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Por primera vez el percusionista israelí Yogev Shetrit llegó a Colombia para participar en el Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá, que finalizó recientemente. Con el amor como tema central de este evento, el Yogev Shetrit Trio (nombre de su colectivo) apareció para debutar con su propuesta en tierras lejanas.
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“Estamos muy felices de estar aquí, porque es nuestra primera vez mostrando nuestra música en el Festival de Música Sacra de Bogotá. Hemos sentido muy buenas energías, la comida es muy buena y la cultura nos ha dejado realmente sorprendidos. Estuvimos en Medellín también y fueron muy hospitalarios”, contó Yogev Shetrit.
La agrupación se ha presentado en países que van desde Uzbekistán hasta Haití, pero también en Estados Unidos, sin dejar de lado las grandes presentaciones que han tenido jugando como locales en Israel.
Shetrit tiene ya una carrera consolidada y ha tocado al lado de figuras como Jesús “Chuchito” Valdés (hijo de Chucho y nieto de Bebo Valdés) o con la saxofonista afroamericana Tia Fuller. La característica principal que exalta al trío es la fusión de las sonoridades tradicionales del norte de África, música andaluza de su herencia marroquí, junto con el jazz contemporáneo, sin dejar a un lado las propuestas propias del Mediterráneo. Sus influencias de estilos hoy día universales como el funk y el soul se hacen evidentes en algunas de sus interpretaciones.
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“Nuestra música es una mezcla de lo tradicional, de la música marroquí, de la música contemporánea de jazz y de la música andaluza, incluso la música española”, dijo David Shetrit, pianista del trío.
Las fusiones hacen parte de un proceso de experimentación propia, que está presente desde el primer álbum de estudio de la banda y en el que Yogev Shetrit debutó no solo como líder, sino también como compositor. Después vino su segunda producción musical, ¡Tal cual! Este trabajo sorprendió al público europeo al haber sido grabado en el Jazz Globus Fest. en Jerusalén, en marzo de 2019.
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El público en Colombia tuvo la oportunidad de acercarse al proyecto a través de espacios íntimos con el Yogev Shetrit Trio y sus integrantes evidenciaron la amplitud de su propuesta. De ahí que hayan interpretado obras inspiradas en música marroquí y andaluza (Ana Farach Bikum, Estoy feliz contigo, Mama Dialy, Mi madre, Happy Melody y Café Atlas), así como parte del repertorio judío yemenita (Dassa) y música del Medio Oriente (I Know why y Aba padre).
Mientras que para otro fragmento del concierto, Shetrit presentó arreglos de himnos judíos tradicionales tan antiguos como del siglo XI d. C. Los arreglos de Shetrit buscan representar la rica poética espiritual de estas creaciones emblemáticas, cuya intención es conectar la corporalidad en la tierra con la religiosidad del espíritu.
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Para interpretar su música en Colombia, no lo hicieron de forma arbitraria, ya sabían que el Festival Internacional de Música Sacra de Bogotá es un evento anual y multirreligioso. Se realiza todos los años en septiembre, con una duración de cuatro semanas con conciertos diarios por toda la ciudad en los más emblemáticos escenarios de la capital colombiana: iglesias, templos, teatros, auditorios, colegios, universidades, cárceles y clínicas.
“Ese fue un festival de música sacra muy especial. Nosotros teníamos que conocer muy bien sobre la religión y elementos espirituales de este país, así que cuando empezó nuestra presentación desde el trío ya sabíamos cuáles eran las tradiciones y las fiestas típicas de Colombia”, comentó satisfecho David Shetrit.
Al son del trabajo creativo de una melodía y de su armonía respectiva, el trío de Israel desarrolló el proceso de las piezas escogidas para tocar en Colombia, con un espacio especial y en la búsqueda de recrear un ámbito íntimo que fuera único para quienes asistieron al concierto.
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El auditorio Teresa Cuervo Borda del Museo Nacional fue el espacio donde los músicos liderados por el percusionista Yogev Shetrit desbordaron sus sonidos y dieron vía libre a la performance que tenían preparada. No solo sorprendieron al público, sino que los integrantes del colectivo también se maravillaron con el “sentir” de sus espectadores.
Bogotá no fue la única parada, pues aparte de otras locaciones de la capital, como el Museo Nacional, la Fiesta del Libro de Medellín también les abrió las puertas a través de la Casa Teatro El Poblado.
“Estamos seguros de que queremos regresar a Colombia, nos ha gustado mucho y el público también se ha sentido a gusto con nuestra música. Hemos tenido muy buenos comentarios sobre nuestras interpretaciones, hemos estado en Medellín, también en Cartagena y amamos todo sobre este país. Aquí en Colombia nos hemos sentido como en familia, nos hemos conectado mucho en los conciertos”, asegura David Shetrit.
Cuando hablan de conexión es esa palabra justamente con la que buscan definir su propuesta. Conectar personas a través del arte, pero sobre todo que sea “la música del mundo”. “Pienso que no puedo tener una palabra para la música que hago, es más bien cómo conectar personas y países, porque tenemos influencias de diferentes culturas. Yo tomo las inspiraciones de estos países y luego me concentro en el trabajo de composición”, relató Yogev Shetrit.
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Por esa razón, para su próximo álbum, que saldrá pronto al mercado, se escucharán sonidos como la música flamenca. Europa es un continente que les ha brindado mucha inspiración. Sin embargo, Colombia ya les ha planteado nuevas sonoridades. El Yogev Shetrit Trio contempla la idea de sacar un proyecto basado en los sonidos del Festival de Música Sacra de Bogotá, así que será un trabajo inspirado y creado en Colombia.
Ahora, el colectivo seguirá practicando en busca de la anhelada perfección. “Siempre decimos que cuando practicamos, nos escuchamos y cuando yo compongo alguna parte, nos preguntamos qué decimos o qué pensamos de eso. Este es el proceso de creación, si él crea algo, yo le doy el feedback. Estamos para hacer algo que conecte a muchas personas. Ahora viene es prepararnos para seguir sorprendiendo al público de todo el mundo”, concluyó David Shetrit.