Valles-T, una historia escrita con la camiseta de la selección de Colombia
El caleño se coronó tricampeón de Red Bull Batalla en Colombia y, junto a Fat N, representará al país en la Final Internacional que se disputará en noviembre en Madrid, España. El MC hizo de la camiseta de la selección de Colombia una armadura de batalla. Flow, métricas y los recuerdos de una cábala.
Joseph Casañas Angulo
¿Acaso había una cita con la historia? “La última vez que pisé ese escenario, la vida me cambió”. Valles-T, a días de la Final Nacional de Red Bull Batalla, nos dijo que competir en la Media Torta tenía un condimento especial. En ese escenario, en 2016, el caleño obtuvo su primer título de Red Bull.
Allí, hace ocho años, siendo un niño, puso la primera piedra de un edificio que, aunque ya tiene varios pisos, aún se encuentra en construcción. Lo sebe Mauricio (Aczino) pero también todo el circuito del freestyle en habla hispana, como para recordar una de las rimas con las que el MC se le empezó a presentar al mundo, por allá en la Final Internacional de Argentina en 2018.
Y la historia la volvió a cambiar. El MC volverá a España para, junto a Fat N, intentar escribir un nuevo capítulo del libro del freestyle de Colombia, un país que tiene buena rima. Esta vez dos caleños buscarán un título mundial. Un logro que ha sido esquivo.
Son los argentinos los que tienen fama de cabaleros. Son ellos los que suelen repetir comportamientos, hábitos o ropa que les sirvió en un momento de éxito, sin embargo, Camilo Ballesteros, que está lejos de haber nacido en la tierra de los tres veces campeones del mundo, adoptó una cábala.
El pasado fin de semana uso la misma camiseta de la Selección Colombia que se puso en Madrid, España, en 2019, cuando logró el subcampeonato en la Internacional. Aquella vez Chang, en octavos, Jokker, en cuartos, Aczino, en la semifinal, y Bnet, en la final, se enfrentaron a un humano arropado con una camiseta amarilla de fútbol.
Le digo a Camilo que la coincidencia es llamativa, pero más llamativo es que la misma camiseta le siga sirviendo. Aquella vez estuve entre el público del WiZink Center de Madrid, y de ese periodista poco queda. El tejido adiposo va en expansión. No le pasa así a Camilo. “Eso también es producto de la disciplina”, dice.
Somos de memoria corta. En 2019 Colombia vivió un paro nacional sin precedentes. Y Cali, de donde es Valles-T, fue el epicentro de la protesta. Como una forma de respaldar esas manifestaciones pacíficas, Valles-T se puso la tricolor. Poco tenía que ver el fútbol, aunque por allí le mencionaron a James Rodríguez, quien no tenía una participación destacada en el Real Madrid. Entonces se puso la camiseta para homenajear a Dilan Cruz, quien fue asesinado en Bogotá, mientras protestaba en noviembre de 2019.
Cinco años después, Airon, en octavos de final, Puppy en cuartos, Pandora en la semifinal y Coloso en la final. Se enfrentaron al hombre de la camiseta amarilla. De la misma camiseta amarilla.
“Me siento feliz por ese niño que se ganó su primer Red Bull, aquí en esta Media Torta en 2016, y que hoy, vuelve ya hecho un hombre a demostrar que esto es más pasión que un pasatiempo. Me lo había propuesto, principalmente por cerrar con broche de oro todo este recorrido que ha sido en Colombia, un camino lindo y me he encontrado con muchos colegas que se han convertido en hermanos a lo largo de estos años”. Las más de 3 mil personas que llegaron a la Media Torta vieron cómo Valles-T logró el título.
Siempre hay presión, solo que a esta altura del camino, la misma se asume de formas diferentes. Los debutantes en el escenario de freestyle más importante del circuito, se buscaban entre sí. Conversaciones cortas, ánimos mutuos, charlas sobre otras cosas para descontracturar el ambiente.
