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Un poco de la historia de esta receta
Cuando una alumna de la escuela de cocina “Sabor y Arte” le preguntó a su propietaria Florípedes Guimarães, ¿Cuándo y qué servir en un velorio? Ella respondió que la honra al difunto se corresponde con el cuidado de la moral y del apetito de los concurrentes. Compartir comida durante el rito fúnebre, más que ser un acto fisiológico, tiene un carácter simbólico porque propicia la fraternidad y la empatía. Aunque, esta práctica con los años se ha disipado debido a la higienización de la muerte, el café como alimento aún pervive.
No es solo cortesía. Cada gota lleva implícito el valor de la esperanza. Quién niega que su aroma reconforta, o que en sus notas se hallen memorias compartidas con el difunto o que su acidez sea refugio del consuelo. Cuando menos, motiva el encuentro. Aún obvia, la preparación esmerada de un buen café es señal de respeto. Por eso, debe servirse fresco, humeante, en tazas limpias y secas porque para tristeza mayor, dijo doña Flor a su alumna, suficiente con la del muerto.
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Gastronomía: Colombiana.
El café es una de las bebidas con más tradición del mundo gastronómico
- Tiempo de preparación: 5 minutos.
- Tiempo de cocción: 3 minutos.
- Porciones: 6.
Ingredientes
- Agua caliente
- Café fresco
Para destacar: Corazón errante, una receta inspirada en la novela “Drácula” de Bram Stoker
Preparación
Calentar suficiente agua.
Por cada 100 mililitros de agua caliente, agregar una cucharada de café (puede variar según el gusto de los asistentes).
Dejar infusionar durante unos minutos y servir inmediatamente sin rebosar la taza.
La sugerencia final de doña Flor de acompañar el café con bizcochitos o saladitos puede ser una opción para el novenario si fuera en el hogar del difunto. En algunas regiones de Colombia se invita pan ayemado, más que harina es vida. En la noche, concluyó ella, es prudente ofrecer también un trago a modo de homenaje. Cachaza en su Brasil, aguardiente o viche en Colombia. Quizás vino, pero nunca champaña porque es de muy mal gusto apuntó. Doña Flor sabía que el dolor como el café y el licor por naturaleza no discriminan.
¡Trucos de la abuela!
Si te gusta la cocina y eres de los que crea recetas en busca de nuevos sabores, escríbenos al correo de Edwin Bohórquez Aya (ebohorquez@elespectador.com) o al de Tatiana Gómez Fuentes (tgomez@elespectador.com) para conocer tu propuesta gastronómica. 😊🥦🥩🥧