Victoria Sur, una parte de Colombia en los Latin Grammy
La cantautora recibió por primera vez una nominación al evento en la categoría “Mejor álbum de música latina para niños”, gracias a su disco “Nanas consentidoras”.
Victoria Sur
Siempre los anhelos que nacen del corazón van encontrando su propio camino, así como el recorrido de un pequeño riachuelo que va abrazándose con ríos de corrientes más caudalosas hasta encontrarse con las profundidades del mar. Es así como percibo este momento de mi vida en el que de repente, después de caminar con pausa y tesón por los caminos de la música independiente, la vida me ha ido llevando de la mano por los lugares que he soñado, por los espacios que he anhelado estar, y me ha dado la oportunidad de irme encontrando con personas afines, que hablan el mismo idioma: musical, emocional, espiritual y místico.
Casi como una confluencia de los astros, ha llegado a mí esta nominación a los Latin Grammy con el disco quizá más personal, más íntimo, minimalista y familiar. Un disco que nace de las entrañas, de esa conexión profunda con mis hijos mellizos Valentina y Sebastián, y de ese lenguaje musical, afectivo y espiritual en el que estuvimos comunicándonos, especialmente en sus primeros años de vida: las nanas.
Alguna vez escuché un proverbio chino que decía: “La mariposa rozó con la campana y su eco se escuchó por todo el universo”. Nunca lo olvidé. Y es justo ahora y con este álbum que he querido llamar Nanas consentidoras, un álbum que en su esencia es casi como un susurro, que siento que mi voz se expande y llega amorosa y sutilmente a otras latitudes.
Minutos antes de dar a luz, mi primer impulso fue cantar e improvisar melodías para arrullar a mis hijos en el vientre, “mi niño de luz, mi niña de luz” y otras tantas y sencillas palabras, que ahora no recuerdo por el encantamiento en el que me encontraba, se enlazaban con melodías dulces que acompañaban ese instante previo al alumbramiento. Algo de ese momento quedó plasmado en este disco. Casi como un rezo de nacimiento que luego se convirtió en canción y más adelante en disco. Una fotografía sonora que tardó varios años en cristalizarse y que para mí representa un homenaje y una especie de cierre de la etapa de infancia de mis hijos.
En medio de este mismo fluir y para celebrar esta nominación, he sido invitada ahora a un espacio muy especial. Nada más y nada menos que al lanzamiento del libro Historias musicales del barrio cósmico, del reconocido periodista mexicano, radicado en los EE. UU., Betto Arcos, colaborador de medios como NPR de EE. UU., Redpem y BBC de Londres, entre otros.
A Betto lo conozco especialmente por su pasión por la música, es un verdadero melómano, y por su interés por las músicas de raíz conectadas con las músicas universales. Su acuciosa labor periodística lo ha llevado a explorar las historias profundas, cercanas y reales de artistas de diferentes latitudes. Cuenta con un amplio bagaje y un profundo respeto por las músicas tradicionales y por los artistas que entregan su voz, su arte y su alma a la música con intensidad.
Por eso incluye en su libro artistas diversos y magníficos de lugares tanto cercanos como remotos: Silvio Rodríguez, Jorge Drexler, Rosalía, Areni Agbabian, Hermeto Pascoal, Noel Petro, Toña La Negra, Jorge Velosa, Jordi Savall y un amplio capítulo dedicado a la música de Colombia, país que el mismo Betto reconoce como su segundo hogar y donde ha ido sembrando importantes raíces y amistades que lo han ido acogiendo como un colombiano más.
Este sábado 2 de octubre, a las 7:00 p.m., tendré el honor de acompañar el lanzamiento de su libro en el emblemático Teatro Colsubsidio de Bogotá junto a queridos amigos y artistas con los que he venido trabajando: David Heincke, Nicolás Ospina, Giovanni Parra, Alberto Ojeda, Pedro Acosta, Kike Harker y Lucio Feuillet. Una conjunción mágica de músicos con los que navegaremos por géneros y estilos diversos como el bambuco, el tango, el jazz, el folclor latinoamericano y algunas canciones de mi repertorio. Este lanzamiento concierto tendrá, en la primera parte, un conversatorio entre Betto Arcos y Jaime Andrés Monsalve (jefe musical de Radio Nacional), en donde hablarán del libro y las historias de los artistas que allí aparecen. Y en la segunda parte vendrá nuestro concierto. Será una especie de concierto literario: conversación y canciones.