Quienes ya llevan más millas recorridas entiende esa presión como un alimento para el monstruo que explota sobre el beat. Vi una coincidencia. Valles-T y Coloso, quienes llegaron a la final, buscaron, por aparte, encontrarse con su soledad y sus motivaciones propias. Por momentos se alejaron del grupo, se pusieron unos audiófonos y con rap pasaron las horas.
“Estoy tranquilo. La presión está, pero estoy muy tranquilo con el papel que voy dar”, me dijo Coloso mientras se fumaba un cigarrillo y veía el ingreso apurado de la gente que a última hora entraba a la Media Torta. Esa frescura se vio en el escenario. Afilado con las barras, las referencias, el delivery. El rap. El rey de las plazas le contó al mundo un testimonio del freestyle que aún se hace fuera de los escenarios. Sin cámaras, sin luces, sin redes, pero sí con rap. Porque el bogotano rapea mucho.
La camiseta amarilla era además una invitación para un ataque. Coloso cayó en la trampa. Con la pista y sin ella, le tiró al caleño cosas de fútbol. Sugirió populismo. “La camiseta de la selección se la puede poner cualquiera”, le dijo. Y lo que pasa es que Camilo no es populista. Es popular. Y aprovechó para preparar un sancocho de flow.
“No hables de esta camisa. No seas tan pecho frío.
Que yo por ella he sufrido. He ganado, he perdido ya varios partidos.
Como Lucho, ya luché días, y como Richard, ya lloré ríos”.
A la rima reaccionó el propio Richar Ríos:
Un niño del público, con la camiseta de Luis Díaz puesta, grita la rima. Se desgañita la garganta. Las venas se llenan de sangre. Los ojos se le expanden. “Valles-T. Te amo. Ve a España y regresa con el título”.
Algunas preguntas le hicimos al caleño antes del evento en el que selló el paso a la Final Internacional que este año será en noviembre. Habla de Luis Díaz, uno de los jugadores de la selección de Colombia, que este jueves buscará el paso a la final de la Copa América enfrentando a la Uruguay que dirige Marcelo Bielsa.
**
Ya tiene dos títulos y reconocimiento internacional. ¿Dónde encuentra motivaciones nuevas?
Tengo una motivación fresca de saber que este año la final nacional se hace en La Media Torta, donde gané por primera vez. Entonces siento que hay un vínculo bonito ahí, porque la última vez que pisé ese escenario, me cambió la vida.
También me recargo la energía pensando en que la Internacional va a ser en España y que, si gano, está interesante volver este año porque puede ser muy significativo.
¿Siente el peso de ser uno de los favoritos?
Estoy mentalizado en batallar fresco. No cargar la presión de que voy por el tricampeoato, ni nade de eso. Sencillamente, voy por un campeonato de mi país.
Trato de vivirlo como una emoción fresca. Sin tanto lastre, sin tanta cadena por arrastrar, ni tanto peso. Si no como una emoción fresca y tranquila.
Vamos por un torneo, como cuando éramos pequeños.
¿Cómo se entrena después de tantos años batallando?
En esta ocasión estoy alineando los argumentos. Siendo muy consciente de lo que me pueden decir en la batalla, para responder con argumentos claros. Los argumentos básicos de ataque serán muy fáciles de responder.
Entonces estoy canalizando mis energías para poder responder lo que tengo que responder y ejecutar lo que tengo que ejecutar y no desgastarme demasiado en responder los ataques que siempre me hacen.
Volver a la Media Torta…
Es bonito volver a batallar en ese escenario. Ese escenario es especia y también Bogotá, como ciudad. Recuerdo que en ese 2017 se metía al aire frío por la nariz y en algún momento sentí que se me iba la respiración y tuve una pequeña crisis, pero pude controlar mis emociones y ganar ese primer título.
En esta edición de Red Bull Batalla estarán Marithea, Pandora, Puppy y usted.
