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¿Cómo empezó el grupo musical de Patricia Teherán y sus Diosas del Vallenato?
El tiempo que duró el grupo fue muy corto, sólo un año. Empezó en 1993. En el 94 hicimos la grabación, en el 95 teníamos una gira para Estados Unidos y el 19 de enero del mismo año ocurrió el fatídico accidente en el que murió Patricia.
¿Qué sucedió con Maribel Cortina después de la muerte de Patricia Teherán?
Seguimos con el grupo. En el 97 me accidenté en Venezuela y casi pierdo la vida. Pienso que Dios tiene algo muy especial para mí, porque Patricia me había citado para vernos el día en que falleció, pero por inconvenientes familiares no pude viajar.
¿Cree que un ángel la cuida?
Eso me dice la gente. Como mi nombre es Maribel de los Ángeles, entonces comentan que eso es lo que me protege (risas). Por qué no pensarlo, de pronto es así.
¿La tragedia invadió a las Diosas del Vallenato?
Sí, así es. Después de cuatro años de recuperación de mi accidente, Rosalba Chico, una de las coristas, se enfermó de cáncer y murió en diciembre del 97.
¿Qué pasó con la familia Teherán?
La tragedia no paró ahí. La mamá de Patricia murió el 21 de enero del 98; cinco años más tarde murió su papá, el señor Carlos Teherán, y Yuri Alexánder, hijo de Patricia, quedó al cuidado de un tío en Cartagena, porque su padre, Rodrigo Castillo, también falleció en el 97.
¿Fue el fin de las Diosas del Vallenato?
Sí, el grupo se desintegró. Luego grabé un disco con Baudilia Gutiérrez y Rosalba Chico, en el que se destaca una canción que hizo Nelson Velásquez, titulada Yo te voy a querer: aunque también están Me cansé de usted y Amores falsos. Luego hubo un receso bastante largo.
¿Ha desarrollado alguna superstición en torno al nombre de las Diosas del Vallenato?
Sí. No quise volver a colocar ese nombre a las agrupaciones que conformé años después. Los que creemos en Dios y en que suceden muchas cosas malas en la vida, nos llenamos de supersticiones.
¿Qué piensa de los grupos vallenatos que se hacen llamar Diosas del Vallenato?
Los respeto con mucho honor, porque, la verdad, están recordando mucho a Patricia Teherán y es muy bonito que valoren el legado que uno dejó al morir.
¿Qué vino después del receso?
Hice una producción musical con un muchacho de Santa Marta, Julio Gutiérrez, después grabé con Rocío Rojas, y ahora último con Luchi Ortega, de Montería, con la que no pude seguir promocionando el CD, porque tuvo un quebranto de salud bastante fuerte y debe estar en reposo.
¿Cuéntenos de su participación en el Festival de la Leyenda Vallenata?
Bueno, vengo participando como aficionada desde 1985, cuando tuve el segundo puesto al lado de Ómar Geles; en el 86, segundo puesto al lado de Ildemar Bolaño, y en el 88 nuevamente segundo puesto, al lado de Hugo Carlos Granados. A partir del 89 vengo participando como profesional.
¿Qué momento feliz recuerda al lado de Patricia Teherán?
Ella era una persona muy sencilla. Muchas de las muchachas del grupo le decían “Mamá Diosa”. Una anécdota muy chévere fue un día que nos escapamos a tomarnos unas cervezas y la guitarrista se perdió, apareció borracha, y cuando llegó el momento de ir a tocar se dio cuenta de que le habían robado las cuerdas a la guitarra. Ese día, después del problema, nos reímos mucho.
Háblenos del festival que realizarán en la ciudad de Santa Marta y que lleva su nombre.
Así es: se llama Festival de Música de Acordeón Maribel Cortina. Fue creado con la ayuda de la Fundación Indio Tayrona, con una finalidad de exaltar a la mujer, así que todas las participantes serán mujeres, pero además quisimos agregar una categoría especial para los músicos que día a día trabajan en las playas del Rodadero.
¿Cuáles son las fechas del festival?
Del 28 al 31 de julio de este año. Las niñas, jóvenes y mujeres que quieren inscribiese pueden hacerlo a través de nuestra página web.
Usted es de El Difícil, Magdalena. ¿Por qué El Difícil?
Sí, efectivamente soy de allá, pero en realidad se llama Ariguaní, pero la gente le puso El Difícil por las lomas y porque las mujeres tampoco aceptan a todo mundo enseguida (risas).
¿Quién le enseñó a tocar el acordeón?
Nadie, aprendí sola. Mi papá arreglaba acordeones y también los interpretaba, pero se molestaba porque yo le desafinaba los instrumentos que arreglaba. Cuando iban a buscar el trabajo que había hecho se daba cuenta, me gritaba que si había cogido el acordeón, y para que no me pegara me montaba a un palo de tamarindo.
Se está estrenando como abuela. ¿Qué tal la experiencia?
¡Feliz! Antes la casa me fastidiaba, pero ahora quiero estar metida en ella todo el día para compartir con mi Manuel Alejandro. Me encantaría que tuviera el mismo gusto mío por el acordeón y hace poco me enteré de que mi hija, estudiante de comunicación social, canta, y eso me tiene muy contenta.
¿Sueña algún día con ser reina del Festival de la Leyenda Vallenata?
Claro que lo he soñado y ojalá algún día Valledupar y los jurados tengan en cuenta a las mujeres. No soy la única. La gente comenta que hay mucho machismo, pero la verdad, hablar mal del festival no puedo, porque me ha dado muchas cosas. Cada vez que participo mi nombre toma realce.
Próximamente va a cumplir 40 años de vida artística ¿Cómo piensa celebrarlos?
Pienso celebrarlos haciendo un disco con grandes cantantes del folclor, como Silvio Brito, Poncho Zuleta, Álex Manga, Beto Zabaleta, Jorge Oñate, Peter Manjarrés, Silvestre Dangond y muchos más. Espero que se me dé este proyecto de la mano de Dios.