Invitados internacionales de lujo
Compañías de Brasil, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y Perú estuvieron presentes en los pasillos de Colombiatex exhibiendo sus productos.
Carolina Gutiérrez / Enviada especial Medellín
Brillaron los diseños en las pasarelas organizadas por la delegación de Brasil, los encajes, las copas, los tejidos, los hilos, los insumos de las 24 compañías de ese país que llegaron a Colombiatex. Brillaron también las lanas de México, de colores vistosos y materiales finos. El algodón de Estados Unidos, el tejido de punta peruano y las telas planas de Venezuela. En los pasillos de Colombiatex de las Américas 2010, celebrado en Medellín, se habló de textiles y tendencias en todos los idiomas.
Brasil aportó la delegación internacional más grande de la feria. Todas, compañías agremiadas en Abit, la Asociación Brasileña de la Industria Textil y Confección. La delegada del grupo, la que siempre estuvo al tanto de la prensa y de los desfiles, fue Geni Ribeiro. Cuando le preguntaban a Ribeiro a qué se debía la presencia tan representativa de Brasil en la feria, ella respondía contundente, “es la feria textil más importante de Latinoamérica. Este encuentro es prácticamente obligatorio para todos los que están poniendo sus productos en Latinoamérica e incluso en Estados Unidos y Europa”.
En 2009, las 18 compañías brasileñas que estuvieron presentes en Colombiatex cerraron negocios por cerca de US$8,5 millones. Este año su objetivo es llegar a los US$10 millones. “Esta edición de la feria es la primera después de dos años en crisis. Ahora es un momento de mucho optimismo. Las perspectivas son muy buenas en cuanto a establecer contactos y generar negocios”, aseguró Geni Ribeiro, con un español claro y seguro. Del sector textil colombiano, Ribeiro reconoce que hay una industria fuerte en moda íntima y de baño, pero asegura que para posicionarse “le faltaría tener un glamour más destacado, aunque ya tienen diseñadores muy importantes”.
Rodhia y Vicunha fueron quizá dos de las empresas brasileñas más visitadas en la feria. Sus pasarelas se iluminaban en cualquier momento del día para enseñar las propuestas y los insumos que cada una de ellas traía. En Rodhia primaba la ropa deportiva y los trajes casuales. La gran propuesta de esta compañía en Colombiatex fueron los hilos inteligentes, “hilos que hablan con el cuerpo para generar protección, bienestar y salud”, explicó Elizabeth Haidar, representante de la empresa. El “hilo emana” es su último lanzamiento, “un insumo que al estar en contacto con la piel emana rayos infrarrojos que aumentan la microcirculación de la sangre, dando más elasticidad a la piel y reduciendo señales de celulitis y fatiga muscular cuando se practican ejercicios”. Elizabeth Haidar sostiene que Colombia es un mercado “fundamental” para Rodhia. Aquí comercializan el 10% de su producción.
Por Venezuela estuvo presente Industrias Obregón, una fábrica textil dedicada a la confección de telas planas para ropa de cama y cortinería. Édgar Pérez, su representante, explicó que este año la empresa adquirió maquinaria especializada en la confección de dobby, tela algodonada para cortinas y edredones. “Cada vez vamos buscando entrar al mercado con nuevos productos. Este año nuestra propuesta para Colombiatex son unos textiles hechos con maquinaria especializada, de la más alta calidad”, sostuvo.
Cerquita a este venezolano hay un estand que sobresale por el colorido y la vivacidad de sus productos. Son lanas acomodadas en vitrinas, por tonos y tamaños. Es Omega, una compañía mexicana que doce años atrás llegó por primera vez a esta feria textil para exhibir sus productos. Según Jesús Salgado, supervisor de ventas, este escenario ha sido fundamental para “encontrar clientes locales, e incluso de otros países como Venezuela, Perú y Ecuador”. Omega ofrece hilos de algodón y acrílicos para tejer, y su valor agregado es la variedad de colores, que incluye también los llamados colores inteligentes, “esos que cuando estás tejiendo hacen unos matizados y formas geométricas”. El año pasado Omega vendió US$120 mil en esta feria y este año, aún con negocios por cerrar, espera superar ese monto.
Las empresas ecuatorianas ocuparon un espacio esencial en la feria. Una de ellas, Textil San Pedro, llegó con una enorme colección de textiles para la línea de toallería y mantelería. “En el caso de la tela para toallas, vemos una necesidad en el mercado en los acabados del producto. En ese sentido, nosotros garantizamos nuestro trabajo”, dice Pietro Giacometti, gerente comercial. Textil San Pedro también trajo este año a Colombiatex una tela especial para mantelería, “en la que grabamos el logotipo o el nombre de la institución. Ofrecemos productos exclusivos y personalizados para cada compañía, en especial para hoteles y restaurantes”.
Este año en Colombiatex brillaron los expositores extranjeros. Y claro, también los empresarios y los compradores que llegaron a la vitrina textil más grande de Latinoamérica. Según los cálculos de Proexport, en esta edición estuvieron presentes cerca de 780 invitados internacionales, quienes representaban a cerca de 440 compañías.