¿Por qué el freestyle del Valle del Cauca es tan fuerte?
Yo creo que los muchachos están creyendo más en ellos, porque al fin de cuenta el freestyle colombiano está fuerte en todos lados. En Bogotá, Medellín, Cartagena, Barrancabermeja y hasta en los lugares más pequeñitos, hay talentos grandes.
En Cali todos empezaron a creer en ellos mismos, con más ganas y eso es lo que nos ha ayudado bastante. Nos ha llevado la determinación.
Y técnicamente el freestyle del Valle del Cauca se caracteriza por el acento y las palabras. Es vallecaucano es muy jocoso, tiene mucho sabor y yo creo que eso es lo que ayuda demasiado en el rapeo de los caleños para que sea atractivo para cualquier escenario.
La próxima temporada de FMS tendrá traspasos. ¿En qué liga competirá?
Tenía ganas de irme para Argentina, pero como que estaban muy solicitados los cupo allá. Estaba la opción de Perú, Caribe y México y decidí irme para México.
Será bonito y allá y ganar nuevos corazones y ojalá el carisma colombiano - caleño ayude bastante por allá y arrasar con esta liga mexicana.
Además, es una buena oportunidad para que ese público escuche mi música.
A propósito. ¿Cómo va ese camino en la música?
Cada vez se abren más propuestas y más opciones de distribuidoras, de sellos, de de medios, pero pues yo quiero darme el espacio para poder seleccionar el camino bien y más adelante firmar duro.
No quiero firmar todavía nada que me comprometa y me haga desviar el camino.
El rap de Lucho Díaz…
Lo que hizo con Ryan Castro me pareció una chimba. Hemos hablado varias veces y sé que le gusta mucho el tema de la música y me parece muy chévere que haga algo que también sé que le gusta mucho. Verlo metido en el cuento me parece brutal. En Medellín me contó que le gusta componer.
No hemos compartido mucho en campo de música porque cuando nos hemos visto hemos estado en actividades diferentes, pero está pendiente sentarnos a intercambiar música, que me muestre sus letras y escribir juntos. Ojalá podamos sacar adelante algo juntos.
¿Acaso había una cita con la historia? “La última vez que pisé ese escenario, la vida me cambió”. Valles-T, a días de la Final Nacional de Red Bull Batalla, nos dijo que competir en la Media Torta tenía un condimento especial. En ese escenario, en 2016, el caleño obtuvo su primer título de Red Bull.
Allí, hace ocho años, siendo un niño, puso la primera piedra de un edificio que, aunque ya tiene varios pisos, aún se encuentra en construcción. Lo sebe Mauricio (Aczino) pero también todo el circuito del freestyle en habla hispana, como para recordar una de las rimas con las que el MC se le empezó a presentar al mundo, por allá en la Final Internacional de Argentina en 2018.
Y la historia la volvió a cambiar. El MC volverá a España para, junto a Fat N, intentar escribir un nuevo capítulo del libro del freestyle de Colombia, un país que tiene buena rima. Esta vez dos caleños buscarán un título mundial. Un logro que ha sido esquivo.
Son los argentinos los que tienen fama de cabaleros. Son ellos los que suelen repetir comportamientos, hábitos o ropa que les sirvió en un momento de éxito, sin embargo, Camilo Ballesteros, que está lejos de haber nacido en la tierra de los tres veces campeones del mundo, adoptó una cábala.
El pasado fin de semana uso la misma camiseta de la Selección Colombia que se puso en Madrid, España, en 2019, cuando logró el subcampeonato en la Internacional. Aquella vez Chang, en octavos, Jokker, en cuartos, Aczino, en la semifinal, y Bnet, en la final, se enfrentaron a un humano arropado con una camiseta amarilla de fútbol.
Le digo a Camilo que la coincidencia es llamativa, pero más llamativo es que la misma camiseta le siga sirviendo. Aquella vez estuve entre el público del WiZink Center de Madrid, y de ese periodista poco queda. El tejido adiposo va en expansión. No le pasa así a Camilo. “Eso también es producto de la disciplina”, dice.
Somos de memoria corta. En 2019 Colombia vivió un paro nacional sin precedentes. Y Cali, de donde es Valles-T, fue el epicentro de la protesta. Como una forma de respaldar esas manifestaciones pacíficas, Valles-T se puso la tricolor. Poco tenía que ver el fútbol, aunque por allí le mencionaron a James Rodríguez, quien no tenía una participación destacada en el Real Madrid. Entonces se puso la camiseta para homenajear a Dilan Cruz, quien fue asesinado en Bogotá, mientras protestaba en noviembre de 2019.
Cinco años después, Airon, en octavos de final, Puppy en cuartos, Pandora en la semifinal y Coloso en la final. Se enfrentaron al hombre de la camiseta amarilla. De la misma camiseta amarilla.
“Me siento feliz por ese niño que se ganó su primer Red Bull, aquí en esta Media Torta en 2016, y que hoy, vuelve ya hecho un hombre a demostrar que esto es más pasión que un pasatiempo. Me lo había propuesto, principalmente por cerrar con broche de oro todo este recorrido que ha sido en Colombia, un camino lindo y me he encontrado con muchos colegas que se han convertido en hermanos a lo largo de estos años”. Las más de 3 mil personas que llegaron a la Media Torta vieron cómo Valles-T logró el título.
Siempre hay presión, solo que a esta altura del camino, la misma se asume de formas diferentes. Los debutantes en el escenario de freestyle más importante del circuito, se buscaban entre sí. Conversaciones cortas, ánimos mutuos, charlas sobre otras cosas para descontracturar el ambiente.
Quienes ya llevan más millas recorridas entiende esa presión como un alimento para el monstruo que explota sobre el beat. Vi una coincidencia. Valles-T y Coloso, quienes llegaron a la final, buscaron, por aparte, encontrarse con su soledad y sus motivaciones propias. Por momentos se alejaron del grupo, se pusieron unos audiófonos y con rap pasaron las horas.
“Estoy tranquilo. La presión está, pero estoy muy tranquilo con el papel que voy dar”, me dijo Coloso mientras se fumaba un cigarrillo y veía el ingreso apurado de la gente que a última hora entraba a la Media Torta. Esa frescura se vio en el escenario. Afilado con las barras, las referencias, el delivery. El rap. El rey de las plazas le contó al mundo un testimonio del freestyle que aún se hace fuera de los escenarios. Sin cámaras, sin luces, sin redes, pero sí con rap. Porque el bogotano rapea mucho.
La camiseta amarilla era además una invitación para un ataque. Coloso cayó en la trampa. Con la pista y sin ella, le tiró al caleño cosas de fútbol. Sugirió populismo. “La camiseta de la selección se la puede poner cualquiera”, le dijo. Y lo que pasa es que Camilo no es populista. Es popular. Y aprovechó para preparar un sancocho de flow.
“No hables de esta camisa. No seas tan pecho frío.
Que yo por ella he sufrido. He ganado, he perdido ya varios partidos.
Como Lucho, ya luché días, y como Richard, ya lloré ríos”.
A la rima reaccionó el propio Richar Ríos:
Un niño del público, con la camiseta de Luis Díaz puesta, grita la rima. Se desgañita la garganta. Las venas se llenan de sangre. Los ojos se le expanden. “Valles-T. Te amo. Ve a España y regresa con el título”.
Algunas preguntas le hicimos al caleño antes del evento en el que selló el paso a la Final Internacional que este año será en noviembre. Habla de Luis Díaz, uno de los jugadores de la selección de Colombia, que este jueves buscará el paso a la final de la Copa América enfrentando a la Uruguay que dirige Marcelo Bielsa.
