Colombia le apuesta a la recuperación económica verde
Conozca algunos de los sectores en los que el Gobierno colombiano está impulsando iniciativas sostenibles, de la mano del sector privado.
María Alejandra Castaño Carmona
Como consecuencia de la pandemia del COVID-19, el colapso de la actividad económica ha obligado a los gobiernos a ofrecer paquetes millonarios de estímulos económicos, con el objetivo de impulsar la economía, mejorar la resiliencia, la sostenibilidad y crear puestos de trabajo. Ante esto, Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS), organización que transfiere los riesgos de un mundo renovable, explica las industrias que están apostando por una recuperación económica verde en el país.
Sobre todo, teniendo en cuenta que Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, un gran tesoro de ambientes y especies, que le otorgan al país una singularidad única en el mundo.
Según Contemplar, Comprender, Conservar: Manual ilustrado para guías de turismo de naturaleza en Colombia, “más de 58 mil especies fueron registradas en Colombia en 2019 y cada año se descubren otras nuevas”.
Es tal su riqueza que, a pesar de representar solo un 1 % de la superficie terrestre del planeta, Colombia alberga entre el 10 y el 14 % de la biodiversidad total del mundo.
Un reto mundial
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), sólo alrededor del 17 % de los paquetes de recuperación de COVID-19 en los países miembros y las economías asociadas son “ambientalmente positivos”. Esto quiere decir que el restante 83 % no tiene en cuenta la dimensión ambiental o, peor aún, reversa algún progreso que se venía haciendo por parte de una nación miembro.
“Todos estamos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco, es una frase que resume muy bien la situación actual de la pandemia, su consecuente recesión económica y la emergencia climática, todos temas interconectados. La pandemia presenta una oportunidad para acelerar la transición hacia economías verdes y un futuro bajo en emisiones de carbono, así como un eventual crecimiento verde”, asegura Sergio Isaza, fundador y gerente de Gestión de Riesgos Sostenibles.
La recuperación verde, según la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, son aquellas medidas financiadas por el sector público y privado que no solo contribuyen a atender las consecuencias sociales, económicas, ambientales y políticas inmediatas de la crisis del COVID-19, sino que consideran reformas estructurales y de cambio transformativo hacia la sostenibilidad, la resiliencia y la neutralidad climática a lo largo de la reactivación económica y social.
En ese sentido, Gestión de Riesgos Sostenibles da a conocer los tres sectores claves en los que el Gobierno colombiano está trabajando, de la mano del sector privado, para la recuperación verde y la reducción de emisiones:
Sector agrícola
Hay que incentivar la sustitución de importaciones, aprovechando la coyuntura para producir más localmente. La primera semana de mayo, la Escuela de Dirección de Negocios INALDE, de la Universidad de la Sabana, le presentó al Ministerio de Agricultura sus recomendaciones para el fortalecimiento del sector agrícola en Colombia y al respecto sugería promover la producción nacional de semillas y la importación de insumos y material genético y biológico.
Sector eléctrico
El Ministerio de Minas y Energía tiene presupuestada para el segundo semestre del año la segunda subasta de energías renovables. Además, anunció que mejoraría la Ley 1715 (incentivos tributarios) incluyendo beneficios para otras tecnologías, como geotérmicas, hidrógeno, eólica costa afuera y para la captura de carbono. Al 3 de mayo, había 139 proyectos de privados eólicos, solares y de biomasa en fase 2 que cumplían con las reglas para presentarse a la subasta.
Sector transporte
La ley de movilidad eléctrica incentiva la utilización de vehículos que no utilizan motores de combustión interna. A partir del año 2025, el 30 % del parque automotor de uso oficial debe ser eléctrico. Esta es una oportunidad para la empresa automotriz, el sector eléctrico y las empresas que quieran invertir en estaciones de recarga, parqueaderos para vehículos eléctricos y cualquier aspecto de la movilidad sostenible.
“Sin duda esta es una buena oportunidad para que el Gobierno no solo esté centrado en la deuda fiscal. Es el momento para que los planes de reactivación económica también vayan dirigidos a iniciativas verdes, generación de fuentes renovables e inversión en infraestructura y herramientas modernas que permitan mejor eficiencia energética”, expresó Isaza.
Proyectos sostenibles
El Gobierno colombiano está trabajando en decenas de proyectos de sostenibilidad.
Entre ellos están las acciones recientemente anunciadas encaminadas a proteger a la isla de Malpelo, una de las zonas más biodiversas del país, entre las que se destacan la instalación de un puesto de observación permanente, el fortalecimiento de las expediciones y un plan frontal contra la pesca ilegal en este santuario natural.
Otro proyecto reciente es “Vida Manglar”, insignia para Colombia y el mundo, ya que es la primera iniciativa carbono azul en manglares que se encuentra en proceso de certificación con uno de los estándares más altos. El proyecto se desarrolla en la población de Cispatá (San Antero, Córdoba), gran reserva ambiental del país.
Este es un importante proyecto, ya que Colombia tiene costas en el océano Pacífico y en el mar Caribe, aproximadamente el 50 % del territorio está compuesto por océanos. Es el primer país de las Américas en extensión de praderas de pastos marinos y la segunda barrera de arrecifes coralinos más importante del Caribe.
