“En el mundo hay recursos financieros suficientes para la economía verde”
En el marco del foro “Descentralización para la vida: propuestas desde la Amazonia”, organizado por El Espectador, hablamos con Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación, quien enfatizó sobre el papel del Gobierno por darle un mayor protagonismo al Amazonas. El foro será el próximo miércoles 25 de octubre.
¿Qué puede destacar del foro “Descentralización para la vida: propuestas desde la Amazonia”?
Es muy importante que los medios colaboren con este tema, que ayuden a difundir estos mensajes de forma amplia. Hay que dar a entender que la Amazonia es muy distinta a Antioquia, pero que en materia de política pública, y aún más en el Sistema General de Participación, lo trata como iguales, y eso no puede ser. Este sistema le da recursos a Leticia por población y Antioquia igual, obviamente esto hace que la Amazonia termine con muy pocos recursos, porque su población es muy baja, eso es absurdo. Hay que cambiar la perspectiva, creo que ese es uno de los mayores propósitos de estos espacios.
¿Qué mensaje quiere mandar el Gobierno en este espacio?
Lo que queremos mostrar en estos espacios es que el tratamiento en materia de asignación de recursos y política pública tiene que ser absolutamente distinto. Hay una inequidad clarísima, puesto que en materia de política pública el tratamiento hoy es muy similar. Los presupuestos en Colombia se asignan por población y no por selva. En la Amazonia se deberían asignar recursos por selva y por ríos, y no por población.
¿Qué papel cumple el medio ambiente dentro de este plan político que tiene el Gobierno?
El medio ambiente en este Gobierno es todo. El Plan de Desarrollo tiene como criterio básico el ordenamiento del territorio alrededor del agua. Ningún Plan de Desarrollo anterior, ninguno, había puesto el medio ambiente como el tema fundamental. Creo que ese es un cambio sustantivo.
¿Cuáles son las oportunidades que tiene Colombia a partir de la Amazonia?
Lo primero es lo que siempre ha dicho el presidente Gustavo Petro, que Colombia es potencia mundial de la vida, en el sentido de que lugares como la Amazonia, el Pacífico, la Sierra Nevada de Santa Marta, todos, son Patrimonios de la Humanidad, y es que son tan importantes que no son solo de Colombia, sino del planeta. Entonces, si seguimos trabajando en esa dirección, en la de cuidarlos, se les puede exigir a los países financiación para inyectarla en los temas de reforestación y conservación de la biodiversidad, y pedirles a la ciudades colombianas que financien la Amazonia y el Pacífico. Ese pensamiento desde el Gobierno permite que los criterios financieros se modifiquen de manera sustantiva y exigirle al mundo que si quiere sostenibilidad planetaria, pues tiene que financiar estos activos. Ese es como otro mensaje que se puede desprender de estos espacios, que en el mundo hay recursos financieros suficientes para financiar la economía verde y la conservación de activos ambientales.
¿Qué nuevas fuentes de financiación podría conseguir el país tanto a nivel nacional como internacional para la Amazonia?
Como primera medida, a nivel nacional lo que estamos proponiendo es que las ciudades grandes e intermedias sean responsables con el Amazonas, con el Caribe, con el Pacífico, con los mismos páramos, por eso buscamos que exista una estrategia de recursos de las ciudades hacia estas regiones. Lo otro es que como país se explora a nivel internacional todo el tema de certificados verdes, sustitución de deuda por activos ambientales. En el mundo, tanto el BID como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, están entrando en la distinción y en la posibilidad de abrir sistemas de créditos de financiación, pero nos falta que a nivel internacional los exploremos más. Digamos la nación, en Hacienda, también está mirando cómo lograr certificados verdes, cómo empezar a pensar si alguna parte de la deuda se puede sustituir por activos ambientales. Sinceramente creo que nos estamos moviendo en esa dirección, pero todavía es muy embrionario porque las declaraciones de las entidades internacionales son muy amables, pero ya cuando se busca hacer una operación financiera, ahí hay todavía muchas dificultades para lograrlo, pero poco a poco vamos en la dirección correcta.
