Kylian Mbappé, el niño que quiso seguir los pasos de Thierry Henry

El delantero de la selección francesa de fútbol se enfrentará este martes a su ídolo, asistente técnico del equipo belga, en la primera semifinal del Mundial de Rusia 2018.

Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia
08 de julio de 2018 - 10:30 p. m.
Kylian Mbappé busca emular en esta Copa del Mundo lo alcanzado por su ídolo, Thierry Henry, con la selección de Francia.  / Twitter
Kylian Mbappé busca emular en esta Copa del Mundo lo alcanzado por su ídolo, Thierry Henry, con la selección de Francia. / Twitter
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“Contre toi” (contra ti), dijo en voz alta un periodista francés que veía el partido entre Bélgica y Brasil, en la sala de prensa del estadio Nizhni Novgorod, luego del triunfo 2-0 del equipo de su país sobre Uruguay. Las imágenes oficiales de la FIFA estaban mostrando cómo celebraba Thierry Henry junto a los futbolistas belgas el paso a la semifinal tras ganarle a Brasil. “Será raro para él, pero tenemos a uno que hace todo muy parecido a él: Kylian Mbappé”, afirmó con la ilusión que produce aquel niño que soñó con emular los pasos de Henry y ahora lo está logrando. (Vea aquí nuestro especial del Mundial de Rusia 2018)

El día que Francia se proclamó campeona del Mundo en 1998, en el Stade de France de París, al superar 3-0 a Brasil, Kylian Mbappé llevaba cuatro meses en el vientre de su madre, mientras que Thierry Henry hacía parte de la nómina ganadora. Considerado el futuro de la delantera de su país, Henry anotó tres goles en su primer Mundial y gracias a esa actuación dejó el Mónaco, equipo en el que debutó en 1994, para jugar en la Juventus de Turín.

Mientras Thierry vivía su período de adaptación al fútbol italiano y a la cultura de un país menos cuadriculado que Francia, a 11 kilómetros al noreste de París, en Bondy, nació Kylian, el primogénito de los Mbappé, una familia formada por un emigrante camerunés y una francesa de origen argelino. Wilfried Mbappé era entrenador de fútbol de equipos juveniles en Bondy, mientras que Fayza Lamari fue jugadora profesional de balón mano. El deporte en esa casa era una religión. (Lea: Las costumbres uruguayas del jugador francés Antoine Griezmann)

Esa educación, en la que los valores deportivos estuvieron por encima de todo, significó una infancia tranquila en la que no hubo necesidad de mano firme, pues Kylian no lo exigió. Los videojuegos, el tenis y el fútbol ocuparon su tiempo libre. Quería seguir los pasos del tenista Jo-Wilfried Tsonga, a quien admiraba por su garra en la cancha y su potente derecha, pero a la vez ser como Thierry Henry, quien en ese momento ya brillaba con el Arsenal de Inglaterra y era el referente de ataque de la selección de su país.

A los seis años, Kylian fue reconocido por la Federación Francesa de Fútbol como uno de los mejores futbolistas infantiles del país. Su velocidad y agilidad por la banda izquierda llamaron la atención. Y a pesar de que tenía una estatura promedio, su talento era más grande que el de sus compañeros. Desde ese momento no lo perdieron de vista. (Le puede interesar:  “Los pequeños detalles marcarán la diferencia ante Bélgica”: Didier Deschamps)

Su padre lo entrenó hasta que se dio cuenta de que su hijo necesitaba un guía más profesional si quería elevar su nivel futbolístico. Por eso fue a la Clairefontaine, un centro nacional de fútbol especializado en capacitar a los jugadores con más futuro en Francia. En 2011, con 13 años, Kylian se graduó, como lo hicieron años atrás figuras del balompié francés como Nicolas Anelka, Blaise Matuidi y el mismo Henry.

Antes de llegar al Mónaco, el entonces técnico del Arsenal, Arsene Wenger, intentó ficharlo para el club inglés, repitiendo su estrategia con Henry, cuando lo llevó a la Premier League. Sin embargo, Mbappé fue a Londres a probarse con el Chelsea, equipo que quedó encantado con su nivel, pero que no hizo una rápida operación. Y entonces fue el club del principado el que aprovechó que los padres de Kylian preferían que se quedara viviendo cerca de ellos, jugando en la Liga de su país, para ir creciendo poco a poco. (Lea: Jorge Luis Pinto y su análisis de Rusia 2018)

Sin quererlo, Mbappé llegó al mismo lugar que su ídolo. Por su manera de jugar, fueron comunes las comparaciones. Además, Kylian lo superó en el récord que tenía de ser el futbolista más joven en anotar un gol con la camiseta del club del principado (17). Con el paso de los juegos, el pequeño alcanzó en todo a quien lo impulsó a ser futbolista. Más tantos en su primera temporada, el más joven en llegar a 10 número de goles en Liga de Campeones y el centro de atracción del mundo del fútbol.

Ambos consiguieron títulos de liga siendo adolescentes, actuando como extremos, pero llegando constantemente a posiciones de gol. Cuando a Mbappé lo llamaron por primera vez a la selección de mayores de Francia, eligió el número 12 en su camiseta, el mismo que utilizó Henry en el Mundial de 1998. No fue por coincidencia. El motivo de su celebración barriéndose de rodillas en el piso, con los brazos cruzados y mirando a un punto fijo es imitar a Henry, quien lo hacía igual. También, porque cuando su hermano Ethan le hacía gol jugando FIFA dejaba el control en el piso y celebraba de esa manera.(Puede leer: "Creo que Croacia jugará la final": El "Patrón" Bermúdez)

Ahora, Mbappé, siendo el 10 de Francia en Rusia 2018, quiere emular otro logro: ganar el Mundial en su primer intento. Henry, de 40 años, es el goleador histórico de Francia, con 51 tantos. Mbappé es la nueva sensación de les bleus, a sus 19 años. Toda una carrera por delante.

El delantero del PSG lleva tres goles en Rusia, igualando lo hecho por su ídolo hace 20 años. Henry marcó otros tres tantos en 2006, año en el que perdieron la final del mundo ante Italia. Si Mbappé anota este martes ante Bélgica en la semifinal de Rusia 2018, será el primer francés en conseguir cuatro tantos en una Copa del Mundo desde que Just Fontaine impuso la marca de todos los tiempos con 13 en seis encuentros, en 1958. (Lea también: El equipo de Francia y su difícil tarea de construir una identidad nacional)

“No me gusta comparar jugadores de diferentes generaciones, pero los dos tienen características semejantes, con velocidad y habilidad para superar jugadores”, dijo el entrenador de Francia, Didier Deschamps, quien fue capitán del equipo de 1998 y quien podría convertirse en el tercer hombre en levantar una Copa del Mundo como jugador y entrenador (Franz Beckenbauer y Mario Lobo Zagallo son los otros dos). “Sólo puedo desear que Kylian tenga la misma carrera que Thierry”.

Por su parte, Henry, quien es uno de los integrantes del cuerpo técnico de la selección de Bélgica, comentó que “me gusta verlo jugar. Oh, la la. Me he encontrado con él y me ha dado la impresión de que tiene una buena cabeza sobre los hombros”, añadió. Mientras que el tímido Mbappé dijo que “va a ser raro ver a Thierry otra vez. Es alguien que me gusta mucho. Hay mucho respeto entre nosotros. Fue un gran jugador, el que me inspiró. Él es francés, pero estará en la banca del oponente. Seguramente será extraño para él también”.  (Le puede interesar: El museo de los mundiales está en Moscú)

Por Luis Guillermo Montenegro - Enviado especial a Rusia

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