Apoyo emocional: estrategias y responsabilidades en situaciones de crisis
Hablamos con la psicóloga Paula Andrea Senior sobre recomendaciones al brindar apoyo emocional, tener responsabilidad afectiva y la importancia de buscar ayuda profesional. Conozca qué puede hacer si alguien cercano enfrenta una crisis emocional.
Paula Andrea Senior Mesa
¿En cuántas ocasiones ha presenciado situaciones en las que una persona cercana necesita apoyo porque sus emociones se encuentran desbordadas? Lo sabe porque llora, se aísla, se le ve frustrada, confundida, de mal genio o estresada. ¿Sabe cómo reaccionar?
Como padres, amigos o compañeros, siempre queda la inquietud de qué se debe hacer y cómo se puede ayudar. Y ante la falta de información, puede que se paralice o guarde silencio, porque no sabe cómo proceder en este tipo de casos, no tiene las herramientas o cree que no será capaz de sortear la situación. Sin embargo, de acuerdo con expertos, lo usual es que quede la duda e incluso la culpa de no haber intervenido.
De acuerdo con el programa “Porque quiero estar bien” de la Fundación Santo Domingo, la responsabilidad afectiva es indispensable en estos casos y tiene que ver con una plena consciencia de las decisiones que tomamos en relación con otros y su posible afectación, de manera positiva o negativa.
Por lo tanto, hace referencia a la capacidad de comunicar tanto las necesidades y los deseos propios como escuchar a los demás. Para la psicóloga Paula Andrea Senior, doctorante en Pensamiento Complejo, el escenario inicial lo viven muchas personas a diario e incluso puede llevar, si no es acompañado por un profesional, a cuadros de depresión o idealización suicida.
“Aun así, la responsabilidad de la conducta de otras personas o de las decisiones que tomen acerca de sus vidas y el rumbo que les darán no depende necesariamente de nosotros o de un tercero. No obstante, cuando esto sucede en menores de edad, el carácter de responsabilidad cobra otra dimensión en la que necesariamente debemos actuar”, afirma la especialista.
De acuerdo con ella, no hay que sentirse solo en este proceso, dado que se cuenta con redes de apoyo de diferentes naturalezas a las cuales se puede acudir en busca de ayuda.
Su recomendación es acercarse a las organizaciones a las que pertenece, como instituciones educativas, empresas, grupos deportivos, sociales o culturales, pues cada vez es más usual que se cuente con profesionales que orienten esta atención.
No obstante, recuerde que existen líneas de atención psicosocial gratuitas, en Bogotá se puede comunicar a la línea “El poder de ser escuchados” marcando al número 106, que también cuenta con chat.
Lo que podría hacer
Según Senior, existen formas de abordar estas situaciones, apoyando el manejo de las crisis. “Tener la información de las estrategias que se pueden utilizar en el momento harán que podamos enfrentarnos más fácilmente y prestar esa ayuda que se necesita”, señala.
Las recomendaciones generales son:
1. Infórmese sobre la atención en situaciones de crisis, pues no necesariamente debe ser psicólogo para estar presente en esos momentos. Conocer bases sobre contención emocional le brindará herramientas que tendrá al alcance cuando sea necesario.
2. En la situación, debe evaluar las condiciones bajo las cuales se encuentran, especialmente si son seguras tanto para el interlocutor como para la persona que se desea ayudar. En muchas ocasiones, puede resultar más efectivo comunicarse con los Bomberos, la Policía o una ambulancia, pues las condiciones para brindar ayuda a otras personas pueden representar un alto riesgo para la integridad de quienes intentan ofrecer apoyo.
3. En un ambiente seguro, se procede a revisar en qué estado de respuesta emocional se encuentra la persona que se desea ayudar. Es posible que esté desbordada emocionalmente y no pueda regularse fácilmente. En este contexto, abordar el problema que ha generado la crisis de manera equilibrada se convierte en una opción válida para reducir el riesgo inicial. La contención emocional se plantea como una estrategia importante.
4. Para llevarla a cabo, Senior recomienda dar a conocer su disposición de prestar ayuda, comenzando con la simple escucha. Esto facilita que la persona se exprese y se sienta en libertad de hablar de sus emociones, así como las situaciones que le afectan o el motivo de su estado actual.
5. Valide sus emociones, ayudando a reconocerlas mediante el nombramiento y describiendo sus efectos en el cuerpo, pensamientos y posibles acciones derivadas.
En este paso es muy importante contextualizar la emoción, comprendiendo por qué aparece, por qué persiste o por qué se intensifica en el momento. Esta aproximación permite desarrollar una conversación que brinda a la persona una comprensión del origen de su desborde emocional, promoviendo la aceptación y validación de sus emociones como respuestas necesarias para afrontar la situación”, describe.
6. En caso de que el desborde emocional requiera más que la escucha, se sugieren estrategias fisiológicas, como técnicas de respiración y relajación, para facilitar la modulación de la emoción y permitir que la persona recupere el control.
7. Otro aspecto crucial es revisar las redes de apoyo de la persona y orientarla a hacer contacto con ellas. De acuerdo con la psicóloga, si el interlocutor no forma parte de esa red como amigo o familiar, se sugiere que alguno de ellos esté presente y pueda brindar apoyo en adelante.
8. Por último, se recomienda facilitar la búsqueda de ayuda profesional para iniciar un proceso formal de atención a largo plazo. Además, se destaca la importancia de realizar un seguimiento a la persona que fue escuchada, manteniéndose atentos a su evolución y brindando apoyo adicional si es necesario, especialmente en los días siguientes a la crisis.
