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¿Cómo beber un vino? ¿Cuál sirve más para acompañar las carnes o pescados? Esas quizá han sido las preguntas más recurrentes cuando se comienza a hablar de vinos en los últimos años. Pero paso a paso, el crecimiento gastronómico del que goza Colombia ha llevado a que nuevas bodegas crezcan en productos y sean los comensales, más interesados y curiosos, los más beneficiados. Ahora las preguntas van más enfocadas a la temporada de la botella, a si un tempranillo funciona mejor, y cada vez son más los entusiastas y curiosos que encuentran en el vino un licor para disfrutar, compartir y aprender.
Ramón Bilbao es una de esas marcas que este año llegó a nada despreciable cifra de 100 años de funcionamiento. Para celebrar este hito, la marca lanzó en España dos ediciones limitadas: un vino 100% Garnacha con una crianza de 100 meses en depósitos de hormigón y un Gran Reserva de la añada 2001, considerada una de las mejores en la región de Rioja.
Obviamente, el posicionamiento de Colombia hizo que la marca trajera a nuestro país una edición limitada exclusiva, se trata de un vino 100% Tempranillo, elaborado a partir de viñedos seleccionados ubicados entre 450 y 700 metros de altitud. Según Rodolfo Bastida, enólogo y director general de Bodegas Ramón Bilbao, este vino “ha sido criado durante 15 meses en barricas nuevas de roble francés y luego 10 meses en botella en nuestra bodega subterránea. Es un vino con alma, de alta intensidad, color rubí brillante y notas de frutos negros maduros, combinadas con matices especiados de su crianza, como pimienta negra, clavo y chocolate. En boca se muestra largo, con gran peso y una marcada expresión del terroir, lo que le confiere un notable potencial de envejecimiento”.
Ramón Bilbao ha sido reconocido durante seis años consecutivos por Drinks International como una de las 50 marcas de vino más admiradas del mundo. Sus vinos han obtenido calificaciones sobresalientes en destacadas guías nacionales e internacionales, como la prestigiosa Guía Peñín en España, además de recibir elogios de críticos de renombre, entre ellos Tim Atkin. Este 2024, Atkin otorgó un reconocimiento especial a la enóloga como “Enóloga Joven del Año” en su informe sobre Rueda y destacó uno de sus vinos como el “Descubrimiento de Vino Blanco del Año”.
En Colombia, Ramón Bilbao está presente a través de Dislicores, donde ofrece ocho referencias pensadas para satisfacer diferentes perfiles. “Este año vendimos alrededor de 25.000 cajas, que eran las mismas que vendíamos por ejemplo, en Rusia, antes de que iniciara todo este conflicto con Ucrania”, expresó Bastida. Tan importante viene siendo el consumo de este licor en Colombia que los vinos ocupan el segundo lugar en las ventas de licores en Grupo Éxito, uno de los mayores distribuidores, con una participación del 13,34%, después de las cervezas (42,31%) y por encima de los whiskys (12,88%).
Por eso, en diálogo con El Espectador, el director de Bodegas Ramón Bilbao durante su visita a Colombia habló sobre lo que significan estos 100 años, la importancia de nuestro país en el mercado, los gustos de los colombianos y sus recomendaciones al momento de cuidar las botellas y cómo servir la bebida.
¿Qué sabores prefieren los colombianos al elegir un vino?
La primera sorpresa es la sofisticación de la comida local, el nivel de restaurantes que existe en ciudades como Bogotá y Medellín no tienen nada que envidiarle a muchas capitales del mundo, entonces, en ese sentido la gastronomía de Colombia es el caldo de cultivo adecuado para el consumo del vino. En la medida en que la gastronomía se vuelve algo mucho más exigente, más complicada, el consumidor asimismo le exige más a los vinos y marcas como la nuestra destaca en ese sentido.
¿Qué opina sobre el interés del consumidor colombiano en el mundo del vino y qué valores consideras importantes que debería explorar?
Creo que lo más importante es que el consumidor colombiano se interese por el mundo del vino en general. Es un sector fascinante donde, cuanto más aprendes, más te das cuenta de lo que aún te falta por descubrir, y eso lo hace cada vez más atractivo. Mi recomendación sería que viajen a los países productores, conozcan las regiones, las variedades y entiendan cómo cada lugar contribuye al estilo único de los vinos que produce.
¿Qué impacto tiene la industria del vino en aspectos sociales y ambientales, y cuáles son sus compromisos a futuro?
Como industria, tenemos un fuerte compromiso social y ambiental. Por ejemplo, promovemos la igualdad de oportunidades y salarios entre hombres y mujeres en nuestra compañía. En cuanto al medio ambiente, toda la energía que usamos proviene de fuentes renovables y tenemos sistemas de reciclaje para todos los materiales, desde cartón hasta vidrio. También reciclamos y depuramos las aguas que utilizamos, destinándolas al riego y consumo interno.
Además, nos esforzamos por mejorar continuamente, adoptando tecnologías más eficientes y cumpliendo con estándares ambientales exigentes como los de Winner Protection. Esto no solo nos permite operar de manera más sostenible, sino también contribuir a combatir el cambio climático, que ya es una realidad innegable.
¿Cómo ha sido la recepción de sus vinos en Colombia y qué perspectivas tienen en el mercado?
Este año hemos tenido un crecimiento cercano al 20% en Colombia, lo cual nos llena de entusiasmo. Cerramos con cerca de 250,000 botellas vendidas en el país, y confiamos en que todavía hay mucho recorrido. Colombia es un mercado clave en nuestros planes de expansión, y trabajamos con un equipo muy profesional y alineado con nuestra filosofía.
¿Qué sabores de la oferta de Ramón Bilbao cree que pueden ser relevantes en esta temporada?
Para destacar están los Blancos de Rueda (Verdejo), que son vinos frescos, con notas de hierba cortada y fáciles de beber y resultan ideales para disfrutar en una barra. También están los vino de Albariño, que son bebidas con un toque más ácido y profundo, perfecto para maridar con mariscos y pescados. Y por supuesto, los tintos de Rioja (Tempranillo), que estos son clásicos, con largas crianzas en barrica y botella, listos para disfrutar ahora o con capacidad de envejecimiento. Cada uno refleja muy bien su región de origen y sus características únicas.
¿Cuál sería la mejor manera de conservar los vinos en casa?
La clave está en mantener una temperatura estable. Lo ideal es un sótano, pero si no es posible, un lugar con una temperatura constante, entre 18 y 20 grados, sin variaciones bruscas. Para servirlos, recomiendo los tintos a unos 15-16 grados, los blancos y rosados a unos 9-10 grados. Así se disfrutan mejor.