Colombia es referente regional en movilidad sostenible
Fabricantes y consumidores han hecho del mercado local uno de los más favorables para la comercialización de vehículos menos emisivos en Latinoamérica.
Como una respuesta a la calidad del aire que se respira en los grandes centros urbanos de gran parte del mundo, los fabricantes de automóviles han desarrollado tecnologías que reducen la cantidad de elementos nocivos que genera la combustión de los motores de sus productos.
Tras la investigación, surgieron alternativas eléctricas (BEV), novedosas por su oferta, progresivamente masiva, más no por su originalidad, teniendo en cuenta que entre finales del siglo XIX y principios del XX se fabricaron modelos de este tipo en Europa. Hoy las grandes firmas cuentan con, al menos, un modelo con estas características en su portafolio.
No hay que olvidar los híbridos: automóviles que funcionan con un trabajo en conjunto entre motores a gasolina o diésel y baterías y motores eléctricos. Los hay enchufables y no enchufables, cuya mecánica varía según las características del componente eléctrico. Actualmente, las novedades incluyen el uso de hidrógeno y su promoción en los mercados europeos puede, para muchos, augurar la llegada al continente en un término de mediano o largo plazo.
Acogida nacional
Colombia es uno de los mercados con mejor acogida para las propulsiones menos emisivas en Latinoamérica. Por lo menos, durante los últimos tres años han aumentado los registros de carros con estas tecnologías, pasando de 3.134 en 2019, 6.011 en 2020 a 4.734 unidades durante los primeros cinco meses de 2021.
Es importante mencionar que, durante los primeros tres meses de 2021, Colombia fue uno de los mercados más importantes de la región en lo que a vehículos eléctricos se refiere. Con 333 matrículas, el país quedó en el primer lugar, por delante de Chile (217) y República Dominicana (211).
En cuanto a híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos (HEV), también resalta Colombia (307 y 2.102 unidades, respectivamente), pues se ubicó en la tercera plaza detrás de México (358 y 9.360) y Brasil (309 y 4.582), ambos mercados con grandes volúmenes.
Igualmente válido es señalar que, siguiendo el ejemplo de grandes ciudades norteamericanas y europeas, los vehículos que ruedan gracias a estas tecnologías están exentos de restricciones de movilidad (pico y placa) en ciudades como Bogotá (tipos de vehículos señalados en el artículo 4 del Decreto 575 de 2013, modificado por el artículo 1 del Decreto 846 de 2019 y el artículo 3 del Decreto 073 de 2021) y Medellín.
Una oferta que crece
Claro está, la acogida de híbridos y eléctricos está ligada a una creciente oferta de carros con estas características. Hoy, cuando a mayo se han matriculado 462 unidades de BEV, basta revisar los registros para encontrar marcas como Nissan, Renault, BYD y BMW en los listados de los favoritos del mercado.
El primero de los fabricantes mencionados tiene su icónico modelo Leaf, que, a escala mundial y antes del auge de los productos Tesla, ofreció una variante para la movilidad urbana, siendo en su momento el carro eléctrico más vendido del mundo (casi medio millón de unidades).
Renault, que en 2015 agregó soluciones utilitarias libres de emisiones a su oferta de productos con la referencia Kangoo, ubica al compacto Zoe en el listado; mientras que BMW presenta el urbano i3. BYD, por su parte posiciona el SUV compacto Yuan.
La oferta crece y antes de terminar el año llegarán más alternativas eléctricas al mercado automotor local. Sobresale, por ejemplo, el anuncio de Audi sobre la llegada del SUV e-Tron, así como el anuncio de Volvo sobre sus planes de incorporar variantes de este tipo en Colombia.
Dentro del segmento, los híbridos cumplen el rol de mayor volumen, pues 4.272 de estos vehículos se han vendido este año y Toyota es el líder de ventas a escala nacional; 2.126 unidades pertenecen al fabricante japonés, cuyas líneas RAV4 (1.065), Corolla (839) y Corolla Cross (222) encabezan los listados de ventas.
