Tarot de Mavé de la semana

Géminis: La calle está tranquila, el mundo también parece tranquilo, lo cual hace pensar que después de superar los mayores desastres que lo amenazan y recuerdan las diez plagas de Egipto, muchos entrarán en razón y guiarán al mundo por senderos pacíficos. Para usted el desastre más grave es la falta de empatía con el prójimo, la indiferencia.

Cáncer: Usted se hace propósitos firmes de voluntad para concretar sus metas; a mitad de la semana, generalmente el miércoles, flaquea y la historia se repite: las tentaciones lo desvían, abandona la disciplina y se llena de culpa… Esto pasa por cuenta de su apego obsesivo-compulsivo a las tentaciones… ¿Hasta cuándo?

Leo: En el último tiempo se volvió invisible; ha evitado compromisos sociales como si todavía estuviera en la pandemia; ha trabajado mucho tiempo desde su casa, allí se ha resguardado como en la pandemia. En fin, necesita hibernar para seguir descubriendo quién es y qué quiere finalmente y para alejarse de algunas relaciones afectivas que deben quedar en el pasado.

Virgo: Las mentiras que van y vienen lo indignan; unos las dicen, otros también y muchos las repiten sin pensar. La verdad se distorsiona con cinismo; cada día es más vaporosa y no se sabe en dónde está… Las verdaderas razones y motivaciones se ocultan o se amañan al acomodo de unos pocos; además, existe la pretensión de convertir chifladuras en verdades. Para usted es inaudito.

Libra: Pensándolo bien, usted es ingenuo a veces… Considera que nadie es malo por naturaleza ni gasta tiempo en buscar la manera de dañar al prójimo, convirtiendo la convivencia en un valle de lágrimas… En la realidad, los comportamientos feos son el pan de cada día, el lado sombrío de la condición humana y recuerdan la afirmación del filósofo Hobbes: “El hombre es un lobo para el hombre”.

Escorpión: Son antiguas las inseguridades que lo convierten en una persona temerosa… Necesita revisar su infancia, volver a recorrer los primeros pasos en su entorno familiar que construyeron los cimientos de su personalidad; la herencia determina muchas cosas. Ha evitado este repaso por miedo a lo que pueda descubrir… En su infancia encontrará árboles fuertes que le dieron abrigo.

Sagitario: A quienes señalan problemas reales y ven las cosas como son, los aíslan… Usted pertenece al grupo de los aislados, que no son condescendientes e incomodan con sus observaciones críticas y además son fatalistas, apuntan al peor de los escenarios. No dirá que todo está divinamente si no es así. Nunca ha sido una persona obsecuente, no lo será ahora.

Capricornio: De acuerdo con el ocho de bastos del Tarot, frente a lo que está mal, varios miran para otro lado, se callan, no saben, no responden… Crece entonces su necesidad de combatir la pasividad, diciendo lo que ve y cómo lo ve así produzca chispas y reacciones altaneras. Su forma de proceder tal vez no cambie las cosas, pero dormirá sin remordimientos de conciencia: esto es seguro.

Acuario: Lo abruman ciudades populosas llenas de autopistas y avenidas, miles de carros que corren con sus pasajeros afanados. Debajo de un cielo gris, la furia urbana, las garras de la ciudad, se extienden por sabanas y valles y destruyen ríos, pantanos y bosques. En el afán de consumir y botar, los seres humanos van insatisfechos, condenados a cien años de soledad ¿Será siempre así? Usted se pregunta.

Piscis: La lista de las cosas terribles que pasan es larguísima; muchos están muy preocupados, no pueden vivir en la preocupación constante, nadie puede hacerlo… Ante la dura realidad, usted se ha preguntado insistentemente qué hacer. Hará lo que pueda con ingenio y coraje, no puede vivir en continua desesperación.

Aries: Hay momentos excepcionales en los que todo fluye, como le pasará esta semana. Solucionará varios problemas que le taladraban la cabeza desde hace tiempo y el camino se despejará por fin. Ante el “milagro” su regocijo es inmenso… Su tenacidad ha sido constante, no ha bajado la cabeza, ha resistido. Este es el verdadero “milagro” ¿No le parece?

Tauro: Usted es un invitado bienvenido a muchas reuniones; lo ven llegar y a varios les vuelve el alma al cuerpo. Habla sobre lo que sucede y hay luces; sus palabras, como si tuvieran alas, tocan el futuro que deja de ser lejano, imposible. Sus palabras también le dan un mandato al presente: no perder la esperanza.