Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Con gran sorpresa recibieron los internautas en las últimas horas un video donde quedó registrada una experiencia gastronómica liderada por “Profeturo”, un supuesto youtuber que aseguró que existía un restaurante en el sur de Bogotá llamado “Las tres palomas”, de procedencia peruana y que ofrecía a sus comensales “paloma asada”. Con carta en mano, precios exactos y con una reseña detallada, el ‘influenciador’ mostró a su audiencia la variedad de platos elaborados con el sabor de estos ovíparos que han sido considerados durante mucho tiempo una ‘plaga’.
La situación, que generó varios comentarios y despertó la curiosidad de muchos, empezó a tomar fuerza hacia el medio día de este viernes, cuando a través de diferentes mensajes, interesados en el tema pidieron pistas para encontrar el lugar en mención. Sin embargo, y pese a muchas búsquedas, el restaurante se convirtió en un misterio que luego fue resuelto por periodistas de Blu Radio, quienes se trasladaron hasta el sitio que se encuentra ubicado en la localidad de San Cristóbal, en Bogotá, en la Carrera 1b #40a - 70 sur, barrio San Martín de Loba, llevándose una gran sorpresa: ni había paloma asada, ni era un restaurante peruano.
Le puede interesar: África sabe a Colombia: salsas picantes que rinden homenaje a los sabores latinos
El hallazgo de los colegas les permitió acercarse a los dueños del establecimiento público, que no es nada distinto a un tradicional asadero de pollos que lleva por nombre ‘La Chispita del Sabor’ y que ya cuenta con una trayectoria de más de ocho años en dicho sector. ”No habíamos visto nada, fue una sorpresa, nosotros ni por enterados de que estaba circulando este video. No entiendo por qué hicieron eso ni con qué intención”, aseguró un miembro de la familia Castellanos, propietarios del restaurante boyacense a Blu Radio.
A propósito de este tema y luego de conocer la verdad de esta falsa e irresponsable noticia, consultamos a expertos de la gastronomía y al presidente nacional de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), gremio oficial del sector gastrónomo, y estas fueron sus posturas al respecto:
Javier Cárcamo, chef ejecutivo del Hotel Hilton Bogotá, resaltó que no hay que creer en todo lo que se ve y que hay que comprobarlo con “nuestros propios ojos”. En Perú es frecuente el consumo de paloma, pero, dentro de la cultura gastronómica de Colombia, estos casos son poco frecuentes. “Nosotros como chefs estamos en pro de la sostenibilidad, y utilizar esta especie animal atenta de forma directa el propósito al que queremos llegar. Resultaría un poco cruel este tipo de oferta, mucha gente se está volviendo vegetariana y no estaría a favor de este tipo de prácticas en la cocina”.
Carlos Gaviria, investigador de la cocina nacional, catalogado como uno de los chefs de mayor conocimiento en gastronomía del mundo, comenta que hay que moverse sobre tres premisas fundamentales si de verdad existiera este tipo de establecimientos y estas supuestas ofertas de comida: licencias, visitas de sanidad y trazabilidad de carnes. “Si el restaurante tiene dentro de su oferta este animal para el consumo, debe existir una política de responsabilidad asegurada para el comensal, es decir, conocer la procedencia de esta especie y cuál es su raza, porque como bien es sabido, las palomas pueden transmitir enfermedades e infecciones, son aves pequeñas y flacas que no se usan frecuentemente en la cultura gastronómica colombiana”.
Gaviria, además, aseguró que es de vital importancia saber si estos sitios existen realmente, porque al analizar este caso puntual hay una cosa que no es menor, según el experto, y es que hay que revisar el precio de los platos. “No es posible que la paloma sea más barata que una carne como el pollo o el cerdo, es una oferta de ley y demanda que requiere de más producción por ser una especie tan pequeña, así que sus costos deben ser elevados”.
Continúe leyendo: Sostenibilidad y modernismo: las tendencias gastronómicas que se tomarán el 2023
¿Y qué piensa Jaime Rodríguez, el chef detrás de la creatividad del restaurante Celele, ante esta polémica? “Yo he comido paloma en España, de las silvestres, no las de las ciudades. Desde mi experiencia ante una situación “viral” como esta puedo decir que siempre hay que cerciorarse de que el restaurante cumpla con los protocolos y saber de dónde proviene el producto, si es de parque o plaza no es muy confiable, pero si uno sabe eso ¿de verdad se lo comería? Yo no creo. Las palomas tienen mala fama en nuestro país por la exposición frecuente que tienen a la contaminación, además, consumir este tipo de animales va en contra del tema de sostenibilidad que significa saber qué comer, no agarrar lo primero que uno vea para alimentarse”.
La situación es incluso criticada por el líder gremial de Acodres, Henrique Gómez, quien afirma que en Colombia ahora cualquier persona se cree experta de la cocina y desconocen por completo la responsabilidad que esto implica. “Hay gente que critica sin tener la autoridad para hacerlo, utilizan las redes sociales para desinformar, como en este caso, y salir a hablar sin conocimiento de causa, sin realmente explorar el mundo de la gastronomía. Es preocupante. El influencer de ahora destroza y lleva el tema de la comida a otros niveles. Aquellos que se hacen llamar ‘foodies’ deberían aprender de los verdaderos críticos del arte del buen comer, expertos que han viajado por el mundo, que entienden la cultura gastronómica y toda la habilidad que implica entender un plato que se sirve en la mesa para que el paladar lo juzgue. ¿En qué estamos creyendo? Esa es la reflexión social que hay que hacerse”.
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