Brillaron los diseños en las pasarelas organizadas por la delegación de Brasil, los encajes, las copas, los tejidos, los hilos, los insumos de las 24 compañías de ese país que llegaron a Colombiatex. Brillaron también las lanas de México, de colores vistosos y materiales finos. El algodón de Estados Unidos, el tejido de punta peruano y las telas planas de Venezuela. En los pasillos de Colombiatex de las Américas 2010, celebrado en Medellín, se habló de textiles y tendencias en todos los idiomas.
Brasil aportó la delegación internacional más grande de la feria. Todas, compañías agremiadas en Abit, la Asociación Brasileña de la Industria Textil y Confección. La delegada del grupo, la que siempre estuvo al tanto de la prensa y de los desfiles, fue Geni Ribeiro. Cuando le preguntaban a Ribeiro a qué se debía la presencia tan representativa de Brasil en la feria, ella respondía contundente, “es la feria textil más importante de Latinoamérica. Este encuentro es prácticamente obligatorio para todos los que están poniendo sus productos en Latinoamérica e incluso en Estados Unidos y Europa”.
En 2009, las 18 compañías brasileñas que estuvieron presentes en Colombiatex cerraron negocios por cerca de US$8,5 millones. Este año su objetivo es llegar a los US$10 millones. “Esta edición de la feria es la primera después de dos años en crisis. Ahora es un momento de mucho optimismo. Las perspectivas son muy buenas en cuanto a establecer contactos y generar negocios”, aseguró Geni Ribeiro, con un español claro y seguro. Del sector textil colombiano, Ribeiro reconoce que hay una industria fuerte en moda íntima y de baño, pero asegura que para posicionarse “le faltaría tener un glamour más destacado, aunque ya tienen diseñadores muy importantes”.
Rodhia y Vicunha fueron quizá dos de las empresas brasileñas más visitadas en la feria. Sus pasarelas se iluminaban en cualquier momento del día para enseñar las propuestas y los insumos que cada una de ellas traía. En Rodhia primaba la ropa deportiva y los trajes casuales. La gran propuesta de esta compañía en Colombiatex fueron los hilos inteligentes, “hilos que hablan con el cuerpo para generar protección, bienestar y salud”, explicó Elizabeth Haidar, representante de la empresa. El “hilo emana” es su último lanzamiento, “un insumo que al estar en contacto con la piel emana rayos infrarrojos que aumentan la microcirculación de la sangre, dando más elasticidad a la piel y reduciendo señales de celulitis y fatiga muscular cuando se practican ejercicios”. Elizabeth Haidar sostiene que Colombia es un mercado “fundamental” para Rodhia. Aquí comercializan el 10% de su producción.
Por Venezuela estuvo presente Industrias Obregón, una fábrica textil dedicada a la confección de telas planas para ropa de cama y cortinería. Édgar Pérez, su representante, explicó que este año la empresa adquirió maquinaria especializada en la confección de dobby, tela algodonada para cortinas y edredones. “Cada vez vamos buscando entrar al mercado con nuevos productos. Este año nuestra propuesta para Colombiatex son unos textiles hechos con maquinaria especializada, de la más alta calidad”, sostuvo.
Cerquita a este venezolano hay un estand que sobresale por el colorido y la vivacidad de sus productos. Son lanas acomodadas en vitrinas, por tonos y tamaños. Es Omega, una compañía mexicana que doce años atrás llegó por primera vez a esta feria textil para exhibir sus productos. Según Jesús Salgado, supervisor de ventas, este escenario ha sido fundamental para “encontrar clientes locales, e incluso de otros países como Venezuela, Perú y Ecuador”. Omega ofrece hilos de algodón y acrílicos para tejer, y su valor agregado es la variedad de colores, que incluye también los llamados colores inteligentes, “esos que cuando estás tejiendo hacen unos matizados y formas geométricas”. El año pasado Omega vendió US$120 mil en esta feria y este año, aún con negocios por cerrar, espera superar ese monto.
Las empresas ecuatorianas ocuparon un espacio esencial en la feria. Una de ellas, Textil San Pedro, llegó con una enorme colección de textiles para la línea de toallería y mantelería. “En el caso de la tela para toallas, vemos una necesidad en el mercado en los acabados del producto. En ese sentido, nosotros garantizamos nuestro trabajo”, dice Pietro Giacometti, gerente comercial. Textil San Pedro también trajo este año a Colombiatex una tela especial para mantelería, “en la que grabamos el logotipo o el nombre de la institución. Ofrecemos productos exclusivos y personalizados para cada compañía, en especial para hoteles y restaurantes”.
Este año en Colombiatex brillaron los expositores extranjeros. Y claro, también los empresarios y los compradores que llegaron a la vitrina textil más grande de Latinoamérica. Según los cálculos de Proexport, en esta edición estuvieron presentes cerca de 780 invitados internacionales, quienes representaban a cerca de 440 compañías.