“Con estas recomendaciones y siguiendo estos pasos, podemos abordar a las personas que requieren de nuestra ayuda y brindar apoyo en una situación compleja que los ha llevado a estar en crisis; por supuesto, debemos saber que este es el inicio de las acciones que podemos acompañar”, puntualiza Senior.
¿En cuántas ocasiones ha presenciado situaciones en las que una persona cercana necesita apoyo porque sus emociones se encuentran desbordadas? Lo sabe porque llora, se aísla, se le ve frustrada, confundida, de mal genio o estresada. ¿Sabe cómo reaccionar?
Como padres, amigos o compañeros, siempre queda la inquietud de qué se debe hacer y cómo se puede ayudar. Y ante la falta de información, puede que se paralice o guarde silencio, porque no sabe cómo proceder en este tipo de casos, no tiene las herramientas o cree que no será capaz de sortear la situación. Sin embargo, de acuerdo con expertos, lo usual es que quede la duda e incluso la culpa de no haber intervenido.
De acuerdo con el programa “Porque quiero estar bien” de la Fundación Santo Domingo, la responsabilidad afectiva es indispensable en estos casos y tiene que ver con una plena consciencia de las decisiones que tomamos en relación con otros y su posible afectación, de manera positiva o negativa.
Por lo tanto, hace referencia a la capacidad de comunicar tanto las necesidades y los deseos propios como escuchar a los demás. Para la psicóloga Paula Andrea Senior, doctorante en Pensamiento Complejo, el escenario inicial lo viven muchas personas a diario e incluso puede llevar, si no es acompañado por un profesional, a cuadros de depresión o idealización suicida.
“Aun así, la responsabilidad de la conducta de otras personas o de las decisiones que tomen acerca de sus vidas y el rumbo que les darán no depende necesariamente de nosotros o de un tercero. No obstante, cuando esto sucede en menores de edad, el carácter de responsabilidad cobra otra dimensión en la que necesariamente debemos actuar”, afirma la especialista.
De acuerdo con ella, no hay que sentirse solo en este proceso, dado que se cuenta con redes de apoyo de diferentes naturalezas a las cuales se puede acudir en busca de ayuda.
Su recomendación es acercarse a las organizaciones a las que pertenece, como instituciones educativas, empresas, grupos deportivos, sociales o culturales, pues cada vez es más usual que se cuente con profesionales que orienten esta atención.
No obstante, recuerde que existen líneas de atención psicosocial gratuitas, en Bogotá se puede comunicar a la línea “El poder de ser escuchados” marcando al número 106, que también cuenta con chat.
Lo que podría hacer
Según Senior, existen formas de abordar estas situaciones, apoyando el manejo de las crisis. “Tener la información de las estrategias que se pueden utilizar en el momento harán que podamos enfrentarnos más fácilmente y prestar esa ayuda que se necesita”, señala.
Las recomendaciones generales son:
1. Infórmese sobre la atención en situaciones de crisis, pues no necesariamente debe ser psicólogo para estar presente en esos momentos. Conocer bases sobre contención emocional le brindará herramientas que tendrá al alcance cuando sea necesario.
2. En la situación, debe evaluar las condiciones bajo las cuales se encuentran, especialmente si son seguras tanto para el interlocutor como para la persona que se desea ayudar. En muchas ocasiones, puede resultar más efectivo comunicarse con los Bomberos, la Policía o una ambulancia, pues las condiciones para brindar ayuda a otras personas pueden representar un alto riesgo para la integridad de quienes intentan ofrecer apoyo.
3. En un ambiente seguro, se procede a revisar en qué estado de respuesta emocional se encuentra la persona que se desea ayudar. Es posible que esté desbordada emocionalmente y no pueda regularse fácilmente. En este contexto, abordar el problema que ha generado la crisis de manera equilibrada se convierte en una opción válida para reducir el riesgo inicial. La contención emocional se plantea como una estrategia importante.
4. Para llevarla a cabo, Senior recomienda dar a conocer su disposición de prestar ayuda, comenzando con la simple escucha. Esto facilita que la persona se exprese y se sienta en libertad de hablar de sus emociones, así como las situaciones que le afectan o el motivo de su estado actual.
5. Valide sus emociones, ayudando a reconocerlas mediante el nombramiento y describiendo sus efectos en el cuerpo, pensamientos y posibles acciones derivadas.
En este paso es muy importante contextualizar la emoción, comprendiendo por qué aparece, por qué persiste o por qué se intensifica en el momento. Esta aproximación permite desarrollar una conversación que brinda a la persona una comprensión del origen de su desborde emocional, promoviendo la aceptación y validación de sus emociones como respuestas necesarias para afrontar la situación”, describe.
6. En caso de que el desborde emocional requiera más que la escucha, se sugieren estrategias fisiológicas, como técnicas de respiración y relajación, para facilitar la modulación de la emoción y permitir que la persona recupere el control.
7. Otro aspecto crucial es revisar las redes de apoyo de la persona y orientarla a hacer contacto con ellas. De acuerdo con la psicóloga, si el interlocutor no forma parte de esa red como amigo o familiar, se sugiere que alguno de ellos esté presente y pueda brindar apoyo en adelante.
8. Por último, se recomienda facilitar la búsqueda de ayuda profesional para iniciar un proceso formal de atención a largo plazo. Además, se destaca la importancia de realizar un seguimiento a la persona que fue escuchada, manteniéndose atentos a su evolución y brindando apoyo adicional si es necesario, especialmente en los días siguientes a la crisis.
“Con estas recomendaciones y siguiendo estos pasos, podemos abordar a las personas que requieren de nuestra ayuda y brindar apoyo en una situación compleja que los ha llevado a estar en crisis; por supuesto, debemos saber que este es el inicio de las acciones que podemos acompañar”, puntualiza Senior.