**
Ya tiene dos títulos y reconocimiento internacional. ¿Dónde encuentra motivaciones nuevas?
Tengo una motivación fresca de saber que este año la final nacional se hace en La Media Torta, donde gané por primera vez. Entonces siento que hay un vínculo bonito ahí, porque la última vez que pisé ese escenario, me cambió la vida.
También me recargo la energía pensando en que la Internacional va a ser en España y que, si gano, está interesante volver este año porque puede ser muy significativo.
¿Siente el peso de ser uno de los favoritos?
Estoy mentalizado en batallar fresco. No cargar la presión de que voy por el tricampeoato, ni nade de eso. Sencillamente, voy por un campeonato de mi país.
Trato de vivirlo como una emoción fresca. Sin tanto lastre, sin tanta cadena por arrastrar, ni tanto peso. Si no como una emoción fresca y tranquila.
Vamos por un torneo, como cuando éramos pequeños.
¿Cómo se entrena después de tantos años batallando?
En esta ocasión estoy alineando los argumentos. Siendo muy consciente de lo que me pueden decir en la batalla, para responder con argumentos claros. Los argumentos básicos de ataque serán muy fáciles de responder.
Entonces estoy canalizando mis energías para poder responder lo que tengo que responder y ejecutar lo que tengo que ejecutar y no desgastarme demasiado en responder los ataques que siempre me hacen.
Volver a la Media Torta…
Es bonito volver a batallar en ese escenario. Ese escenario es especia y también Bogotá, como ciudad. Recuerdo que en ese 2017 se metía al aire frío por la nariz y en algún momento sentí que se me iba la respiración y tuve una pequeña crisis, pero pude controlar mis emociones y ganar ese primer título.
En esta edición de Red Bull Batalla estarán Marithea, Pandora, Puppy y usted.
¿Por qué el freestyle del Valle del Cauca es tan fuerte?
Yo creo que los muchachos están creyendo más en ellos, porque al fin de cuenta el freestyle colombiano está fuerte en todos lados. En Bogotá, Medellín, Cartagena, Barrancabermeja y hasta en los lugares más pequeñitos, hay talentos grandes.
En Cali todos empezaron a creer en ellos mismos, con más ganas y eso es lo que nos ha ayudado bastante. Nos ha llevado la determinación.
Y técnicamente el freestyle del Valle del Cauca se caracteriza por el acento y las palabras. Es vallecaucano es muy jocoso, tiene mucho sabor y yo creo que eso es lo que ayuda demasiado en el rapeo de los caleños para que sea atractivo para cualquier escenario.
La próxima temporada de FMS tendrá traspasos. ¿En qué liga competirá?
Tenía ganas de irme para Argentina, pero como que estaban muy solicitados los cupo allá. Estaba la opción de Perú, Caribe y México y decidí irme para México.
Será bonito y allá y ganar nuevos corazones y ojalá el carisma colombiano - caleño ayude bastante por allá y arrasar con esta liga mexicana.
Además, es una buena oportunidad para que ese público escuche mi música.
A propósito. ¿Cómo va ese camino en la música?
Cada vez se abren más propuestas y más opciones de distribuidoras, de sellos, de de medios, pero pues yo quiero darme el espacio para poder seleccionar el camino bien y más adelante firmar duro.
No quiero firmar todavía nada que me comprometa y me haga desviar el camino.
El rap de Lucho Díaz…
Lo que hizo con Ryan Castro me pareció una chimba. Hemos hablado varias veces y sé que le gusta mucho el tema de la música y me parece muy chévere que haga algo que también sé que le gusta mucho. Verlo metido en el cuento me parece brutal. En Medellín me contó que le gusta componer.
No hemos compartido mucho en campo de música porque cuando nos hemos visto hemos estado en actividades diferentes, pero está pendiente sentarnos a intercambiar música, que me muestre sus letras y escribir juntos. Ojalá podamos sacar adelante algo juntos.