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Comprar por internet es una actividad cada vez más común y lo que alguna vez fue una labor desarrollada por virtuosos conocedores del mundo digital, hoy es llevada a cabo por personas de todas las edades, quienes, por medio de sus dispositivos móviles, se conectan con plataformas nacionales e internacionales, accediendo a diversos portafolios de productos.
“La coyuntura actual aceleró muchos procesos que se venían digitalizando y los temas financieros no se quedaron atrás”, cuenta Eduardo Chavarro Ovalle, docente de la especialización en seguridad de redes telemáticas de la Universidad El Bosque.
Para el académico, los procesos de banca digital exigen que los usuarios cumplan un protocolo de “higiene digital”, el cual garantice el correcto acceso a los servicios y disminuyendo al máximo los riesgos asociados con el robo de credenciales de acceso que se materialicen en fraude o robo de recursos.
Confirme la autenticidad
“Una recomendación es ingresar manualmente la URL o dirección web del servicio al que va a acceder, verifique la ortografía y confirme que está correctamente escrito”, señala Chavarro, quien, además, explica que es preferible no confiar en los resultados de los buscadores web, pues “los atacantes pueden manipular los resultados para dirigirse a sitios falsos o comprometidos para el robo de sus datos”.
Verificar la autenticidad de los portales por los que está navegando es necesario. En el caso de la banca en línea es fundamental, puntualiza Chavarro, pues “los servicios de este tipo nunca pedirán datos personales para que se envíen mediante correo electrónico o en respuesta a comunicaciones en servicios de mensajería. Si desconfía, comuníquese directamente con su asesor financiero y confirme cualquier requerimiento”.
A lo anterior se suman prácticas tan simples como necesarias, las cuales incluyen estar seguro de que la comunicación que esté manteniendo sea cifrada, que los portales inicien por “https” y que aparezca, antes de la URL, aquella fiable imagen de un candado.
“Mantenga siempre instalada, activa y actualizada una aplicación de seguridad que proteja el sistema y la navegación, no importa si lo hace desde un smartphone”, dice el especialista en seguridad de redes telemáticas.
Redes y accesos
Para Juan Carlos Rentería, director de maestría en mercadeo de la Universidad EAN, el reto de la banca digital no solo reposa en el conocimiento actual de los términos digitales, “sino en uno más complejo y de cuidado, la seguridad y la confianza de los clientes para realizar sus necesidades por plataformas poco convencionales”.
Según Rentería, además de la revisión de los portales y medios a los que se accede, es primordial usar redes confiables y dudar de mensajes de confinación, en el caso de la banca, que lleguen a las bandejas de entrada de correos electrónicos, mensajes de texto y aplicaciones como Whatsapp.
“Solo use redes de confianza, como la del lugar de residencia o use el plan de datos de su celular”, afirma Rentería, quien, agrega evitar el uso de redes públicas en lugares como hoteles, centros comerciales y restaurantes, “ya que alguien puede simular crear una red aparentemente de confianza como “solo_huespedes_wifi” usando su celular y con solo eso tener acceso a todas las comunicaciones que pasen por esa vía”.
Para combatir e fraude y aumentar la seguridad de sus usuarios, diversos servicios de banca digital cuentan con alternativas como claves que cambian constantemente y requieren la rectificación de los usuarios a través de otras plataformas confiables.
“Un último consejo es preferir siempre bancos que utilizan mecanismos de seguridad adicional. Por ejemplo, aquellos que piden un “token” o “claves dinámicas” que solo se pueden consultar en la app del banco, es diferente para cada cliente y cambia cada minuto, concluye Rentería.