También tendré el honor de acompañar este lanzamiento en mi tierra natal, Armenia el próximo jueves 7 de octubre a las 7:30 p.m. en la Casa Museo Musical del Quindío, que en este caso tendrá como moderador de la conversación al director de la UFM radio de la Universidad del Quindío, Alejandro Herrera.
Esta confluencia cósmica se da para celebrar muchísimas cosas: el retorno a los escenarios, el lanzamiento de este maravilloso libro y mi primera nominación a los Latin Grammy con el sexto álbum de mi carrera, pero, ante todo para celebrar la vida, esa que ha estado tan frágil debatiéndose en estos tiempos de pandemia.
Una nominación a un premio como este a nivel latinoamericano es algo que no esperaba, pero sí algo que recibo con alegría y asumo como un paso importante en mi carrera. Minutos antes de montarme en el avión para Bogotá (actualmente resido en Armenia), y cuando me enteré, lloré a mares. Sentí una inmensa gratitud y una necesidad de retomar en mi mente y en mi corazón todo el camino andado. Lloré de emoción, de nostalgia, de pasado, de presente, de futuro y recordé a todas las personas que me han acompañado.
Con este reconocimiento he recibido una recarga de energía y una oleada de amor a través de mis redes sociales, llamadas de amigos, familiares, periodistas, artistas y seguidores de mi música y como me dijo un amigo entrañable: “Abrazo ese carrusel emotivo que se desencadena al ver que los esfuerzos y el tesón se te devuelven en forma de aire fresco y oxígeno puro”. O como me dijo una bella y querida amiga: “Volviste al lugar de tus raíces con tus hijos y de ahí está viniendo el mundo”.
Siempre los anhelos que nacen del corazón van encontrando su propio camino, así como el recorrido de un pequeño riachuelo que va abrazándose con ríos de corrientes más caudalosas hasta encontrarse con las profundidades del mar. Es así como percibo este momento de mi vida en el que de repente, después de caminar con pausa y tesón por los caminos de la música independiente, la vida me ha ido llevando de la mano por los lugares que he soñado, por los espacios que he anhelado estar, y me ha dado la oportunidad de irme encontrando con personas afines, que hablan el mismo idioma: musical, emocional, espiritual y místico.
Casi como una confluencia de los astros, ha llegado a mí esta nominación a los Latin Grammy con el disco quizá más personal, más íntimo, minimalista y familiar. Un disco que nace de las entrañas, de esa conexión profunda con mis hijos mellizos Valentina y Sebastián, y de ese lenguaje musical, afectivo y espiritual en el que estuvimos comunicándonos, especialmente en sus primeros años de vida: las nanas.
Alguna vez escuché un proverbio chino que decía: “La mariposa rozó con la campana y su eco se escuchó por todo el universo”. Nunca lo olvidé. Y es justo ahora y con este álbum que he querido llamar Nanas consentidoras, un álbum que en su esencia es casi como un susurro, que siento que mi voz se expande y llega amorosa y sutilmente a otras latitudes.
Minutos antes de dar a luz, mi primer impulso fue cantar e improvisar melodías para arrullar a mis hijos en el vientre, “mi niño de luz, mi niña de luz” y otras tantas y sencillas palabras, que ahora no recuerdo por el encantamiento en el que me encontraba, se enlazaban con melodías dulces que acompañaban ese instante previo al alumbramiento. Algo de ese momento quedó plasmado en este disco. Casi como un rezo de nacimiento que luego se convirtió en canción y más adelante en disco. Una fotografía sonora que tardó varios años en cristalizarse y que para mí representa un homenaje y una especie de cierre de la etapa de infancia de mis hijos.
