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El programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz es la apuesta cultural más grande del Gobierno del Cambio, destacándose no solo por su magnitud, sino por marcar un hito en las políticas culturales nacionales. Una de sus prioridades es la generación de empleo digno y de calidad en la formación artística, musical y cultural en todo el territorio nacional.
Este enfoque en la inclusión sociolaboral abarca 32 departamentos del país y 687 municipios en 1.590 establecimientos educativos, en su mayoría ubicados en zonas afectadas por el conflicto y con altas cifras de pobreza. El programa traza un horizonte claro en la dignificación laboral de maestros, sabedores, formadores, músicos, artistas, compositores y gestores culturales.
En 2024, Sonidos para la Construcción de Paz ha vinculado a más de 5.300 personas en ocupaciones laborales, entre educación formal e informal. En el ámbito de la educación formal, 3.850 personas —entre artistas, formadores y sabedores— desarrollan su trabajo de formación musical en diversos establecimientos educativos. En el sector de la danza se generaron 173 ocupaciones y en capacitación de formadores se crearon 255 nuevos puestos de trabajo, mientras que en la educación informal se destaca la contratación de 86 formadores y gestores encargados del proyecto de formación musical en 58 establecimientos penitenciarios.
Juan Manuel Ocampo, sabedor del departamento de Caldas, comenta que “el programa ha sido el primero en reconocer mi papel en la preservación y difusión de nuevas músicas tradicionales, ofreciendo condiciones laborales dignas”.
Otro de los grandes logros del programa ha sido el fortalecimiento del ecosistema sinfónico, coral y de bandas, que comprende la Orquesta Sinfónica Nacional, la Banda Sinfónica y el Coro Nacional de Colombia, además de otras orquestas reconocidas como la Orquesta Filarmónica de Medellín, Orquesta Sinfónica de la Universidad EAFIT, Orquesta Filarmónica de Cali, Orquesta Sinfónica UNAB, Orquesta Sinfónica de Caldas, Orquesta Binacional Colombo-venezolana y Orquesta Nueva Filarmonía, que hacen parte del primer piloto de la Red Nacional de Música Sinfónica, liderada por la Asociación Nacional de Música Sinfónica, contribuyendo así a la ocupación y generación de nuevos ingresos para 952 artistas, músicos, coreutas, maestros y formadores.
El resurgir de la Banda Sinfónica y el Coro Nacional
Tras más de 20 años de ausencia, la Banda Sinfónica Nacional volvió a los escenarios en septiembre de 2023, gracias al apoyo del programa Sonidos para la Construcción de Paz. Cristian Malagón, su director, fue seleccionado mediante convocatoria pública, igual que 55 músicos provenientes de 12 departamentos. Germán Hernández, director ejecutivo de la banda, asegura que este regreso ha dignificado el trabajo de los músicos y ha convertido a la banda en un símbolo nacional, marcando un camino de excelencia pedagógica y de recuperación de repertorios musicales.
La banda ha llevado su música y sus procesos de formación a 11 departamentos y 25 municipios. Un ejemplo de compromiso ocurrió el 22 de agosto en Samaniego (Nariño), cuando, tras un atentado a esa población, la banda no se amilanó y decidió presentarse como un símbolo de paz para la comunidad.
Colombia no tenía un coro profesional de carácter nacional desde hacía más de 25 años. Liliana Fuentes, directora general del Coro Nacional, subraya que la creación del coro, en 2023, y su respaldo por parte del Gobierno del Cambio, a través del programa Sonidos, ha brindado oportunidades laborales en un sector donde estas suelen ser escasas.
Óscar Páez, oriundo de Pasto, licenciado en música y coreuta, destaca que “es la primera vez que un cantante lírico en Colombia puede tener un puesto con un sueldo digno y dedicarse por completo a cantar. Esto es una bendición, ya que nos permite vivir de aquello para lo que nos formamos, algo que no había sucedido antes. Aunque han existido coros, ninguno había ofrecido las ventajas laborales que nos brinda el Coro Nacional”.
El programa también ha impulsado otras formas de empleo, como en el caso de David Felipe Canevá, músico y productor, quien comenta que este proyecto ha generado dignidad para los artistas involucrados en la producción audiovisual, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de llegar a territorios y contribuir a edificar tejido social y cultura de paz para las comunidades.
Por su parte, Fanny Esperanza Peña, reportera digital del Huila, sostiene que “este programa permite a los jóvenes no solo iniciar nuestra vida laboral, sino también apostar por la activación de las economías locales y territoriales”. Así, Sonidos para la Construcción de Paz es una alternativa para dinamizar la empleabilidad y abrir oportunidades que mejoren la vida de los colombianos. Si desea conocer de primera mano las noticias, los eventos y convocatorias del programa Sonidos para la Construcción de Paz, visite la página web https://sonidosparalapaz.co/.