Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
El pasado 20 de junio el estadio de Azadi, en Teherán (Irán), fue protagonista de un hecho histórico. Por primera vez, luego de 39 años, las mujeres ingresaron a sus tribunas para ver en vivo el partido de Irán contra España en el Mundial de Rusia 2018. (Vea nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)
Aunque la selección perdió 1-0 contra La Roja, la satisfacción de las ciudadanas fue una constante. “Finalmente pude ver el partido en el estadio Azadi. Quería venir aquí hace años para alentar a nuestro equipo y vivir esta atmósfera de entusiasmo. Este es un sueño logrado”, le dijo una mujer al medio France 24 Español.
El levantamiento de la prohibición, que se promulgó en 1979 tras la Revolución Islámica, significa un gran paso hacia los derechos de las mujeres en Irán. Y, a pesar de que vieron el partido a través de las pantallas, ellas se mostraron satisfechas y muy ilusionadas con lo que vendrá. (Puede leer: La amenaza como cultura: agresiones contra los jugadores por resultados en el Mundial)
“Ver a los iraníes felices es lo que deseamos, las cosas estuvieron bien y no se presentaron violaciones, esperamos que esta iniciativa sea un nuevo comienzo y que las mujeres ingresen a los estadios con sus familias permanentemente”, dijo a France 24 Español Taybeh Siouchi, presidenta del Comité de Asuntos de la Mujer del Parlamento Iraní.
Por otro lado, hay algunas que se mantienen temerosas frente al futuro de la prohibición porque el personal de seguridad no les permitió el ingreso en el último minuto.
En el encuentro entre Irán y Marruecos el pasado 15 de junio, una activista de ese país que se hace llamar Sara para proteger su identidad, llamó la atención de los asistentes y la prensa con un cartel que decía “apoya a las mujeres iraníes para que asistan a los estadios”. (Lea más: Sara, la iraní que protesta para que dejen entrar a las mujeres a los estadios.)
Su mensaje hizo eco en los medios de comunicación que compartieron su historia y el deseo de muchas iraníes de cerrar las brechas entre hombres y mujeres, generando que el Gobierno actuara frente a la petición que por años le hicieron.
La prohibición de no permitir que las mujeres ingresaran en escenarios deportivos se basa en el lenguaje inapropiado que se genera dentro, la mezcla con hombres que no son de sus familias y la vestimenta de los jugadores que deja expuestas sus piernas. (Puede ver: "Francia, España y Alemania están en un nivel superior al resto": David Trezeguet)
A raíz de esto, se generaron movimientos de protesta como Open Stadiums, que es lo mismo que White Scarves, en el que exigían eliminar la ley para poder disfrutar del fútbol.
Luego de años de hablar, de exponerse a disfrazarse de hombres y de exigir, la derrota de Irán contra España se vivió como una victoria de esas mujeres que durante 39 años, con sus jugadas y goles, no lograban entrar a la cancha. (Lea: Irán le empató a Portugal pero no le alcanzó para clasificar a octavos)
Este lunes esa victoria se reconquistó cuando de nuevo se apropiaron de las tribunas del estadio Azadi para apoyar a su selección contra Portugal. Para ellas este es el inicio de un cambio que, eventualmente, les llegará.