Como consecuencia de la pandemia del COVID-19, el colapso de la actividad económica ha obligado a los gobiernos a ofrecer paquetes millonarios de estímulos económicos, con el objetivo de impulsar la economía, mejorar la resiliencia, la sostenibilidad y crear puestos de trabajo. Ante esto, Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS), organización que transfiere los riesgos de un mundo renovable, explica las industrias que están apostando por una recuperación económica verde en el país.
Sobre todo, teniendo en cuenta que Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, un gran tesoro de ambientes y especies, que le otorgan al país una singularidad única en el mundo.
Según Contemplar, Comprender, Conservar: Manual ilustrado para guías de turismo de naturaleza en Colombia, “más de 58 mil especies fueron registradas en Colombia en 2019 y cada año se descubren otras nuevas”.
Es tal su riqueza que, a pesar de representar solo un 1 % de la superficie terrestre del planeta, Colombia alberga entre el 10 y el 14 % de la biodiversidad total del mundo.
Un reto mundial
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), sólo alrededor del 17 % de los paquetes de recuperación de COVID-19 en los países miembros y las economías asociadas son “ambientalmente positivos”. Esto quiere decir que el restante 83 % no tiene en cuenta la dimensión ambiental o, peor aún, reversa algún progreso que se venía haciendo por parte de una nación miembro.
“Todos estamos en la misma tormenta, pero no en el mismo barco, es una frase que resume muy bien la situación actual de la pandemia, su consecuente recesión económica y la emergencia climática, todos temas interconectados. La pandemia presenta una oportunidad para acelerar la transición hacia economías verdes y un futuro bajo en emisiones de carbono, así como un eventual crecimiento verde”, asegura Sergio Isaza, fundador y gerente de Gestión de Riesgos Sostenibles.
La recuperación verde, según la Agencia de Cooperación Alemana GIZ, son aquellas medidas financiadas por el sector público y privado que no solo contribuyen a atender las consecuencias sociales, económicas, ambientales y políticas inmediatas de la crisis del COVID-19, sino que consideran reformas estructurales y de cambio transformativo hacia la sostenibilidad, la resiliencia y la neutralidad climática a lo largo de la reactivación económica y social.
En ese sentido, Gestión de Riesgos Sostenibles da a conocer los tres sectores claves en los que el Gobierno colombiano está trabajando, de la mano del sector privado, para la recuperación verde y la reducción de emisiones:
Sector agrícola
Hay que incentivar la sustitución de importaciones, aprovechando la coyuntura para producir más localmente. La primera semana de mayo, la Escuela de Dirección de Negocios INALDE, de la Universidad de la Sabana, le presentó al Ministerio de Agricultura sus recomendaciones para el fortalecimiento del sector agrícola en Colombia y al respecto sugería promover la producción nacional de semillas y la importación de insumos y material genético y biológico.
Sector eléctrico
El Ministerio de Minas y Energía tiene presupuestada para el segundo semestre del año la segunda subasta de energías renovables. Además, anunció que mejoraría la Ley 1715 (incentivos tributarios) incluyendo beneficios para otras tecnologías, como geotérmicas, hidrógeno, eólica costa afuera y para la captura de carbono. Al 3 de mayo, había 139 proyectos de privados eólicos, solares y de biomasa en fase 2 que cumplían con las reglas para presentarse a la subasta.
Sector transporte
La ley de movilidad eléctrica incentiva la utilización de vehículos que no utilizan motores de combustión interna. A partir del año 2025, el 30 % del parque automotor de uso oficial debe ser eléctrico. Esta es una oportunidad para la empresa automotriz, el sector eléctrico y las empresas que quieran invertir en estaciones de recarga, parqueaderos para vehículos eléctricos y cualquier aspecto de la movilidad sostenible.
“Sin duda esta es una buena oportunidad para que el Gobierno no solo esté centrado en la deuda fiscal. Es el momento para que los planes de reactivación económica también vayan dirigidos a iniciativas verdes, generación de fuentes renovables e inversión en infraestructura y herramientas modernas que permitan mejor eficiencia energética”, expresó Isaza.
Proyectos sostenibles
El Gobierno colombiano está trabajando en decenas de proyectos de sostenibilidad.
Entre ellos están las acciones recientemente anunciadas encaminadas a proteger a la isla de Malpelo, una de las zonas más biodiversas del país, entre las que se destacan la instalación de un puesto de observación permanente, el fortalecimiento de las expediciones y un plan frontal contra la pesca ilegal en este santuario natural.
Otro proyecto reciente es “Vida Manglar”, insignia para Colombia y el mundo, ya que es la primera iniciativa carbono azul en manglares que se encuentra en proceso de certificación con uno de los estándares más altos. El proyecto se desarrolla en la población de Cispatá (San Antero, Córdoba), gran reserva ambiental del país.
Este es un importante proyecto, ya que Colombia tiene costas en el océano Pacífico y en el mar Caribe, aproximadamente el 50 % del territorio está compuesto por océanos. Es el primer país de las Américas en extensión de praderas de pastos marinos y la segunda barrera de arrecifes coralinos más importante del Caribe.