El D.T. de la innovación en Colombia
Juan Sebastián Franco es el director de emprendimiento de la Asociación Nacional de Empresarios en Colombia (Andi), que apoya a más de 150 empresas de reciente creación, entre ellas una que alimenta al Ejército ruso.
Gloria Bejarano
No es un secreto que en muchos lugares de Colombia sobra el talento y faltan las oportunidades. Si hablamos de fútbol, por ejemplo, hay varios ‘cracks’ escondidos en cada rincón del país, esperando un mánager o equipo que les dé esa posibilidad de demostrar sus condiciones para cumplir el sueño de debutar y llegar a la profesional.
Algo similar ocurre en el sector empresarial, en el que muchas personas quieren desarrollar sus proyectos para potenciar la competitividad en el país y así alcanzar mercados globales con novedosas ideas, pero no tienen la asesoría o los medios para hacerlo. La buena noticia es que convertir en realidad esa ilusión puede estar más cerca gracias a instituciones interesadas en apoyar el emprendimiento y la innovación local, como la Asociación Nacional de Empresarios en Colombia (Andi), que ya ha catapultado a más de 150 empresas nacionales a las mejores ligas mercantiles del continente, e incluso, las europeas.
¿Sabían, por ejemplo, que una empresa antioqueña alimenta al Ejército ruso, uno de los más estrictos y desconfiados del mundo? No es broma, se trata de Horuz Group, creada por dos emprendedores antioqueños que ya llevan un año exportando cereales hacia el país euroasiático, con un contrato por 260 mil dólares.
Bioprocol, una compañía que durante 10 años realizó análisis de sustancias que provienen de la naturaleza y que ahora tiene productos curativos, así como el primer contrato con el gobierno colombiano para investigar recursos biológicos y explotarlos de manera comercial es otra de las hazañas que un grupo de talentosos innovadores nacionales lograron consolidar con el apoyo del programa Andi del Futuro.
Una de las figuras de este ‘equipo ideal’ es Juan Sebastián Franco, director de emprendimiento de la Andi, quien asumió el cargo hace un año con la responsabilidad de fomentarlo en las regiones del país y fortalecer el grupo de empresas con alto potencial del crecimiento. Como la C2R (Concept to Reality), que lanzó el primer carro diseñado, ensamblado y homologado en Colombia para resolver un problema en el agro y facilitarle la movilidad a los campesinos del país.
“La Andi, en su modernización como gremio, definió ocho pilares de trabajo con los cuales quiere apuntarle a que sus empresas sean más competitivas y dos de esos pilares son la innovación y el emprendimiento. Dos herramientas gerenciales que, si son bien utilizadas, logran hacer que un negocio crezca y alcance mercados globales”, afirma Franco, quien por estos días representa al país en el Congreso Mundial de Emprendimiento en Italia, evento que en 2016 tendrá como sede a Colombia. Sería el primer país de habla hispana en desarrollarlo.
Pero, ¿cómo apoya la Andi a los nuevos empresarios? “Los afiliados a la Andi que tengan nuevas ideas o negocios reciben apoyo de la agremiación con representación y vocería ante el Gobierno Nacional, Colciencias, Mincomercio, etc., buscando desarrollar una sana competencia. Nos encargamos de la transmisión de conocimientos empresariales en reuniones y ferias con presidentes de grandes compañías, que los asesoran en la aventura que inician como empresarios”, explica Franco.
Ahora, ¿qué deben hacer los innovadores que quieran explotar sus ideas y traducirlas en ventas? Para el director nacional de la Andi esa respuesta es simple: “Deben ser apasionados, intentar resolver un problema o una necesidad del mundo. Los emprendedores que inician su negocio divirtiéndose y aportando algo nuevo siempre tienen éxito. En la Andi apoyamos a la gente que se quiere comer el mundo, llegar a mercados internacionales”.