Mercedes-Benz es la segunda marca que más híbridos registra en el país. Su portafolio incluye opciones PHEV, las cuales, al igual que los eléctricos, requieren puntos de carga, que pueden ir desde wallbox hasta enchufes convencionales.
Soluciones empresariales
“Además del beneficio ambiental, es importante resaltar que las soluciones en movilidad para las empresas, por ser eléctricas, no tienen restricción vehicular; es decir, son 30 % más productivos o necesitan 30 % menos flota de las que habitualmente usarían por tener vehículos a combustión”, afirma Laura Ríos Zapata, gerente trade marketing de Auteco Business, unidad de negocios de Auteco Mobility, la compañía colombiana que comercializa desde patinetas hasta camiones impulsados por motor eléctrico.
La directiva señala que estas cualidades han posicionado la movilidad eléctrica como una opción que permite encontrar un equilibrio entre costo y operación para los modelos de negocio que requieren movilizar carga o pasajeros en, claro está, recorridos urbanos.
María Fernanda Alvarado es la directora de asuntos corporativos de Renault. Al respecto, enfatizando en la utilitario Kangoo, indica que otros beneficios son el “aprovechamiento de un eficiente tren motriz, que brinda un desempeño excepcional para todo tipo de situaciones, reducción de costos de mantenimiento aproximadamente en un 63 % y una reducción en consumo de combustible comparado con vehículos de combustión interna de casi un 70 %”.
Hay que resaltar que la mayoría de los vehículos que se ofrecen como soluciones empresariales, entre los que se encuentran camiones y buses, están diseñados para operar dentro de las ciudades. Lo cual suma otro beneficio: el de reducir la contaminación auditiva generada por los vehículos de transporte.
“Estos medios de transporte, además de generar cero emisiones de gases contaminantes, también son cero emisiones de ruido, pues su operación es totalmente silenciosa”, añade Adriana Segura, gerente comercial Motorysa-BYD.
La creciente oferta y demanda de medios de transporte híbridos y eléctricos en Colombia augura que el país será referente en estas tecnologías, cada vez más conocidas, cuya popularidad exige, entre otras cosas, más puntos de carga públicos y conocimiento por parte de los usuarios.
Como una respuesta a la calidad del aire que se respira en los grandes centros urbanos de gran parte del mundo, los fabricantes de automóviles han desarrollado tecnologías que reducen la cantidad de elementos nocivos que genera la combustión de los motores de sus productos.
Tras la investigación, surgieron alternativas eléctricas (BEV), novedosas por su oferta, progresivamente masiva, más no por su originalidad, teniendo en cuenta que entre finales del siglo XIX y principios del XX se fabricaron modelos de este tipo en Europa. Hoy las grandes firmas cuentan con, al menos, un modelo con estas características en su portafolio.
No hay que olvidar los híbridos: automóviles que funcionan con un trabajo en conjunto entre motores a gasolina o diésel y baterías y motores eléctricos. Los hay enchufables y no enchufables, cuya mecánica varía según las características del componente eléctrico. Actualmente, las novedades incluyen el uso de hidrógeno y su promoción en los mercados europeos puede, para muchos, augurar la llegada al continente en un término de mediano o largo plazo.
Acogida nacional
Colombia es uno de los mercados con mejor acogida para las propulsiones menos emisivas en Latinoamérica. Por lo menos, durante los últimos tres años han aumentado los registros de carros con estas tecnologías, pasando de 3.134 en 2019, 6.011 en 2020 a 4.734 unidades durante los primeros cinco meses de 2021.
Es importante mencionar que, durante los primeros tres meses de 2021, Colombia fue uno de los mercados más importantes de la región en lo que a vehículos eléctricos se refiere. Con 333 matrículas, el país quedó en el primer lugar, por delante de Chile (217) y República Dominicana (211).
En cuanto a híbridos enchufables (PHEV) y eléctricos (HEV), también resalta Colombia (307 y 2.102 unidades, respectivamente), pues se ubicó en la tercera plaza detrás de México (358 y 9.360) y Brasil (309 y 4.582), ambos mercados con grandes volúmenes.