¿Qué puede destacar del foro “Descentralización para la vida: propuestas desde la Amazonia”?
Es muy importante que los medios colaboren con este tema, que ayuden a difundir estos mensajes de forma amplia. Hay que dar a entender que la Amazonia es muy distinta a Antioquia, pero que en materia de política pública, y aún más en el Sistema General de Participación, lo trata como iguales, y eso no puede ser. Este sistema le da recursos a Leticia por población y Antioquia igual, obviamente esto hace que la Amazonia termine con muy pocos recursos, porque su población es muy baja, eso es absurdo. Hay que cambiar la perspectiva, creo que ese es uno de los mayores propósitos de estos espacios.
¿Qué mensaje quiere mandar el Gobierno en este espacio?
Lo que queremos mostrar en estos espacios es que el tratamiento en materia de asignación de recursos y política pública tiene que ser absolutamente distinto. Hay una inequidad clarísima, puesto que en materia de política pública el tratamiento hoy es muy similar. Los presupuestos en Colombia se asignan por población y no por selva. En la Amazonia se deberían asignar recursos por selva y por ríos, y no por población.
¿Qué papel cumple el medio ambiente dentro de este plan político que tiene el Gobierno?
El medio ambiente en este Gobierno es todo. El Plan de Desarrollo tiene como criterio básico el ordenamiento del territorio alrededor del agua. Ningún Plan de Desarrollo anterior, ninguno, había puesto el medio ambiente como el tema fundamental. Creo que ese es un cambio sustantivo.
¿Cuáles son las oportunidades que tiene Colombia a partir de la Amazonia?
Lo primero es lo que siempre ha dicho el presidente Gustavo Petro, que Colombia es potencia mundial de la vida, en el sentido de que lugares como la Amazonia, el Pacífico, la Sierra Nevada de Santa Marta, todos, son Patrimonios de la Humanidad, y es que son tan importantes que no son solo de Colombia, sino del planeta. Entonces, si seguimos trabajando en esa dirección, en la de cuidarlos, se les puede exigir a los países financiación para inyectarla en los temas de reforestación y conservación de la biodiversidad, y pedirles a la ciudades colombianas que financien la Amazonia y el Pacífico. Ese pensamiento desde el Gobierno permite que los criterios financieros se modifiquen de manera sustantiva y exigirle al mundo que si quiere sostenibilidad planetaria, pues tiene que financiar estos activos. Ese es como otro mensaje que se puede desprender de estos espacios, que en el mundo hay recursos financieros suficientes para financiar la economía verde y la conservación de activos ambientales.
¿Qué nuevas fuentes de financiación podría conseguir el país tanto a nivel nacional como internacional para la Amazonia?
Como primera medida, a nivel nacional lo que estamos proponiendo es que las ciudades grandes e intermedias sean responsables con el Amazonas, con el Caribe, con el Pacífico, con los mismos páramos, por eso buscamos que exista una estrategia de recursos de las ciudades hacia estas regiones. Lo otro es que como país se explora a nivel internacional todo el tema de certificados verdes, sustitución de deuda por activos ambientales. En el mundo, tanto el BID como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, están entrando en la distinción y en la posibilidad de abrir sistemas de créditos de financiación, pero nos falta que a nivel internacional los exploremos más. Digamos la nación, en Hacienda, también está mirando cómo lograr certificados verdes, cómo empezar a pensar si alguna parte de la deuda se puede sustituir por activos ambientales. Sinceramente creo que nos estamos moviendo en esa dirección, pero todavía es muy embrionario porque las declaraciones de las entidades internacionales son muy amables, pero ya cuando se busca hacer una operación financiera, ahí hay todavía muchas dificultades para lograrlo, pero poco a poco vamos en la dirección correcta.