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¿Cómo ha vivido la pandemia en términos artísticos?
Tengo la fortuna de decir que he estado cómodo, sano… han sido seis meses sin hacer demasiado y me gusta un poco eso, aunque lo veo peligroso en el sentido de que probablemente no quiera trabajar nunca más, pero dentro de lo complicado y raro que es todo, ha sido una experiencia muy interesante tomar este tiempo para pensar hacia dónde va el mundo.
¿Cómo será el “show” virtual que realizará el 3 de octubre?
Me parece algo muy bueno para mí y para mis compañeros tener la oportunidad de encontrarnos para tocar. Eso es lo que más celebro, porque antes de la pandemia estábamos acostumbrados a tocar seguido, ensayar y hacer música; eso es lo que más extraño. No estamos preparando algo grande, solo la energía correcta para llevarlo a cabo, estoy muy emocionado. Por otro lado, tengo un disco que ya está listo y pronto lo lanzaré.
En el video de su más reciente sencillo, llamado “Cuando salga”, escogió la primera toma que se grabó de los instrumentos, ¿es habitual que se decante por la primera toma?
La verdad es que a esta canción no le dimos mucha importancia durante la grabación del disco, simplemente cuando entramos al estudio comenzamos a grabar esto de manera simple, sin batería… luego la canción fue tomando más seriedad y se quedó en el disco. Ahora decidimos sacarla porque pensamos que tiene que ver un poco con la situación que estamos viviendo.
Coprodujo la canción, en compañía de Héctor Castillo, con un aire de nostalgia, ¿qué tan nostálgica es “Cuando salga” para usted?
Para mí es más un anhelo que una nostalgia, pienso más en algo que no está, pero que puede venir. Se trata más de un encierro mental que físico, la persona que la canta está a la espera de alguna revelación o algo por el estilo.
El sencillo tiene una frase que dice “en la soledad de la mañana”, ¿esa soledad es buena aliada al momento de componer?
Me gusta estar solo cuando pienso en las canciones y empiezo a escribirlas, es lindo que ese proceso sea así, y luego está otro momento completamente diferente que es el de tocarlas, y obviamente ahí sí me gusta mucho estar con compañeros, lo disfruto ciento por ciento. Así que en el proceso de hacer música todo es lindo, para mí no hay partes incómodas. En la música, hasta la soledad es buena.
El sencillo anterior, “No tengo”, es totalmente diferente a “Cuando salga” por las distintas atmósferas sonoras que tiene, ¿por qué al final decidió incluirla en el disco?
Parece que todas las canciones tuvieron la misma historia porque con Cuando salga también fue así. Al principio no nos importaba tanto que estuviera en el disco, y al final decidimos que sí tenía que estar. Me di cuenta de que ninguna canción tiene asegurado el puesto en un disco, y uno como artista se da cuenta a veces de que debe incluir una canción cuando ya todo está listo, porque en esa elección de canciones uno pinta el disco del color que uno quiere.
¿Cómo define la sonoridad de “No tengo”?
En mi intento de vestir la canción y de que las partes tuvieran cada una su importancia, le di a No tengo dos sonoridades: una cuando hablo de lo que no tengo, y otra muy distinta cuando digo lo que sí. Esta canción es muy bonita, no la hice yo, pero aun así siento que me identifica un montón y que la puedo cantar con total seriedad, porque la entiendo.
¿Fue difícil volver a la escena solista después de girar cinco años con Los Fabulosos Cadillacs?
No, son procesos muy diferentes, pero yo nunca paro de tocar. Además, el hecho de estar con los muchachos hace que todo sea mucho más ameno y amable para mí. No me gusta preocuparme demasiado, de hecho por eso elegí este trabajo, para no preocuparme demasiado, porque al fin de cuentas es lo que me apasiona.
¿Sabe cuándo una canción hace parte de su proyecto como solista y cuándo es de Los Fabulosos?
Para nosotros es muy claro a quién pertenece; es decir, nosotros como grupo llevamos haciendo música por mucho tiempo, y sabemos cuándo una canción tiene un estilo que es propio de Los Fabulosos o cuándo no. En el grupo escribimos muchos, pero todos tenemos un estilo muy marcado, y entre nosotros nos compartimos nuestras ideas, nuestras energías y nuestras ganas; ahí se mezcla todo, y es lo más bonito.
En 1983 empezó lo que hoy conocemos como Los Fabulosos Cadillacs, ¿tienen pensado celebrar los cuarenta años de trayectoria?
No creo que quiera celebrar tanto tiempo, me da un poco de impresión. Prefiero seguir haciendo cosas sin pensar en fechas patrias, que ya demasiado tenemos con las que nos imponen. Cada año que pasa y que nos reunimos todos es mejor que el anterior. La amistad que tenemos nos lleva a lugares muy bonitos y siempre será un honor juntarme con los chicos a hacer música.