Igualmente válido es señalar que, siguiendo el ejemplo de grandes ciudades norteamericanas y europeas, los vehículos que ruedan gracias a estas tecnologías están exentos de restricciones de movilidad (pico y placa) en ciudades como Bogotá (tipos de vehículos señalados en el artículo 4 del Decreto 575 de 2013, modificado por el artículo 1 del Decreto 846 de 2019 y el artículo 3 del Decreto 073 de 2021) y Medellín.
Una oferta que crece
Claro está, la acogida de híbridos y eléctricos está ligada a una creciente oferta de carros con estas características. Hoy, cuando a mayo se han matriculado 462 unidades de BEV, basta revisar los registros para encontrar marcas como Nissan, Renault, BYD y BMW en los listados de los favoritos del mercado.
El primero de los fabricantes mencionados tiene su icónico modelo Leaf, que, a escala mundial y antes del auge de los productos Tesla, ofreció una variante para la movilidad urbana, siendo en su momento el carro eléctrico más vendido del mundo (casi medio millón de unidades).
Renault, que en 2015 agregó soluciones utilitarias libres de emisiones a su oferta de productos con la referencia Kangoo, ubica al compacto Zoe en el listado; mientras que BMW presenta el urbano i3. BYD, por su parte posiciona el SUV compacto Yuan.
La oferta crece y antes de terminar el año llegarán más alternativas eléctricas al mercado automotor local. Sobresale, por ejemplo, el anuncio de Audi sobre la llegada del SUV e-Tron, así como el anuncio de Volvo sobre sus planes de incorporar variantes de este tipo en Colombia.
Dentro del segmento, los híbridos cumplen el rol de mayor volumen, pues 4.272 de estos vehículos se han vendido este año y Toyota es el líder de ventas a escala nacional; 2.126 unidades pertenecen al fabricante japonés, cuyas líneas RAV4 (1.065), Corolla (839) y Corolla Cross (222) encabezan los listados de ventas.
Mercedes-Benz es la segunda marca que más híbridos registra en el país. Su portafolio incluye opciones PHEV, las cuales, al igual que los eléctricos, requieren puntos de carga, que pueden ir desde wallbox hasta enchufes convencionales.
Soluciones empresariales
“Además del beneficio ambiental, es importante resaltar que las soluciones en movilidad para las empresas, por ser eléctricas, no tienen restricción vehicular; es decir, son 30 % más productivos o necesitan 30 % menos flota de las que habitualmente usarían por tener vehículos a combustión”, afirma Laura Ríos Zapata, gerente trade marketing de Auteco Business, unidad de negocios de Auteco Mobility, la compañía colombiana que comercializa desde patinetas hasta camiones impulsados por motor eléctrico.
La directiva señala que estas cualidades han posicionado la movilidad eléctrica como una opción que permite encontrar un equilibrio entre costo y operación para los modelos de negocio que requieren movilizar carga o pasajeros en, claro está, recorridos urbanos.
María Fernanda Alvarado es la directora de asuntos corporativos de Renault. Al respecto, enfatizando en la utilitario Kangoo, indica que otros beneficios son el “aprovechamiento de un eficiente tren motriz, que brinda un desempeño excepcional para todo tipo de situaciones, reducción de costos de mantenimiento aproximadamente en un 63 % y una reducción en consumo de combustible comparado con vehículos de combustión interna de casi un 70 %”.
Hay que resaltar que la mayoría de los vehículos que se ofrecen como soluciones empresariales, entre los que se encuentran camiones y buses, están diseñados para operar dentro de las ciudades. Lo cual suma otro beneficio: el de reducir la contaminación auditiva generada por los vehículos de transporte.
“Estos medios de transporte, además de generar cero emisiones de gases contaminantes, también son cero emisiones de ruido, pues su operación es totalmente silenciosa”, añade Adriana Segura, gerente comercial Motorysa-BYD.
La creciente oferta y demanda de medios de transporte híbridos y eléctricos en Colombia augura que el país será referente en estas tecnologías, cada vez más conocidas, cuya popularidad exige, entre otras cosas, más puntos de carga públicos y conocimiento por parte de los usuarios.