En medio de este mismo fluir y para celebrar esta nominación, he sido invitada ahora a un espacio muy especial. Nada más y nada menos que al lanzamiento del libro Historias musicales del barrio cósmico, del reconocido periodista mexicano, radicado en los EE. UU., Betto Arcos, colaborador de medios como NPR de EE. UU., Redpem y BBC de Londres, entre otros.
A Betto lo conozco especialmente por su pasión por la música, es un verdadero melómano, y por su interés por las músicas de raíz conectadas con las músicas universales. Su acuciosa labor periodística lo ha llevado a explorar las historias profundas, cercanas y reales de artistas de diferentes latitudes. Cuenta con un amplio bagaje y un profundo respeto por las músicas tradicionales y por los artistas que entregan su voz, su arte y su alma a la música con intensidad.
Por eso incluye en su libro artistas diversos y magníficos de lugares tanto cercanos como remotos: Silvio Rodríguez, Jorge Drexler, Rosalía, Areni Agbabian, Hermeto Pascoal, Noel Petro, Toña La Negra, Jorge Velosa, Jordi Savall y un amplio capítulo dedicado a la música de Colombia, país que el mismo Betto reconoce como su segundo hogar y donde ha ido sembrando importantes raíces y amistades que lo han ido acogiendo como un colombiano más.
Este sábado 2 de octubre, a las 7:00 p.m., tendré el honor de acompañar el lanzamiento de su libro en el emblemático Teatro Colsubsidio de Bogotá junto a queridos amigos y artistas con los que he venido trabajando: David Heincke, Nicolás Ospina, Giovanni Parra, Alberto Ojeda, Pedro Acosta, Kike Harker y Lucio Feuillet. Una conjunción mágica de músicos con los que navegaremos por géneros y estilos diversos como el bambuco, el tango, el jazz, el folclor latinoamericano y algunas canciones de mi repertorio. Este lanzamiento concierto tendrá, en la primera parte, un conversatorio entre Betto Arcos y Jaime Andrés Monsalve (jefe musical de Radio Nacional), en donde hablarán del libro y las historias de los artistas que allí aparecen. Y en la segunda parte vendrá nuestro concierto. Será una especie de concierto literario: conversación y canciones.
También tendré el honor de acompañar este lanzamiento en mi tierra natal, Armenia el próximo jueves 7 de octubre a las 7:30 p.m. en la Casa Museo Musical del Quindío, que en este caso tendrá como moderador de la conversación al director de la UFM radio de la Universidad del Quindío, Alejandro Herrera.
Esta confluencia cósmica se da para celebrar muchísimas cosas: el retorno a los escenarios, el lanzamiento de este maravilloso libro y mi primera nominación a los Latin Grammy con el sexto álbum de mi carrera, pero, ante todo para celebrar la vida, esa que ha estado tan frágil debatiéndose en estos tiempos de pandemia.
Una nominación a un premio como este a nivel latinoamericano es algo que no esperaba, pero sí algo que recibo con alegría y asumo como un paso importante en mi carrera. Minutos antes de montarme en el avión para Bogotá (actualmente resido en Armenia), y cuando me enteré, lloré a mares. Sentí una inmensa gratitud y una necesidad de retomar en mi mente y en mi corazón todo el camino andado. Lloré de emoción, de nostalgia, de pasado, de presente, de futuro y recordé a todas las personas que me han acompañado.
Con este reconocimiento he recibido una recarga de energía y una oleada de amor a través de mis redes sociales, llamadas de amigos, familiares, periodistas, artistas y seguidores de mi música y como me dijo un amigo entrañable: “Abrazo ese carrusel emotivo que se desencadena al ver que los esfuerzos y el tesón se te devuelven en forma de aire fresco y oxígeno puro”. O como me dijo una bella y querida amiga: “Volviste al lugar de tus raíces con tus hijos y de ahí está viniendo el mundo”.