El sector tecnológico, mediante desarrollo de software y nuevas aplicaciones, el de la salud y el alimenticio, son los más destacados en el programa Andi del Futuro, una apuesta de esta Asociación que a través de las 150 empresas o negocios que apoya entre los 0 y 8 años de creación formal, genera 1.200 empleos directos de alta calidad y 60 millones de dólares en ventas al año.
gbejarano@elespectador.com
No es un secreto que en muchos lugares de Colombia sobra el talento y faltan las oportunidades. Si hablamos de fútbol, por ejemplo, hay varios ‘cracks’ escondidos en cada rincón del país, esperando un mánager o equipo que les dé esa posibilidad de demostrar sus condiciones para cumplir el sueño de debutar y llegar a la profesional.
Algo similar ocurre en el sector empresarial, en el que muchas personas quieren desarrollar sus proyectos para potenciar la competitividad en el país y así alcanzar mercados globales con novedosas ideas, pero no tienen la asesoría o los medios para hacerlo. La buena noticia es que convertir en realidad esa ilusión puede estar más cerca gracias a instituciones interesadas en apoyar el emprendimiento y la innovación local, como la Asociación Nacional de Empresarios en Colombia (Andi), que ya ha catapultado a más de 150 empresas nacionales a las mejores ligas mercantiles del continente, e incluso, las europeas.
¿Sabían, por ejemplo, que una empresa antioqueña alimenta al Ejército ruso, uno de los más estrictos y desconfiados del mundo? No es broma, se trata de Horuz Group, creada por dos emprendedores antioqueños que ya llevan un año exportando cereales hacia el país euroasiático, con un contrato por 260 mil dólares.
Bioprocol, una compañía que durante 10 años realizó análisis de sustancias que provienen de la naturaleza y que ahora tiene productos curativos, así como el primer contrato con el gobierno colombiano para investigar recursos biológicos y explotarlos de manera comercial es otra de las hazañas que un grupo de talentosos innovadores nacionales lograron consolidar con el apoyo del programa Andi del Futuro.
Una de las figuras de este ‘equipo ideal’ es Juan Sebastián Franco, director de emprendimiento de la Andi, quien asumió el cargo hace un año con la responsabilidad de fomentarlo en las regiones del país y fortalecer el grupo de empresas con alto potencial del crecimiento. Como la C2R (Concept to Reality), que lanzó el primer carro diseñado, ensamblado y homologado en Colombia para resolver un problema en el agro y facilitarle la movilidad a los campesinos del país.
“La Andi, en su modernización como gremio, definió ocho pilares de trabajo con los cuales quiere apuntarle a que sus empresas sean más competitivas y dos de esos pilares son la innovación y el emprendimiento. Dos herramientas gerenciales que, si son bien utilizadas, logran hacer que un negocio crezca y alcance mercados globales”, afirma Franco, quien por estos días representa al país en el Congreso Mundial de Emprendimiento en Italia, evento que en 2016 tendrá como sede a Colombia. Sería el primer país de habla hispana en desarrollarlo.
Pero, ¿cómo apoya la Andi a los nuevos empresarios? “Los afiliados a la Andi que tengan nuevas ideas o negocios reciben apoyo de la agremiación con representación y vocería ante el Gobierno Nacional, Colciencias, Mincomercio, etc., buscando desarrollar una sana competencia. Nos encargamos de la transmisión de conocimientos empresariales en reuniones y ferias con presidentes de grandes compañías, que los asesoran en la aventura que inician como empresarios”, explica Franco.
Ahora, ¿qué deben hacer los innovadores que quieran explotar sus ideas y traducirlas en ventas? Para el director nacional de la Andi esa respuesta es simple: “Deben ser apasionados, intentar resolver un problema o una necesidad del mundo. Los emprendedores que inician su negocio divirtiéndose y aportando algo nuevo siempre tienen éxito. En la Andi apoyamos a la gente que se quiere comer el mundo, llegar a mercados internacionales”.
El sector tecnológico, mediante desarrollo de software y nuevas aplicaciones, el de la salud y el alimenticio, son los más destacados en el programa Andi del Futuro, una apuesta de esta Asociación que a través de las 150 empresas o negocios que apoya entre los 0 y 8 años de creación formal, genera 1.200 empleos directos de alta calidad y 60 millones de dólares en ventas al año.
gbejarano@elespectador.com