Un año sin Prince: homenajes y disputas
Vestidos de morado, su color fetiche, los fans de Prince se reúnen este viernes en Minneapolis para rendir homenaje al maestro del pop un año después de su muerte, un aniversario ensombrecido por querellas por su herencia y la comercialización de su obra.
Joy Powell / AFP
Vestidos de morado, su color fetiche, los fans de Prince se reúnen este viernes en Minneapolis para rendir homenaje al maestro del pop un año después de su muerte, un aniversario ensombrecido por querellas por su herencia y la comercialización de su obra. (Leer La música de Prince vuelve a la esfera digital).
Durante mucho tiempo protegida herméticamente de las miradas curiosas y envuelta en un aura de misterio, su casa de Paisley Park alberga las celebraciones, de pago: conciertos, mesas redondas y una gran velada prevista para este viernes con el ritmo funk del creador de "Purple Rain".
El abuelo del funk, George Clinton, de 75 años, abrió el jueves con un concierto los homenajes organizados este fin de semana bajo el lema "Celebration" (celebración).
Los puentes, estadios y otros lugares emblemáticos de Minneapolis serán iluminados con luces violeta hasta el domingo en memoria de su "hijo pródigo", que a pesar de su gran éxito aún vivía en su ciudad natal en Minnesota, en el norte de Estados Unidos. (Leer Prince y la revolución).
"Prince y su extraordinario talento han encarnado una época musical y han dado a conocer Minnesota al mundo", dijo el gobernador del estado, Mark Dayton, que anunció que ahora el 21 de abril se conmemorará el "Día de Prince".
Sobre los festejos, sin embargo, planea la sombra de las disputas judiciales surgidas tras su repentina muerte a los 57 años, por una sobredosis accidental de potentes analgésicos. La estrella no dejó ni testamento ni hijos, pero decenas de potenciales herederos saltaron rápidamente a la palestra.
Un juez acaba de ordenar la suspensión temporal de un mini álbum (EP) de seis títulos, "Deliverance", que debía salir este viernes. Fue un ingeniero de sonido que trabajó con Prince, George Boxill, quien dispuso comercializar estas canciones grabadas entre 2006 y 2008.
Para Boxill, editar este EP bajo un sello independiente con la promesa de que la mayor parte de los ingresos se destinarían al patrimonio de Prince era respetar la voluntad del artista, cuyas diferencias con importantes sellos discográficos eran ampliamente conocidas.
Pero los administradores de sus bienes no están de acuerdo y acusan al ingeniero de querer enriquecerse.
Y es que están en juego ingresos potencialmente muy jugosos. Las ventas de Prince se multiplicaron tras su muerte, al punto de convertirlo en el artista que más discos vendió en 2016, de acuerdo con la compañía Nielsen Music, con 2,23 millones de álbumes vendidos en Estados Unidos, por delante de la británica Adele y sus 2,21 millones del disco "25".
¿Demasiada codicia?
Acusando a la industria discográfica de ser demasiado poderosa, Prince decidió en la década de 1990 sustituir su nombre por un signo impronunciable y se tatuó en su mejilla la palabra "slave" (esclavo) como protesta al contrato que tenía con la compañía Warner.
Después de su muerte, sus hermanos y hermanas que gestionan su patrimonio se asociaron con Warner para reeditar su mítico álbum de 1984, "Purple Rain", así como un disco con temas inéditos que será lanzado cerca de la fecha de su cumpleaños, el 7 de junio.
Y mientras Prince había decidido no distribuir su música en línea, salvo en la plataforma del rapero Jay Z, Tidal, sus títulos están disponibles desde febrero en la mayoría de las páginas de streaming.
Los allegados de Prince niegan ser demasiado codiciosos. Aseguran que necesitan ingresos para mantener los activos de Prince y pagar los impuestos, ahora que el cantante no está allí para hacer giras y lanzar nuevos trabajos.
Abogando por una vida sana, Prince no bebía, optaba por una dieta vegetariana y no toleraba que sus músicos consumieran drogas. Pero luchaba en secreto contra su adicción a los analgésicos, que se disparó tras una operación de cadera.
Apenas unos días antes de su muerte, había llamado a un médico para pedirle ayuda. Los documentos judiciales conocidos esta semana revelaron que este le recetó potentes analgésicos a nombre de un amigo suyo.
