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Una vez más la salud en crisis

Hace 125 años la salud en Colombia era un asunto de cada cual.

Mario Hernández Álvarez. Médico. Historiador. Profesor U. Nacional.
23 de marzo de 2012 - 08:50 p. m.
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Las familias pudientes vivían mucho más que las pobres, como siempre, pero eran atendidas por los mismos médicos. Unos en su casa y otros en el hospital de caridad, aunque la mayor parte de la población resolvía sus problemas con la tradición de combinar hierbas con rezos. El Estado, unificado con la Constitución de 1886, sólo asumía parte de la “higiene pública” a través de una Junta Central de Higiene.

Al terminar el siglo XIX, la Guerra de los Mil Días no sólo impactó la salud de muchos, sino también la formación médica. La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional fue cerrada, el Hospital San Juan de Dios convertido en hospital de guerra y los estudiantes tomaron las armas. Una vez terminada la confrontación, la medicina colombiana tuvo un nuevo auge con la reapertura de la facultad y el regreso de varios de sus profesores, ahora más cercanos a la medicina de laboratorio, y con la creación de nuevos hospitales.

En medio de la Primera Guerra Mundial, Bogotá fue sacudida con la pandemia de la “Dama española”, una gripa aviar que recorrió el mundo en 1918 y produjo más de mil muertos en sólo un mes. La gripa removió la conciencia de la gente con la terrible evidencia de la muerte sin clase ni partido, y con ella la ciudad se transformó: barrios obreros, acueducto, alcantarillado, vías y canales, recolección de basuras.

Pero también la convulsionada década del 20 transformó al país. La economía cafetera y el pago de la indemnización por la separación de Panamá contribuyeron a una transformación económica y social. De allí surgieron instituciones de seguridad social y de salud: entre 1945 y 1946 se crearon la Caja Nacional de Previsión, el Instituto Colombiano de Seguros Sociales y el Ministerio de Higiene.

Nuevas instituciones, pero también nuevos problemas. Desde los años treinta el país profundizó sus conflictos. La violencia es tal vez el principal problema de salud de los últimos 70 años. La urbanización y la incipiente industrialización cambiaron el perfil demográfico y de salud.

Un esperanzador Sistema Nacional de Salud en los años 70, entró en una profunda crisis sólo una década después. Y de la Constitución de 1991 surgió una transformación profunda del sistema que se concretó en la Ley 100 de 1993, con la idea de lograr la eficiencia y equidad. Pero otra vez la salud está en crisis. A pesar de los esfuerzos acumulados en 125 años, la salud parece seguir en un lamentable ‘sálvese quien pueda’.

MARTIN ALLEN SAMUELS

Presidente del Departamento de Neurología de Brigham y el Hospital de la Mujer. Es, además, un reconocido profesor de neurología de la Escuela de Medicina de Harvard; en repetidas ocasiones ha sido elegido como el mejor profesor de esta universidad. Es autor de una serie de libros en su campo, que cuentan con gran reputación.

1. Enfermedades de la vejez

Tendrán una gran importancia. Día tras día ganarán protagonismo la enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas, enfermedades de las articulaciones, el mal de Parkinson, trastornos de la marcha, así como la depresión.

2. Neurología cosmética

Se convertirá en un asunto ético. Vamos a pasar de una época en la que la neurología tiene como objetivo tratar enfermedades, a una en que podremos potenciar el funcionamiento normal del cerebro (inteligencia, capacidad del lenguaje, concentración, proezas sexuales).

3. Genética

Continuará evolucionando. Pensamos que el proyecto del genoma humano resolvería todos los problemas, pero ahora parece que no hay suficientes genes para explicar todas las variaciones. Estudiar factores como la influencia del ambiente en los genes será la “onda” del futuro.

4. Interfases cerebro-máquina

Serán cada vez más sofisticadas. En la medida en que estas tecnologías evolucionen, más y más funciones humanas serán progresivamente reemplazadas por programas computacionales. La conciencia en sí misma será explicada utilizando modelos de inteligencia artificial.

5. Estimulación cerebral

Ya existe a través de electrodos para el tratamiento de condiciones como el mal de Parkinson. En el futuro, con técnicas menos invasivas, se utilizará para tratar obesidad, adicción a drogas, depresión, entre otras condiciones.

CHRISTOPHER WILD

Director de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), entidad que maneja el mayor biobanco de muestras de tumores del mundo. Fue catedrático de Epidemiología Molecular en la Universidad de Leeds (Reino Unido) y en 2005 fue nombrado director del Instituto de Genética de la misma institución. Está vinculado al IARC desde enero de 2009.

1. Detección temprana

El cáncer va a aumentar en los próximos 20 años en todo el mundo. Las estimaciones para Latinoamérica y el Caribe señalan que estas regiones pasarán de 450.000 nuevos casos de cáncer a más de un millón por año. Debemos enfocarnos en prevención y detección temprana.

2. Sistemas de información

Existen grandes vacíos de información sobre la frecuencia y los tipos de cáncer en muchos países y regiones. En los próximos años se debe poner un énfasis especial en métodos de registro para el cáncer. Ese es un camino efectivo para diseñar estrategias pertinentes.

3. Prevención

Hoy ya sabemos mucho sobre las causas del cáncer, pero lo que no sabemos es cómo implementar estrategias de prevención efectivas. Un buen ejemplo es el control del tabaco y programas de ejercicio para reducir la obesidad, dos factores asociados a un gran número de tumores.

4. Colaboración Sur-Sur

Promoverla debe ser una prioridad durante las próximas décadas. Es una forma de crear capacidad de investigación y de capacitación de profesionales. Países como Brasil están realizando grandes inversiones en programas para combatir el cáncer.

5. Vacunas para todos

Una tarea por delante para la comunidad internacional es hacer accesible para el mayor número posible de personas las vacunas contra la hepatitis C y el virus del papiloma humano, así como aquellas que aparezcan en los próximos años gracias a la investigación. También los tratamientos.

Por Mario Hernández Álvarez. Médico. Historiador. Profesor U. Nacional.

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