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¡Una vida dedicada a contribuir con una ciudad y con mejorar la calidad de vida de decenas de personas! Ese ha sido la labor de Carlos Castro, el titán ganador de la categoría Salud y bienestar, que junto a su esposa Margarita Garzón Gutiérrez, sus tres hijos y sus cuatro hermosas nietas, cada día trabajan para ofrecerles alimento y promover espacios psicosociales a las personas de la Comuna 3 de Villavicencio, conocida por tener población en situación de calle sin condiciones mínimas de bienestar. El Titán de 57 años también comparte que con estas acciones buscan atender la drogodependencia y brindarles jornadas de salud a las personas de esa comuna.
“Nací en el municipio más hermoso que tiene el departamento de Meta y el pie de monte llanero, que es Cubarral, pero vivo en Villavicencio hace más o menos 40 años, justamente en el sector de la Comuna 3″, sostiene Carlos Castro, y agrega: “La labor social que nosotros hacemos es trabajar en pro y por los habitantes de calle de la ciudad de Villavicencio en los sectores más vulnerables, y a la vez manejamos temas de prevención en los niños y los jóvenes del sector mediante proyectos como la música, guía de tareas, apoyos psicosociales, así como les damos clases de inglés, entre otras propuestas”.
“La idea nació desde que mi esposa quiso, como una forma de diezmar la necesidad y apoyar el tema del habitante de calle, darles una comida ocasionalmente. Al conocer la iniciativa, muchos amigos se nos empezaron a unir a la causa y hoy en día podemos decir que esto ha crecido de una forma significativa y maravillosa”, confesó Carlos Castro, quien comparte que ya lleva trabajando con distintas iniciativas para los habitantes de calle aproximadamente unos 30 años y hace nueve empezaron a trabajar con la música llanera, incentivando a los chicos a través del folclor.
“El objetivo primordial de las actividades que nosotros hacemos es dignificar al ser humano. El habitante de calle es una persona que ha sido estigmatizada por muchas personas en el país y creo que, en todo el mundo, entonces, a través de nuestras iniciativas queremos dignificarlos y tratar de quitar todos los estigmas que existen de los barrios subnormales de la capital del departamento de Meta”, enfatiza emocionado el Titán Caracol de la categoría Salud y bienestar 2024. Un hombre de pocas palabras, pero que se notan sinceras, empáticas y profundas.
Con respecto a las metas, Carlos Castro dice que es seguir contribuyendo a mejorar la calidad de vida de la población de la Comuna 3 de Villavicencio y de toda la ciudad. De esta forma, evitar en lo posible que los niños del sector ingresen a las filas del consumo de sustancias psicotrópicas y, de esta manera, conseguir también que se minimice el tema delincuencial de la capital de Meta. “Pensamos que a futuro vamos a tener artistas, y eso se convertiría en un pie fundamental para que los demás niños sigan creyendo e ingresen a estas actividades que realizamos”, asegura el Titán.
Son incontables las personas que se han visto beneficiadas por la labor que hace Carlos Castro. Él, por medio de la comida, de ropa, de educación, de empatía, pero sobre todo con amor, pasión y alegría, les brinda a decenas de personas que no tienen muchas esperanzas ni oportunidades la posibilidad de tener a alguien que se preocupa por ellos y les ofrece lo que en teoría son derechos humanos esenciales que permiten a las personas alcanzar su desarrollo, progreso y potencialidades: la salud y la educación.
“Así sea una. Si nosotros podemos salvar por lo menos una vida, podemos decir que lo estamos logrando”, afirma humildemente Carlos Castro, un metense que cada día se entrega por cambiarles la vida a los menos favorecidos, acogiéndoles y brindándoles oportunidades. Dignificando su vida.