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¿Cómo dinamizar las empresas deep tech en la región Caribe?

En Unisimón fue presentado el primer informe sobre esta industria en Colombia. De 32 compañías identificadas en la Costa, solo Barranquilla aporta al ecosistema nacional.

12 de junio de 2024 - 04:29 p. m.
Científicos, académicos, empresarios y emprendedores participaron de un conversatorio sobre las deep tech en Colombia.
Científicos, académicos, empresarios y emprendedores participaron de un conversatorio sobre las deep tech en Colombia.
Foto: Cortesía Unisimón

Articularse al ecosistema, visibilizar los resultados, generar capacidades y la gestión de recursos de financiación son las tareas de la región Caribe para dinamizar la industria deep tech, de la que hacen parte nuevas empresas o startups dedicadas a la innovación científica y tecnológica que propenden por el balance del planeta por medio de servicios o productos amigables con el cambio climático, la seguridad alimentaria y la salud humana.

“Es la industria de los científicos, de personas con una alta formación académica, con doctorados y recorrido en la investigación”, explicó Claudia Aparicio Yañez, CEO de Mentex, quien presentó el primer informe sobre las deep tech en Colombia en la Casa de la Cultura de la Universidad Simón Bolívar, La Perla.

De acuerdo con el análisis, en el ecosistema deep tech del país se identificaron 32 empresas: 62,5% están en Medellín, 21,9% en Bogotá, 6,3% en Barranquilla y Cali, y 3% en Bucaramanga. Por actividad, la biotecnología predomina con 43,8%; luego, el internet de las cosas y la inteligencia artificial, cada una con 34,4%; nanotecnología e impresión 3D, con 12,5% respectivos; la robótica y el blockchain, ambas con 9,4%.

Las edades de la mayoría fundadores de las deep tech oscilan entre los 29 y 43 años (56,3%); por género, 62,5 % de las empresas son lideradas por hombres, y 64,5% lleva al menos tres años de desarrollo y crecimiento en el mercado. El informe destaca que más del 60% de las compañías dirigidas por mujeres han sido financiadas con montos superiores a 125.000 dólares.

“Entre las recomendaciones incluimos trabajar en tres variables: talento, capital de riesgo y número de startups creadas”, comentó Aparicio. “Debemos tener en cuenta que los ecosistemas deep tech no son locales, sino nacionales y, en lo ideal, continentales”.

En Barranquilla, un caso piloto es el Distrito de Conocimiento e Innovación de Unisimón, Eureka, al cual están adscrito seis centros de investigación e innovación en las áreas de la robótica y la inteligencia artificial, ciencias de la vida, cambio climático y biodiversidad, sofisticación empresarial, innovación social y estudios de frontera. Desde estos se vienen liderando proyectos de ciencia y tecnología con impacto en diferentes industrias. Sepiarov, empresa que presta servicios de inspección submarina a través del alquiler de drones subacuáticos, es otro ejemplo de llevar los resultados científicos al mercado y atraer capital inversor.

“Tenemos ya una línea base y capacidad para comenzar a dinamizar el tema, ahora debemos seguir abriendo espacios de conexión, formando capital humano, facilitar la comunicación y la colaboración entre el mundo científico y el mundo empresarial”, sostuvo Gloria Naranjo Africano, directora del centro de crecimiento empresarial e innovación de Unisimón, MacondoLab, miembro de la alianza deep tech Colombia.

El vicerrector de investigación, extensión e innovación (e), Luis Ortiz Ospino, recalcó en la necesidad del trabajo articulado y el propósito de conectar el capital y la capacidad científica con las demandas empresariales. “Así podemos ganar una mayor visibilidad y, con resultados, jalonar recursos”.

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