Max y Platón, los hinchas rusos de Colombia

Padre e hijo viajaron 12 horas en tren desde Moscú para apoyar a la selección. Mandaron a hacer camisetas con el nombre de sus ídolos.

Fabián Rozo - Rusia / @fabianrozo
25 de junio de 2018 - 02:00 a. m.
Max y Platón, rusos hinchas de Colombia.   / Fabián Rozo
Max y Platón, rusos hinchas de Colombia. / Fabián Rozo
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Intenta explicar su afición por algunas selecciones suramericanas. El estilo de juego, el talento de sus jugadores y el gusto por el idioma español pueden justificarla. Pero, le basta con mirar al niño de cinco años pronunciar con emoción el nombre de Falcao, para condensar en un abrazo ese sentimiento que definitivamente se lleva en la sangre.  (Vea nuestro especial sobre el Mundial de Rusia 2018)

Max es muy cariñoso con su hijo Platón, pero durante el Mundial aún más. Cómplice incondicional por el gusto futbolero, el pequeño es su sombra en la Copa. Juntos ocuparon dos linderas del segundo cubículo en el vagón 15, en el tren que los condujo de Moscú a Kazán. Un viaje de 12 horas en el que compartieron pistachos hasta que el vaso se llenó de cáscaras y el menor de sueño.

Partieron de noche y llegaron de día. Y apenas el rubiecito abrió sus ojos, el pedido fue uno solo: que lo vistiera con la camiseta amarilla que tenía para estrenar. “Cuando compramos las entradas para el partido de Colombia y Polonia, decidí uniformarnos. Bajé una imagen con la bandera de Colombia, elegí las camisetas de buen algodón y en la espalda les pusimos los nombres de nuestros ídolos”, dice orgulloso el creativo padre. (Lea: Colombia goleó a Polonia y recuperó su alegría)

“Me gusta Bacca por su juego, y a él Falcao por el gran goleador que es”, agrega emocionado Max, que como mánager del banco Binbank, ha extendido sus jornadas laborales hasta altas horas de la noche. Todo sea por cumplir ese sueño y, lo mejor, junto a uno de sus amores. Y es que viajar solo con Platón, cuyo nombre es en tributo al filósofo griego, parecería un desafío, pero él estaba preparado. De hecho, para la exigente prueba de este domingo ya había hecho pretemporada una semana atrás. Ambos se desplazaron en auto de Moscú a Saransk para el debut de Perú contra Dinamarca.

“Durmió un rato en la silla de atrás, mientras yo manejaba. Fueron seis horas y media en el jeep y estuvo juicioso. No veía la hora de llegar al estadio. Con los hinchas peruanos disfrutó mucho, se hizo fotos y aprendió a decir gracias”, cuenta el padre nacido en Tashkent, Uzbekistán, antigua Unión Soviética. (Lea: Felipe Baloy y un gol histórico para Panamá en los Mundiales)

Lo ideal sería viajar con toda la familia, pero su esposa Nadia no es tan aficionada al fútbol y prefirió quedarse en casa con Tihon, de tres años. Residen en Lesnye Polyany, a 15 kilómetros de Moscú, un lugar “muy tranquilo, en el que los niños tienen más espacio para distraerse”, cuenta Max, quien confiesa de paso que “el menor quería estar en el partido de Colombia, pero no fue posible convencer a la madre”.

La aprobación que sí logró Max en casa es la de cambiar la ropa de la maleta y emprender otro viaje aún más largo. Alentarán con Platón a Colombia este jueves en Samara y de nuevo el traslado será en tren. Serán 36 horas aproximadamente en total, pero es lo de menos, “cuando ves la alegría de tu hijo al vivir una experiencia que lo marcará para siempre”. (Puede ver: Cauca, tierra de defensores: Yerry Mina)

Al padre también le resultará inolvidable. Por ejemplo, su próximo cumpleaños. Llegará a 45 años este 11 de julio, fecha en la que no sabe cómo celebrará, pero sí que estará en el estadio Luznihkí de Moscú para la segunda semifinal de la Copa del Mundo. Mejor regalo, imposible.

Por Fabián Rozo - Rusia / @fabianrozo

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar