenses durante la guerra civil en El Salvador le llevó a escribir "Bullet The Blue Sky" y reflejó la represión en Chile en "Mothers of the Disappeared" ("Las madres de los desaparecidos"), un sobrecogedor tema que reflexiona sobre los horrores provocados por la dictadura del general Augusto Pinochet, apoyada por Washington.
Tres décadas después, "las canciones nos parecen relevantes y proféticas de los tiempos que vivimos", aseguró el carismático vocalista al anunciar el pasado enero el Tour 2017.
En último término, "The Joshua Tree" es un álbum de "gran generosidad moral" y "lleno de cualidades tan humanas como la duda y la ansiedad", aporta Stokes en su libro "U2: Las historias detrás de cada canción",
Por esos motivos, dice, su legado es "poderoso, duradero y, finalmente, afirmativo", como la banda sonora de la historia de amor de una pareja nacida en el barrio dublinés de Fairview o en el "Clarence Hotel" de U2.