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Desde el aire el paisaje se asemeja a un cuadro de Van Gogh: el mar con azules de todas las tonalidades, claros, oscuros, delicados, todos mezclados de una manera perfecta. Las rocas y las playas de amarillos quemados, otros más pálidos tirando a blanco. El pasto, verde encendido, que se ilumina con los rayos del sol. Una obra de arte impresionista que desde abajo se convierte en una experiencia única. Estar ahí, de frente a las olas, oyendo el imponente sonido que se genera al chocar con las rocas, además del viento y la sensación de tener que luchar en cada golpe con miles de rivales, hacen que jugar al golf en los campos de República Dominicana sea tan exigente como apasionante. Arte hecho golf.
Un swing es una pincelada que puede salir precisa o terminar en un manchón. Es que los retos aquí son mayúsculos porque para jugar es necesario tener ciertas habilidades. Aunque el plan es bueno para cualquiera, justamente gracias a lo hermoso que es el lugar, si se va solo a gozar en vez de competir es la mejor decisión, si es que usted es un golfista aficionado. Si se considera bueno, ahí sí rétese y busque bajar el par de la cancha en unos campos desafiantes, en el que les cuesta hasta a los profesionales.
Claro que en la isla hay espacios de juego de todos los colores y sabores. Campos costeros, con viento, fairways angostos y arenas en lugar de roughs, así como canchas abiertas, verdes y sin mayores complicaciones. Además, el plan aquí no es solo juego y deporte. Las playas son excepcionales, la comida es deliciosa y el confort de los hoteles de lujo es ideal para tomarse unos buenos días de descanso.
Se puede armar el plan con muchos presupuestos. Desde hoteles todo incluido en los que también se puede jugar una ronda de golf durante la estadía, hasta lugares como Punta Cana Resort & Club o Casa de Campo, en los que la experiencia es más costosa, pero de mucha mayor calidad.
Casa de Campo, por ejemplo, es uno de los clubes más exclusivos de República Dominicana, en el que tienen casa celebridades de todo el mundo. Allí hay tres campos de golf: Dye Fore, Teeth of the Dog y The Links. En el primero de ellos, los hoyos son montañosos, con mucha agua y el desafío de jugar varias veces al borde de un cañón, en el que el río se ve varios metros abajo y por momentos se puede divisar Altos de Chavón, un mítico lugar dominicano que recrea la Edad Media, inaugurado a finales de los años 70 con un concierto de Frank Sinatra.
Teeth of the Dog es un campo en el que constantemente los hoyos son cubiertos por el mar, así que son los más complicados de jugar; sin embargo, en ellos es donde más se podrá divertir un golfista, por la variedad de hoyos. Aquí el viento es protagonista. No se sabe si es mejor acudir a la potencia o a la precisión. Si pegas con un palo corto, es posible que el viento mande la bola a un lugar no deseado.
Por su parte, The Links es el campo más tradicional, con lagos artificiales, árboles a lado y lado y unos espacios amplios. Si no es muy habilidoso para practicar este deporte, lo mejor es que comience jugando una ronda aquí.
Casa de Campo es toda una ciudad, aparte de tener muy buenos restaurantes de todo tipo de comida, también cuenta con marina, centro comercial y hospital, además se pueden practicar otros deportes como tenis, fútbol, pádel, equitación o tiro.
Punta Cana Resort & Club es el lugar en el que comenzó el desarrollo de este destino, uno de los sitios turísticos más visitados del Caribe. Construyeron inicialmente el aeropuerto internacional de Punta Cana y esto los impulsó. Hoy en día reciben cientos de vuelos de diferentes lugares del mundo y muchos de estos turistas llegan a jugar golf. Aquí hay dos campos: Corales, en donde se juega un torneo del PGA Tour, y La Cana, el cual no tiene hoyos al borde del mar y es ideal para jugadores aficionados.
Punta Espada es otro de los mágicos campos de golf. Queda en Cap Cana, a unos treinta minutos del aeropuerto de Punta Cana. Fue diseñado por el legendario golfista Jack Nicklaus y ofrece la mejor calidad de servicios para el jugador. Cerca hay hoteles de lujo con todas las comodidades, aquí nada está incluido y el green fee puede costar alrededor de US$450.
Hard Rock ofrece un servicio para los golfistas que tienen también la idea de ir a divertirse fuera de los campos. Tiene bares, restaurantes, piscinas, tiendas y shows para toda la familia, además del campo Cana Bay, diseñado también por Nicklaus. Es un recorrido agradable, no tan complejo como los demás campos y en el que todo gira en torno a la música.
Cada campo es un lienzo diferente; el color y la forma de la obra de arte dependen del pintor, en este caso el golfista. Desde hace un tiempo, República Dominicana dejó de ser solo playa, brisa y mar y pasó a ser un lugar de lujos y descanso, donde el golf es arte.
*Invitado por la Oficina de Turismo de República Dominicana.