En 2016 fallecieron muchos otros grandes músicos como George Michael, Leonard Cohen y David Bowie, cuya famosa canción "Heroes" fue interpretada por Prince su última noche en el escenario.
Vestidos de morado, su color fetiche, los fans de Prince se reúnen este viernes en Minneapolis para rendir homenaje al maestro del pop un año después de su muerte, un aniversario ensombrecido por querellas por su herencia y la comercialización de su obra. (Leer La música de Prince vuelve a la esfera digital).
Durante mucho tiempo protegida herméticamente de las miradas curiosas y envuelta en un aura de misterio, su casa de Paisley Park alberga las celebraciones, de pago: conciertos, mesas redondas y una gran velada prevista para este viernes con el ritmo funk del creador de "Purple Rain".
El abuelo del funk, George Clinton, de 75 años, abrió el jueves con un concierto los homenajes organizados este fin de semana bajo el lema "Celebration" (celebración).
Los puentes, estadios y otros lugares emblemáticos de Minneapolis serán iluminados con luces violeta hasta el domingo en memoria de su "hijo pródigo", que a pesar de su gran éxito aún vivía en su ciudad natal en Minnesota, en el norte de Estados Unidos. (Leer Prince y la revolución).
"Prince y su extraordinario talento han encarnado una época musical y han dado a conocer Minnesota al mundo", dijo el gobernador del estado, Mark Dayton, que anunció que ahora el 21 de abril se conmemorará el "Día de Prince".
Sobre los festejos, sin embargo, planea la sombra de las disputas judiciales surgidas tras su repentina muerte a los 57 años, por una sobredosis accidental de potentes analgésicos. La estrella no dejó ni testamento ni hijos, pero decenas de potenciales herederos saltaron rápidamente a la palestra.
Un juez acaba de ordenar la suspensión temporal de un mini álbum (EP) de seis títulos, "Deliverance", que debía salir este viernes. Fue un ingeniero de sonido que trabajó con Prince, George Boxill, quien dispuso comercializar estas canciones grabadas entre 2006 y 2008.
Para Boxill, editar este EP bajo un sello independiente con la promesa de que la mayor parte de los ingresos se destinarían al patrimonio de Prince era respetar la voluntad del artista, cuyas diferencias con importantes sellos discográficos eran ampliamente conocidas.
Pero los administradores de sus bienes no están de acuerdo y acusan al ingeniero de querer enriquecerse.
Y es que están en juego ingresos potencialmente muy jugosos. Las ventas de Prince se multiplicaron tras su muerte, al punto de convertirlo en el artista que más discos vendió en 2016, de acuerdo con la compañía Nielsen Music, con 2,23 millones de álbumes vendidos en Estados Unidos, por delante de la británica Adele y sus 2,21 millones del disco "25".
¿Demasiada codicia?
Acusando a la industria discográfica de ser demasiado poderosa, Prince decidió en la década de 1990 sustituir su nombre por un signo impronunciable y se tatuó en su mejilla la palabra "slave" (esclavo) como protesta al contrato que tenía con la compañía Warner.
Después de su muerte, sus hermanos y hermanas que gestionan su patrimonio se asociaron con Warner para reeditar su mítico álbum de 1984, "Purple Rain", así como un disco con temas inéditos que será lanzado cerca de la fecha de su cumpleaños, el 7 de junio.
Y mientras Prince había decidido no distribuir su música en línea, salvo en la plataforma del rapero Jay Z, Tidal, sus títulos están disponibles desde febrero en la mayoría de las páginas de streaming.
Los allegados de Prince niegan ser demasiado codiciosos. Aseguran que necesitan ingresos para mantener los activos de Prince y pagar los impuestos, ahora que el cantante no está allí para hacer giras y lanzar nuevos trabajos.
Abogando por una vida sana, Prince no bebía, optaba por una dieta vegetariana y no toleraba que sus músicos consumieran drogas. Pero luchaba en secreto contra su adicción a los analgésicos, que se disparó tras una operación de cadera.
Apenas unos días antes de su muerte, había llamado a un médico para pedirle ayuda. Los documentos judiciales conocidos esta semana revelaron que este le recetó potentes analgésicos a nombre de un amigo suyo.
En 2016 fallecieron muchos otros grandes músicos como George Michael, Leonard Cohen y David Bowie, cuya famosa canción "Heroes" fue interpretada por Prince su última noche en el escenario.