El día del amor y la amistad es una oportunidad para compartir momentos especiales, pero a veces encontrar un plan que realmente sorprenda cuesta. Si estás buscando algo diferente, que combine elegancia, sabor y una experiencia inolvidable, el maridaje con whisky es la opción perfecta para llevar tu celebración a otro nivel, porque aporta un toque de sofisticación y versatilidad que puede transformar cualquier ocasión.
En Gastronomía y recetas de El Espectador damos algunas recomendaciones de la mano de Oliver Benion, experto en el tema para explorar nuevas formas de disfrutar este clásico destilado, combinando sabores que sorprenderán al paladar y creando una experiencia sensorial para el paladar.
La experiencia es personal: prueba, descubre y siga tu olfato
Maridar esta bebida espirituosa es una aventura que comienza por conocer los gustos propios. Cada referencia tiene una personalidad única y lo más importante es experimentar de manera original. Si no estás seguro por dónde empezar, una excelente opción es probar con una cena de tres tiempos.
Entrada
Un whisky ligero y cítrico es ideal para abrir la cena, acompañado de quesos suaves, uvas o carnes curadas. Las notas frescas y frutales del whisky complementan a la perfección estos sabores delicados.
Plato principal
Para una experiencia más profunda, un whisky afrutado y especiado, combina perfectamente con cortes de carne, añadiendo una capa extra de sabor a la comida.
Postre
Para cerrar la noche, puedes usar notas dulces y frutales, que combinan con postres a base de frutas.
Rompe estereotipos: el whisky es versátil, no tengas miedo de innovar y ser original
El whisky ha dejado atrás la imagen de bebida tradicional y seria. Hoy en día, no hay límites para maridarlo, incluso con cócteles. Un vaso de whisky puede añadir frescura a cualquier ocasión. No temas experimentar, esta bebida también puede combinarse con sabores inesperados como el chocolate de leche.
Para una experiencia especial, prueba primero el whisky solo, luego toma un trozo de chocolate y deja que se derrita ligeramente en la boca. Antes de que desaparezca por completo, toma otro sorbo y disfruta de la experiencia de la mezcla de sabores.
Elige entre las dos formas principales de maridar: alinear o contrastar
La técnica de alinear es perfecta si quieres realzar los sabores del plato, busca similitudes entre las notas del whisky y los ingredientes. Por ejemplo, la ligereza y el toque cítrico de algunos va bien con pescados o carnes blancas, similar a añadir un chorrito de limón al pescado para darle frescura.
No obstante, si prefieres un contraste, combina un whisky más ligero con platos más intensos. Por ejemplo, uno que tenga dulzor cremoso del whisky puede equilibrar una carne roja, ofreciendo un contraste que refresca el paladar sin opacar el plato principal.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) o al de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