Toma de muestras COVID-19: un año de aprendizaje

El 6 de marzo de 2020, con la confirmación del primer caso de coronavirus en Colombia, el Gobierno Nacional activó un plan de contingencia para enfrentar este reto mundial y, con él, vinieron una serie de cambios. Sin duda, el sector de la salud se ha llevado los principales desafíos, ya que no solo ha tenido que seguir garantizando la prestación del servicio a pacientes con otras patologías, sino también ponerse al tanto de las necesidades que han surgido con la pandemia.

En principio, la más urgente y crucial fue tener control y vigilancia del comportamiento del virus, así como el seguimiento de los casos a través de la toma de muestras. En este camino los primeros en suplir esta necesidad fueron los laboratorios de salud pública de los diferentes departamentos, algunas universidades se sumaron y otros laboratorios particulares que conforman también el equipo.

A solo dos semanas de cumplirse el primer año de la implementación de la toma de muestras COVID, algunos de estos laboratorios explican cómo ha sido el camino para que Colombia haya pasado de una capacidad de 115 muestras diarias a más de 3 mil en un solo día.

Iván Ballesteros, gerente general de Saludpass, lo que más destaca es pasar de los laboratorios convencionales a la toma de muestras desde los vehículos de los pacientes. “Esta fue una forma innovadora de reinvención del negocio, aprovechando además que las personas no estaban usando zonas de parqueo. En estos ocho meses hemos aumentado en un 200 % nuestra inversión inicial y hoy nos sentimos orgullosos de lo que hemos logrado: 80 mil pruebas desde la fecha de inicio hasta hoy en Bogotá y Cundinamarca”.

La Universidad de los Andes es otra de las instituciones que ha contribuido en el control de la pandemia a través de su proyecto Covida. En diciembre cumplió la meta de procesar 100 mil pruebas a través del rastreo en poblaciones que por su trabajo tienen alto riesgo de contagio. La prioridad son mensajeros repartidores de domicilios, conductores de transporte público, funcionarios de la salud, bomberos, entre otros.

Las instituciones siguen en firme con la idea de seguir contribuyendo en la atención de la pandemia, aun con la llegada de las vacunas al país. El propósito para este 2021 es mejorar aún más la calidad de las muestras al servicio de la ciudadanía.

El 6 de marzo de 2020, con la confirmación del primer caso de coronavirus en Colombia, el Gobierno Nacional activó un plan de contingencia para enfrentar este reto mundial y, con él, vinieron una serie de cambios. Sin duda, el sector de la salud se ha llevado los principales desafíos, ya que no solo ha tenido que seguir garantizando la prestación del servicio a pacientes con otras patologías, sino también ponerse al tanto de las necesidades que han surgido con la pandemia.

En principio, la más urgente y crucial fue tener control y vigilancia del comportamiento del virus, así como el seguimiento de los casos a través de la toma de muestras. En este camino los primeros en suplir esta necesidad fueron los laboratorios de salud pública de los diferentes departamentos, algunas universidades se sumaron y otros laboratorios particulares que conforman también el equipo.

A solo dos semanas de cumplirse el primer año de la implementación de la toma de muestras COVID, algunos de estos laboratorios explican cómo ha sido el camino para que Colombia haya pasado de una capacidad de 115 muestras diarias a más de 3 mil en un solo día.

Iván Ballesteros, gerente general de Saludpass, lo que más destaca es pasar de los laboratorios convencionales a la toma de muestras desde los vehículos de los pacientes. “Esta fue una forma innovadora de reinvención del negocio, aprovechando además que las personas no estaban usando zonas de parqueo. En estos ocho meses hemos aumentado en un 200 % nuestra inversión inicial y hoy nos sentimos orgullosos de lo que hemos logrado: 80 mil pruebas desde la fecha de inicio hasta hoy en Bogotá y Cundinamarca”.

La Universidad de los Andes es otra de las instituciones que ha contribuido en el control de la pandemia a través de su proyecto Covida. En diciembre cumplió la meta de procesar 100 mil pruebas a través del rastreo en poblaciones que por su trabajo tienen alto riesgo de contagio. La prioridad son mensajeros repartidores de domicilios, conductores de transporte público, funcionarios de la salud, bomberos, entre otros.

Las instituciones siguen en firme con la idea de seguir contribuyendo en la atención de la pandemia, aun con la llegada de las vacunas al país. El propósito para este 2021 es mejorar aún más la calidad de las muestras al servicio de la ciudadanía.