La apuesta por la integralidad
El proyecto ‘Calasanz para todos’ busca llevar educación de calidad a niños y jóvenes en situación vulnerable de Bogotá, Cúcuta, Medellín y Pereira. La iniciativa está orientada al desarrollo de talentos, habilidades y vocación de manera integral.
No existe mejor manera de garantizar un futuro prometedor que a través de la educación. Con ese objetivo, en 2005 los padres escolapios decidieron crear la Fundación Educativa Calasanz, para contribuir a la disminución de la deserción escolar, mejorar el desempeño académico y optimizar el acceso a la educación superior de las poblaciones vulnerables.
“‘Calasanz para todos’ busca llevar educación de calidad a niños y jóvenes en situación vulnerable de Bogotá, Cúcuta, Medellín y Pereira. Orientada al desarrollo de talentos, habilidades y vocación de manera integral para el cierre de brechas, la disminución de la deserción escolar, el mejor desempeño académico y facilitar el acceso a la educación superior”, detalla Pastora González, la mujer que decidió dejar la ingeniería industrial para estar al frente de este proyecto.
De esta manera, y en línea con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, anualmente la Fundación les ofrece a los más pequeños: escuela de tareas, refuerzo académico y actividades lúdicas, artísticas y deportivas para la generación de buenos hábitos y el uso adecuado del tiempo libre, mitigando los riesgos que el entorno de la calle les ofrece. Para los más grandes, trabajan en el fortalecimiento de competencias, de tal manera que se ocupen permanentemente en alcanzar sus metas y lograr el acceso y la permanencia en instituciones de educación superior.
“Llegar en estos quince años de labores a más de 20.000 beneficiarios de manera directa en Ciudad Bolívar, El Paraíso y Rincón-Suba, en Bogotá; Santo Domingo, San Rafael y La Cabrera, en Cúcuta; Alto de la Virgen-Comuna 13, en Medellín, y Poblado I, Rocío Bajo, Rocío Medio y Samaria, en Pereira, es motivo de satisfacción. Todo esto gracias al trabajo en equipo, con el apoyo de delegadas y voluntarios”, cuenta González.
Con los aportes generosos de donantes y aliados, la Fundación Educativa Calasanz financia en instituciones privadas desde la educación primaria hasta la superior de niños y jóvenes con excelente desempeño integral, a través del Plan Padrinos y becas.
A futuro, entre los planes de la Fundación está ampliar la población objetivo a la que actualmente llegan, incluyendo a niños y niñas entre los cero y cuatro años, y poder llegar a las ciudades con las herramientas tecnológicas que se requieren para brindar un acompañamiento de calidad.
No existe mejor manera de garantizar un futuro prometedor que a través de la educación. Con ese objetivo, en 2005 los padres escolapios decidieron crear la Fundación Educativa Calasanz, para contribuir a la disminución de la deserción escolar, mejorar el desempeño académico y optimizar el acceso a la educación superior de las poblaciones vulnerables.
“‘Calasanz para todos’ busca llevar educación de calidad a niños y jóvenes en situación vulnerable de Bogotá, Cúcuta, Medellín y Pereira. Orientada al desarrollo de talentos, habilidades y vocación de manera integral para el cierre de brechas, la disminución de la deserción escolar, el mejor desempeño académico y facilitar el acceso a la educación superior”, detalla Pastora González, la mujer que decidió dejar la ingeniería industrial para estar al frente de este proyecto.
De esta manera, y en línea con las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, anualmente la Fundación les ofrece a los más pequeños: escuela de tareas, refuerzo académico y actividades lúdicas, artísticas y deportivas para la generación de buenos hábitos y el uso adecuado del tiempo libre, mitigando los riesgos que el entorno de la calle les ofrece. Para los más grandes, trabajan en el fortalecimiento de competencias, de tal manera que se ocupen permanentemente en alcanzar sus metas y lograr el acceso y la permanencia en instituciones de educación superior.
“Llegar en estos quince años de labores a más de 20.000 beneficiarios de manera directa en Ciudad Bolívar, El Paraíso y Rincón-Suba, en Bogotá; Santo Domingo, San Rafael y La Cabrera, en Cúcuta; Alto de la Virgen-Comuna 13, en Medellín, y Poblado I, Rocío Bajo, Rocío Medio y Samaria, en Pereira, es motivo de satisfacción. Todo esto gracias al trabajo en equipo, con el apoyo de delegadas y voluntarios”, cuenta González.
Con los aportes generosos de donantes y aliados, la Fundación Educativa Calasanz financia en instituciones privadas desde la educación primaria hasta la superior de niños y jóvenes con excelente desempeño integral, a través del Plan Padrinos y becas.
A futuro, entre los planes de la Fundación está ampliar la población objetivo a la que actualmente llegan, incluyendo a niños y niñas entre los cero y cuatro años, y poder llegar a las ciudades con las herramientas tecnológicas que se requieren para brindar un acompañamiento de calidad.