Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Han pasado ya 17 años desde que una persona con un cargo muy importante en una de las empresas en las cuales trabajé me dio la bienvenida con la siguiente frase que nunca olvidaré: “Bienvenido, pero le doy un consejo, no le vaya a meter el corazón al trabajo, las empresas no tienen corazón y en cualquier momento nos sacan de la misma como si nada”.
Es posible que aún en muchas empresas se siga diciendo lo mismo, pero el mundo ha cambiado mucho y ser felices en nuestros trabajos y en todo lo que hacemos, en esta nueva realidad que afrontamos con el COVID-19 ya no es una opción, es algo esencial en nuestras vidas y en el de todas las organizaciones en el mundo, este es el único modo en que las empresas lograrán ser muy rentables y productivas.
El Dr. Nestor Braidot pionero y autoridad mundial en la aplicación de las neurociencias al desarrollo de organizaciones y personas, cita en el prólogo del libro Signos Vitales de La Felicidad Organizacional lo siguiente “Reemplazar círculos viciosos por círculos virtuosos debe ser un objetivo empresarial porque ya no hay dudas de que los cerebros infelices son menos inteligentes, menos productivos y creativos”.
Por lo tanto, construir estos círculos virtuosos hoy es mucho más retador que hace un año, ya que pocos nos encontramos en las instalaciones o en las oficinas de la organización y estamos trabajando desde casa.
No obstante, si es posible, ahora la comunicación que es a través de plataformas digitales nos permite trabajar en el Bien Ser, en los sueños de los colaboradores, en sus planes a futuro y sus metas y esto hace parte del “salario emocional” de la vida personal y familiar que se encuentra tan ligado con el desarrollo profesional e integral.
Estos son los pasos para construir felicidad laboral en un ambiente de trabajo remoto o home office, a partir de la medición mundial de felicidad organizacional que se encuentra disponible de forma gratuita en www.midelafelicidad.com. La cual ha sido aplicada a más de 1600 personas en 25 países durante el año 2020 desde que inició la pandemia:
1. Valorar al ser humano por lo que es, más que por lo que sabe, hace o tiene.
2. Conocer su familia, con quien vive, a sus padres, hijos, pareja, ya que nos están viendo todos los días hacer nuestra labor y comparten el mismo espacio físico en casa.
3. Reconocer los grandes logros, pero también los pequeños y celebrar esas pequeñas victorias que son una recarga de energía para los equipos.
4. Desarrollar su potencial profesional, personal, sus habilidades y talentos ya que, postpandemia ha surgido una gran oferta de formaciones en habilidades blandas y habilidades duras al alcance de todos.
5. Permitirle co-crear, las soluciones ya no se originan en la cabeza de líderes o directivos, hacer realidad las propuestas e ideas de los mismos colaboradores multiplican el orgullo y el sentido de pertenencia hacia la marca empleadora.
6. Agradecer y ayudar a otros, la distancia física no puede ser distancia relacional y el uso de la tecnología que, para algunos puede ser poco amigable abre la oportunidad para que los más jóvenes se conviertan en maestros de las personas más adultas.
Por otra parte, las muestras de alegría dentro de la compañía son una clara señal del sano ambiente de trabajo y de la Felicidad Laboral que se respira dentro de la misma, por ello el 90% de los encuestados están de acuerdo en incorporar en la selección de personal la simpatía y el sentido el humor, a fin de trabajar en el valor de la felicidad.
Tener un adecuado clima laboral en las empresas no es lo único importante, existen temas colectivos como éste, pero incluso existen otros que son individuales o de nicho para algunos de los colaboradores como el horario flexible, el empoderamiento, el desarrollo personal y profesional dentro de la empresa, y su familia.
Al final, de lo que se trata es de trabajar en la construcción de Cultura en Felicidad dentro de las Organizaciones, de manera organizada, entendiendo en primera instancia qué es lo que sienten y piensan los colaboradores, cuáles son sus anhelos dentro de la misma y de qué manera ellos son partícipes de la transformación de su propia felicidad en las compañías siendo co creador de dicha transformación.
Si todas las empresas hicieran un monitoreo de sus signos vitales de felicidad, garantizo que sus KPI (Key Performance Indicator) crecerían exponencialmente.
Ahora la pregunta es ¿Y esos signos vitales dónde están?
En el corazón de cada uno de los seres humanos que hoy llamamos colaboradores, seres humanos que ríen, lloran, tienen miedos, incertidumbres y que están dispuestos a dar lo mejor de cada uno, sí y solo sí las empresas los reconocen, los valoran y les permiten desempeñarse en un entorno donde puedan ser felices y ponerle no solo su cerebro, sino el corazón a su trabajo.
*CEO Mide La Felicidad
*Co-autor del libro Signos Vitales de la Felicidad Organizacional, 2021