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No hay refrán que se ajuste tanto a esta historia como el dar una mano para recibir otra, aunque en este caso sea para una prótesis en 3D. Colombia es y ha sido un país violento. Un país que por años su conflicto solo ha dejado una estela de víctimas, ni culpables, ni héroes, solo dolientes. Particularmente, hay regiones que han sufrido más que otras y unos más que otros. En 2017, en Antioquia, un australiano tomó dos impresoras 3D y comenzó a construir prótesis de manos, y así duró dos años, buscando ayuda por un lado, tocando puertas por el otro. Hasta que en 2019 Esteban Rojas, un paisa bioingenierio de la Universidad de Antioquia, llegó al proyecto de Humanos 3D como voluntario, y con el tiempo comenzó a liderar una iniciativa que este año fue la ganadora en la categoría de Ciencia, tecnología e innovación.
Con Humanos 3D, Esteban junto a un equipo de profesionales y voluntarios, comenzaron a crear dispositivos de asistencia que posibilitan la realización de actividades básicas, como agarrar un vaso, unas llaves o un celular.
Como muchas empresas, para Humanos 3D la pandemia cambió el rumbo de las cosas. Los encierros limitaron la posibilidad para que personas de Medellín y de poblaciones cercanas recibieran la ayuda. Así fue que Esteban tuvo la iniciativa de comenzar con clínicas móviles, en las que en alianza con las secretarías de Salud y de Gobierno de municipios de Antioquia, Santander y la Costa Caribe, comenzó a llevar este tipo de prótesis, en las que los beneficiarios se acercaban, opinaban, hablaban de sus necesidades y en tiempo récord tenían su prótesis. “Puede que nuestro mayor diferencial sea que estamos enfocados en la cocreación con los usuarios. Es fundamental entender lo que necesitan, que los modelos de impresión 3D se ajusten a su realidad”, explica Rojas, quien hoy celebra por un premio que reconoce una labor que ha llegado a más de 500 beneficiarios en todo el país.
Ante la pregunta, ¿qué es lo que hacen en Humanos 3D? Rojas responde que ellos crean dispositivos de asistencia con discapacidad de miembro superior por medio de la impresión 3D. Esta innovación les ha dado a muchas personas una mejora sustancial en su calidad de vida.
“Con los adultos hemos visto que sale su niño interior. Tuvimos un caso en el que una persona ya mayor, sin tener una prótesis, cuando comenzó a usarla nos dijo entre lágrimas que llevaba 30 años sin agarrar nada y que lo estaba volviendo a hacer. Y con los niños también ha sido maravilloso, con ellos es pasar del bullying, a sentirse como un superhéroe, las prótesis les dan independencia, algo tan simple como cepillarse los dientes. Todo eso impacta positivamente el autoestima y les genera empoderamiento”.
Todo suena maravilloso, pero no todo es fácil. Para Esteban y su equipo de titanes todo partió desde la voluntad, del deseo de ayudar a otros, pero también de la tolerancia al no, al no encontrar respuestas, apoyos, a que las empresas no les den una mano. Buscaron alianzas de responsabilidad social, intentaron acercarse a universidades, y solo con el tiempo, la perseverancia y esas cosas de la vida, poco a poco fueron hallando personas que se alineaban con esos valores de servir, de ayudar, de cultivar ideas que transformen la vida de otros.
Esteban, Humanos 3D, su innovación y su propuesta son fieles testigos de que los sueños se cumplen, se trabajan eso sí, pero que a veces a la gente hay que darles las herramientas adecuadas. Palabras más, palabras menos, siempre hay que estar dispuesto a dar una mano, así sea en 3D.