Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      EE ADS

                                                                                                        Cursos y programas

                                                                                                          Más

                                                                                                          Blogs

                                                                                                            Especiales

                                                                                                              Descarga la App

                                                                                                                Edición Impresa

                                                                                                                  Suscripción

                                                                                                                    Eventos

                                                                                                                      Foros El Espectador

                                                                                                                        Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                            Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                              Avisos judiciales

                                                                                                                                Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                  Contenido Patrocinado
                                                                                                                                  27 de diciembre de 2007 - 09:44 a. m.

                                                                                                                                  Mi príncipe para Navidad

                                                                                                                                  Estoy enamorada. Tengo 16 años y soy princesa de un reino con bosques encantados llenos de toda clase de animales, jardines con forma de laberintos, flores de todos los colores y muchas personas que procuran mi felicidad. Mi novio, el príncipe del reino que limita con el mío al sur, se ganó mi corazón desde aquella vez al frente del lago cuando me regaló una rosa y sonrió.

                                                                                                                                  Camila Moreno

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  El príncipe me hace feliz en todo momento y de cualquier forma. Durante esos atardeceres tomada de su mano sentía cómo mi corazón se aceleraba y mi respiración se volvía más profunda. Además, los pájaros empezaban a cantar y las mariposas salían de sus escondites. Mi alma se llena cuando estoy a su lado y eso hace cada uno de mis días el mejor para vivir.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Desde hace un par de semanas, el palacio se ha visto lleno de decoraciones navideñas: varios árboles se encuentran en los pasillos y hay uno que otro muérdago colgado del techo. Por esta época mis aposentos están vestidos de rojo, verde y dorado.

                                                                                                                                  Mi padre, el rey, está organizando una cena de Navidad sin precedentes, en la cual también busca celebrar todos estos años de matrimonio junto a mi madre. Él dice que el amor es lo más importante en la vida, por eso invitó a mi príncipe a estar conmigo durante toda la velada, para pasar juntos una fecha tan significativa y decirle cuánto lo quiero.

                                                                                                                                  Sin embargo, ya el futuro no se ve tan perfecto. Cometí un error e hice que mi príncipe se montara en su caballo blanco en dirección opuesta a mi encuentro. El hada malvada me convenció de tocar con mi dedo el huso de una rueca y después simplemente me desvanecí en el piso. Mi príncipe no entendió por qué me pinché el dedo, por qué hice lo que hice. La verdad, yo tampoco. Pero ya cometido el error, lo único que pude hacer fue correr detrás de su caballo mientras él se alejaba galopando.

                                                                                                                                  Ahora no sé cómo recuperar a mi amor. Todas las personas están tan llenas de alegría y esperanza y yo me hundo en la tristeza de no estar a su lado. De nada me sirven los regalos cuidadosamente puestos bajo el árbol del salón principal, ni el fuego de la chimenea que crepita durante las noches. Sólo lo quiero a él y no sé cómo hacer que vuelva.

                                                                                                                                  Entonces encontré dos salidas, tal vez un poco inútiles, pero es lo único que una princesa como yo puede hacer: mi carta al Niño Dios la decoré con un poco de escarcha roja y verde, y le agregué un poco de olor a incienso para evitar simplezas. Escribí y pedí el único regalo con el poder de lograr que mi Navidad tenga color otra vez.

                                                                                                                                  Querido Niño Dios: Esta Navidad no te pido joyas ni más vestidos, no quiero zapatos ni más viajes a otros reinos. Esta Navidad te pido volver a ver al príncipe que me seduce hasta en sueños y me hace sonreír con sólo mirarlo. Te pido poder darle un beso y sentir su abrazo. No pido más, sólo poder quererlo, volver a quererlo, tenerlo una vez más.

                                                                                                                                  Cerré el sobre y lo dejé junto a la ventana para que fuera recogido durante la noche. Después, con una pequeña daga abrí mi pecho y saqué mi corazón, todavía latiendo, todavía caliente al tacto. Lo puse cuidadosamente en una urna de cristal y oro, y la envolví con cinta roja para hacer un moño. Es mi regalo para el príncipe: mi corazón tal y como es, puro y sin ningún recubrimiento, mi corazón en toda su magnitud y sencillez.

                                                                                                                                  Escribí la tarjeta a mano: Para mi príncipe. Y puse su regalo bajo el árbol de mi habitación. Tal vez no es lo más caro y lujoso que pueda darle, como princesa hasta miles de tierras le podría regalar, pero es lo único con lo que le puedo decir cuánto lo quiero a mi lado, cuán grande es el arrepentimiento por mi error.

