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Saber de dónde vienen los productos que se consumen y se utilizan a diario es una oportunidad para que las personas sean más conscientes cuando los adquieran y lo que hay detrás de ellos. Por ejemplo, se puede identificar si son empresas que contratan formalmente a sus colaboradores, que le apuestan a un trabajo decente, que en su cadena de valor no hay trabajo infantil y cuidan el medioambiente, por mencionar algunos aspectos, los cuales están contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), y son esa hoja de ruta para que nadie se quede atrás y se pueda dar un desarrollo pensando en lo social, ambiental y económico.
Estos aspectos, con la pandemia ocasionada por el coronavirus, toman especial relevancia, ya que millones de empleos en todo el mundo se han perdido, y Colombia no es ajena al tema, que según el DANE, para el mes de mayo de 2021 la tasa de desempleo fue del 15,6 %, lo que representó una reducción de 5,8 puntos porcentuales comparado con el mismo mes de 2020.
Este panorama, que genera incertidumbre, también es una oportunidad para apostarles a “nuevos negocios, emprendimientos, generación de empleos y diversificación en varios sectores productivos, pero siempre buscando un equilibrio”, señala Enrique Guiles, economista y profesor del Cesa, quien además explica que hay una tendencia de volver a lo local, ya que la pandemia dejó en evidencia que muchas empresas sufrieron desabastecimientos, razón por la cual necesitan diversificar proveedores, y qué mejor que trabajar con lo hecho en Colombia y más cuando el talento está en todo el territorio nacional.
Lograrlo es una tarea que se debe dar en equipo y desde los diferentes sectores para dinamizar la economía, crear nuevas realidades y fortalecer nuestra identidad.
“Cada vez que compramos algo hecho en Colombia, estamos llevándonos un pedacito de nuestro país a nuestras casas y ayudando a que el tejido empresarial crezca y genere oportunidades para muchas familias que hacen realidad verdaderos proyectos de vida. Por eso creamos la campaña “Pedacitos de Colombia”, con el objetivo de dar a conocer el trabajo, la dedicación y la creatividad de los colombianos que están detrás de los productos que ofrece Falabella y sus marcas”, indica Cristina Botero, gerente de Asuntos Públicos, Comunicaciones y Sostenibilidad Falabella de Colombia.
Productos que traen con ello historias y esperanza porque, es claro que una persona que tiene acceso a un trabajo o poder comercializar sus productos tiene una oportunidad de soñar y hacer su proyecto de vida realidad. Eso es lo que han logrado desde Asocolflores, donde laboran más de 150.000 personas en diferentes departamentos de Colombia, quienes cuidan de las flores que en un 95 % son exportadas a varios países “dejando una parte de nosotros en otros lugares y mostrando que somos competitivos y contamos con productos de excelente calidad”, asegura Augusto Solano, presidente de la Asociación.
Calidad que se traslada a los diferentes sectores, ya que Colombia es un país con vocación industrial y emprendedora, y esto se ve en la variedad y calidad de los productos y servicios que se ofrecen en el mercado del mejoramiento del hogar. “Si bien esto se refleja en mayor medida en ciertas categorías, es una realidad cada vez más evidente en el mercado, no solo por la iniciativa empresarial, sino también por la preferencia del consumidor a comprar productos de fabricación nacional”, resalta Felipe Vélez Jaramillo, gerente de Marketplace, Sodimac – Homecenter.
Esta tendencia es aliada no solo para el desarrollo económico, sino para el cuidado del medioambiente, porque al ser producción nacional las distancias de transporte son menores y eso impacta de forma positiva en la huella de carbono.
“En Cíclico tenemos todo nuestro proceso de producción en Colombia. Esto nos permite generar empleos directos e indirectos para aportar a la reactivación del sector textil y disminuir la huella de carbono que produce el transporte de nuestros productos”, dice Santiago Fajardo, gerente general de Cíclico.
Sin duda alguna, apostarle a lo local es una excelente elección, ya que también puede ser una oportunidad para generar alianzas que beneficien a todos. “Trabajamos de la mano con colectivos de artesanos del país a través de los proyectos Hilos de la Tierra y Aguas de Vida de nuestra marca Johnnie Walker Blue Label, gracias a una alianza con Artesanías de Colombia y Procolombia, que nos permite dar visibilidad al trabajo de artesanos de regiones como Nariño y Putumayo, quienes, inspirados en las fuentes hídricas del país, realizan intervenciones artísticas en botellas de la marca para rendir homenaje a la diversidad y los colores de nuestro país”, concluye Carlos Ortiz, director de Asuntos Corporativos de Diageo Colombia.