                                                                                                                                  Me acosté en mi cama y poco a poco empecé a cerrar mis ojos. La herida en mi dedo me está dejando sin energías y lo más seguro es que tarde en sanar. Mientras tanto, mientras me quedo dormida y sin fuerzas, espero a que el Niño Dios lea mi carta y traiga de vuelta a mi príncipe. Entonces él me verá acostada y podrá despertarme de un largo letargo con un dulce beso en la boca. Y después le entregaré mi corazón, de todos modos, siempre ha sido suyo.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  El príncipe me hace feliz en todo momento y de cualquier forma. Durante esos atardeceres tomada de su mano sentía cómo mi corazón se aceleraba y mi respiración se volvía más profunda. Además, los pájaros empezaban a cantar y las mariposas salían de sus escondites. Mi alma se llena cuando estoy a su lado y eso hace cada uno de mis días el mejor para vivir.

                                                                                                                                  PUBLICIDAD

                                                                                                                                  Desde hace un par de semanas, el palacio se ha visto lleno de decoraciones navideñas: varios árboles se encuentran en los pasillos y hay uno que otro muérdago colgado del techo. Por esta época mis aposentos están vestidos de rojo, verde y dorado.

                                                                                                                                  Mi padre, el rey, está organizando una cena de Navidad sin precedentes, en la cual también busca celebrar todos estos años de matrimonio junto a mi madre. Él dice que el amor es lo más importante en la vida, por eso invitó a mi príncipe a estar conmigo durante toda la velada, para pasar juntos una fecha tan significativa y decirle cuánto lo quiero.

                                                                                                                                  Sin embargo, ya el futuro no se ve tan perfecto. Cometí un error e hice que mi príncipe se montara en su caballo blanco en dirección opuesta a mi encuentro. El hada malvada me convenció de tocar con mi dedo el huso de una rueca y después simplemente me desvanecí en el piso. Mi príncipe no entendió por qué me pinché el dedo, por qué hice lo que hice. La verdad, yo tampoco. Pero ya cometido el error, lo único que pude hacer fue correr detrás de su caballo mientras él se alejaba galopando.

                                                                                                                                  Ahora no sé cómo recuperar a mi amor. Todas las personas están tan llenas de alegría y esperanza y yo me hundo en la tristeza de no estar a su lado. De nada me sirven los regalos cuidadosamente puestos bajo el árbol del salón principal, ni el fuego de la chimenea que crepita durante las noches. Sólo lo quiero a él y no sé cómo hacer que vuelva.

                                                                                                                                  Entonces encontré dos salidas, tal vez un poco inútiles, pero es lo único que una princesa como yo puede hacer: mi carta al Niño Dios la decoré con un poco de escarcha roja y verde, y le agregué un poco de olor a incienso para evitar simplezas. Escribí y pedí el único regalo con el poder de lograr que mi Navidad tenga color otra vez.

                                                                                                                                  Querido Niño Dios: Esta Navidad no te pido joyas ni más vestidos, no quiero zapatos ni más viajes a otros reinos. Esta Navidad te pido volver a ver al príncipe que me seduce hasta en sueños y me hace sonreír con sólo mirarlo. Te pido poder darle un beso y sentir su abrazo. No pido más, sólo poder quererlo, volver a quererlo, tenerlo una vez más.

                                                                                                                                  Cerré el sobre y lo dejé junto a la ventana para que fuera recogido durante la noche. Después, con una pequeña daga abrí mi pecho y saqué mi corazón, todavía latiendo, todavía caliente al tacto. Lo puse cuidadosamente en una urna de cristal y oro, y la envolví con cinta roja para hacer un moño. Es mi regalo para el príncipe: mi corazón tal y como es, puro y sin ningún recubrimiento, mi corazón en toda su magnitud y sencillez.

                                                                                                                                  Escribí la tarjeta a mano: Para mi príncipe. Y puse su regalo bajo el árbol de mi habitación. Tal vez no es lo más caro y lujoso que pueda darle, como princesa hasta miles de tierras le podría regalar, pero es lo único con lo que le puedo decir cuánto lo quiero a mi lado, cuán grande es el arrepentimiento por mi error.

                                                                                                                                  Me acosté en mi cama y poco a poco empecé a cerrar mis ojos. La herida en mi dedo me está dejando sin energías y lo más seguro es que tarde en sanar. Mientras tanto, mientras me quedo dormida y sin fuerzas, espero a que el Niño Dios lea mi carta y traiga de vuelta a mi príncipe. Entonces él me verá acostada y podrá despertarme de un largo letargo con un dulce beso en la boca. Y después le entregaré mi corazón, de todos modos, siempre ha sido suyo.

                                                                                                                                  Por Camila Moreno

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
                                                                                                                                  Read more!
                                                                                                                                  Read more!
                                                                                                                                  Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                  Aceptar